104.1. «Hasta el extremo» (Jn 13,1): esta es la medida sin medida del amor de Jesucristo. Otras traducciones sabes que son posibles: hasta el final, hasta lo más perfecto, hasta lo más completo. Un amor tan extenso y más extenso que los extravíos humanos; un amor tan completo y más completo que la perdición en que erraba tu raza; un amor definitivo y más definitivo que la condena que pesaba sobre vosotros. ¡Bendito sea el amor de Jesucristo!
104.2. Hay una interpretación hermosa de ese “hasta el extremo”: es un modo de indicar no sólo lo que Cristo hizo, sino hasta dónde llega la obra de su amor en ti. Su amor llega hasta el extremo en el que has llegado a vivir, y hasta el extremo de lo que hay en o ha habido en tu vida. Dicho de otro modo: nada de ti, ni lo más extremo, quedará ayuno del amor de tu Salvador, siempre que tengas fe en Él, pues sólo con la fe se le abre la puerta.