Angel de Luz, ¡Maestro mío!
¡Oh siervo fiel de Jesucristo!
Tan sólo bien de ti recibo,
tan sólo paz, si estás conmigo.
Angel de Dios, Angel amigo,
tu bendición es mi camino,
tu amable voz me lleva a Cristo,
y al Cielo voy junto contigo.
Angel de Amor, vence tú el frío
que quiere helar mi alma de niño,
¡qué poco sé del Dios que sirvo,
y cuánto pesan mis extravíos!
Angel de Paz: te necesito.
¿Adónde vas? ¡Ora conmigo!
Tú sabes bien que Dios te dijo
“Cuida de él porque es chiquito.”
Ante la Cruz lloro y recito:
¡Gracias Jesús, por ti yo vivo!
Y ante la Cruz, Angel Bendito,
te doy las gracias y un beso mío.