INTRODUCCIÓN
El presente curso tiene como personaje central la adorable Persona del Padre celestial, de quien procede toda familia, toda comunidad en el cielo y en la tierra. Ya Jesús en su tiempo nos hacia esta tremenda y sorprendente revelación, refiriéndose al Padre: “el mundo no te ha conocido” (Jn 17,25) y añadía, mostrándonos una aurora maravillosa, que podía convertirse en pleno medio día: “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero” (Jn 17,3).
Nuestro cometido es ir en busca de nuestro Padre, a quien de pronto no conocemos todavía, y hacer las indagaciones del caso para saber dónde está, dar con Él, encontrarnos con Él, dejarnos dar un abrazo, como el hijo pródigo y permanecer en su casa, disfrutando su compañía.