40.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
40.2. Hermano y amigo, nota que en más de una ocasión Nuestro Señor Jesucristo hizo diferencia entre “los servidores” y “el hijo” (cf. Mt 21,33-42; 22,2-10; Lc 15,11-24). En todos estos casos aparece la diferencia entre servir a Dios y ser amado de Dios. A los siervos les corresponde trabajar para su amo; al hijo, recibir el amor de su Padre, sea en forma de herencia, de boda o de banquete.