Al pensar en el futuro inmediato de la Iglesia he recordado un dicho de Will Durand, el historiador y pensador protestante norteamericano. Después de analizar extensamente argumentos religiosos y teológicos en torno a la Reforma y la Contrareforma, su lacónica conclusión es que esa discusión la ganará quien tenga más hijos. Es pragmatismo rampante pero aporta una visión nueva de las cosas y nos recuerda que los números sí importan. Tal vez no debería ser así, pero es así.