142.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
142.2. Tus oraciones son lo más precioso de ti. Tus pensamientos, aun los más brillantes a tus ojos, seguramente serán superados. Tus afectos, incluso los más hermosos, tendrán que ser purificados. En tu memoria hay recuerdo de muchas cosas que enmendar, y en tus proyectos hay tanto que corregir, porque no funcionará, como hay para depurar, porque no es grato a Dios. Por contraste, mira ahora la belleza y la simplicidad de una oración. Las oraciones son lo único tuyo que verdaderamente roza el Cielo.