Estoy viviendo en un convento nuestro en el centro de Dublín. Lleva el nombre de la primera fundación que hicieron los frailes dominicos en esta ciudad, allá en el siglo XIII: St. Saviour’s Priory: El Convento de San Salvador o del Santísimo Salvador. Un nombre por cierto apropiado para la espiritualidad dominicana, que, como dicen nuestras leyes, fue instituida principalmente “para la predicación y la salvación de las almas“.