No es mi costumbre transcribir aquí textos completos pero el artículo que sigue resume en palabras justas la actualidad política irlandesa caracterizada por la tensión de las relaciones entre la República de Irlanda (lo que sería la “Irlanda del Sur” –término que no se usa–, que ocupa un 80% de la isla, tiene por capital Dublín), y el Reino Unido (que incluye a Irlanda del Norte, correspondiente al 20% restante). El precedente es que la independencia de Irlanda ha sido políticamente deseada y económica y culturalmente no pretendida. El IRA ha sostenido la bandera de “Irlanda, una sola isla y para los irlandeses;” su popularidad, sin embargo es una amenaza para la continuidad en el poder del gobierno actual, liderado por Berthie Ahern. La respuesta del gobierno es compleja: quiere conservar el ideal republicano y a la vez desautorizar el republicanismo de Sinn Fein, el partido político del IRA.