El futuro ha sido el tema central de la segunda parte del Encuentro con las Vírgenes Seglares. Si el domingo pasado hubo tanto que decir del presente, ahora ya era tiempo de mirar hacia el futuro.
Hay cansancio. Un poco de cansancio, solamente. Lo suficiente para reconocer que todo ha sido real, y que Dios bendice a su pueblo más allá de toda expectativa. Hay mucho por recorrer, mucho por aprender, mucho por corregir. ¡Bendito Dios!