Millones de niños han recibido alguna preparación para hacer su Primera Comunión. La mayoría de ellos no reciben sino rudimentos para preparar su primera confesión. Además, ese modo de hacer las cosas presume que los niños esperan a pecar hasta una edad que a veces es avanzada. Todo ello muestra lo poco que educamos el corazón para que aprenda a ser sincero, humillarse, confiar y recibir la gracia divina. He aquí pasos concretos para corregir tal situación.