39.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
39.2. Hay algo que puede extrañarte en algunos momentos: la presencia continua del mal en tu vida y en tu mundo. Aquella expresión de Pedro, «Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar» (1 Pe 5,8), parece no dejar espacio a la paz. ¿Cómo descansar seguro, cómo conservar la serenidad con semejante enemigo a las puertas? Hoy quiero enseñarte a cultivar la paz en medio de las dificultades. Porque no es gran cosa permanecer en alabanza y gratitud a Dios mientras todo marcha como tú quisieras; lo notable y bello es avanzar en la paz mientras los dardos del enemigo zumban junto a tu cabeza.