Los eventos que llevaron al combate en que murió Raúl Reyes, secretario y vocero de las FARC, han causado tensiones entre tres países vecinos y hermanos de nuestra América del Sur. Causa dolor a muchos de nosotros, que tenemos amigos y parientes en Venezuela, Ecuador y Colombia, ver que las representaciones diplomáticas son retiradas, las fronteras se cierran y un lenguaje áspero va llenando de recelo–si no amargura–a los corazones.
Estos son los tiempos en que la sensatez se hace más necesaria; tiempos en que nuestra plegaria, si somos creyentes de verdad, tiene que redoblar su ardor. ¿De qué maneras concretas?
En cuanto a la sensatez, ofrezco estas pistas: