Se acerca ya el primer año de la llegada a Irlanda. Coincidencialmente he tenido oportunidad de compartir con otros inmigrantes sobre sus experiencias. A mucha gente le ha ido bien pero muchos otros sienten una nostalgia avasalladora por sus países y culturas, por los amigos que dejaron y las familias que quedaron irremediablemente separadas por muchos kilómetros.