Si de pronto por la noche
tú escuchares esta voz,
o llegare a tu ventana
mi susurro y mi oración,
/ no preguntes si es el viento,
no preguntes si es el mar,
aunque tú no puedas verme,
junto a ti me encontrarás. /
Por el campo y el desierto,
por el valle y el trigal,
hay un canto que se escucha
y te acompaña sin cesar,
/ mas si quieres retenerlo
cuando vuelves, ya no está. /