107.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
107.2. La caridad es la belleza del alma. Es también su vida, su forma propia, su raíz y soporte, pero hoy quiero recordarte que la caridad es la belleza del alma. Como en otras ocasiones te he sugerido, no basta para las aspiraciones de tu corazón que tú quieras ser “bueno,” es saludable que ames la hermosura espiritual, y que quieras ser “bello.”
107.3. En efecto, la búsqueda de la bondad suele resolverse en búsqueda de la perfección. Esto en sí mismo no es malo, desde luego, pero tiene algunas deficiencias psicológicas que vale la pena que conozcas.