Dar razón del hermano

Volvamos a los sacerdotes y la familia.

El mundo se ha llenado de comunicaciones pero no de relaciones reales, a escala humana. Puentes inmensos, imponentes, inimaginables hasta hace pocos años, cruzan como avenidas el espacio físico, pero no logran con la misma facilidad cubrir lo que nos puede distanciar del corazón de un vecino o de un compañero de trabajo. El Internet de los corazones no se ha inventado.

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Los Seminarios

Es interesante ver que la formación sacerdotal actual prepara, o quisiera preparar, al sacerdote para sostenerse espiritual, emocional e incluso económicamente por sí solo, como si no tuviera comunidad, como si no pudiera encontrar su descanso o su alegría en una comunidad. El ejemplo típico es el celibato: la robustez espiritual, los recursos psíquicos y afectivos, las estrategias sociales, el ejercicio de la prudencia, todo ello se supone que le toca al sacerdote; y le toca toda la vida, en todas las circunstancias y por todos los lugares donde pase.

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Estoy triste

Estoy triste, sí; no sólo por la crueldad rampante del terrorismo; no sólo por el dolor prolongado de los que aguardan con angustia que se encuentre un pedazo del cuerpo de un ser querido; no sólo por el temor de que nuevos ataques cubran de luto nuevas familias y de más lágrimas nuestra tierra…

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Pausa necesaria

Nos unimos al dolor que enluta a Londres por los atentados de ayer 7 de Julio. Es terrible tener que decir que muchos temíamos que el terrorismo internacional pasara esa factura, como lamentablemente lo ha hecho, dejando dolor inenarrable a su paso sobre vidas y familias inocentes.

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Por ejemplo, no estoy de acuerdo…

…con que el sacerdote se convierta en una especie de “funcionario” que realiza sus planes pastorales o los de su diócesis en un periodo de tiempo en una parroquia, y luego, cuando ya se le conoce el dicurso o se acaba su “novedad.” Con un esquema así, la economía, el alimento espiritual y la afectividad del sacerdote pasan a ser un problema suyo y solo suyo. Cosa que no es buena idea, porque si bien hay casos de genuino heroismo y convicción personal, en general ese esquema es ajeno al Nuevo Testamento. Lo que vemos en las páginas de la Escritura es que los predicadores, profetas y misioneros establecen vínculos de espiritualidad, economía y afecto que los ligan a las personas concretas a las que sirven.

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La vida

Ahora no me acuerdo quién dijo que la vida era como un juego que consistía en encontrarle las reglas. Me apropio de ese pensamiento hoy, mientras pido a mi Dios que me ayude a conocer su voluntad. Es tan fácil equivocarse; es tan sencillo acoger lo sensato, cuando lo sensato nos esquiva un dolor, nos ahorra un desierto, nos tapa por un rato la Cruz.

Dios: ten piedad de mí.

¿El programa del Papa?

Mirando al Papa; amándolo; rezando por él y con él; deseando de corazón ser fiel al camino que él nos muestra en nombre de Cristo vivo: con esas disposiciones he querido buscar ese “programa de gobierno” que Benedicto XVI no nos dio en la Misa de Inauguración de su Pontificado pero que ya parece bastante claro a tres meses de su servicio a la Iglesia Universal.

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En movimiento

Me impresiona el movimiento de personas en el verano de Europa. Los del Sur de camino al Norte, por ejemplo: España hacia Irlanda. Los del Norte hacia el Sur; por ejemplo, Alemania hacia Barcelona. La amplitud de horizontes lingüísticos y culturales que esto abre potencialmente es inmensa.

Aunque hay un riesgo que veo yo que amenaza especialmente al turismo joven: una cierta trivialización, un acostumbrarse a conocer sólo los lugares “play,” allí donde una juventud internacional y despreocupada sabe cómo pasar bien el presente, aunque sin mirar mucho ni al pasado ni al futuro. Ojalá me equivoque.