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Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia.
Durante siglos, el pueblo colombiano da gloria a Dios por medio de su Madre, la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chinquinquirá.
Es éste uno de los más importantes y frecuentados Santuarios de Colombia. La Virgen está representada en un lienzo, con el Niño en brazos, y como parece lógico, con el Santo Rosario en la mano.
En 1572 los calvinistas ahorcaron en Gorkum, Suiza, a 19 sacerdotes y religiosos, debido a su fe católica.
Once de los Mártires eran frailes menores de la Observancia, entre los cuales se contaban San Nicolás Pieck, guardián del Convento de Gorkum, y San Jerónimo Weerden, su vicario.
Junto con ellos, fueron ejecutados Juan Van Oosterwyk, canónigo regular de San Agustín, los sacerdotes diocesanos Leonardo Vechel, Nicolás Janssen y Godofredo Van Fuynen.
Luego de que el destacamento calvinista, conocido con el nombre de la "armada de los piratas" , se apoderara de la ciudad de Gorkum, el grupo estuvo a merced de los soldados.
Resultó ser sometido a sus crueles tratos como consecuencia del odio de los calvinistas y a la negativa del grupo de revelar dónde habían ocultado sus implementos eucarísticos.
Pese a que les ofrecieron la libertad a cambio de que abjuraran de la Eucaristía y rechazaran la supremacía pontificia, los Mártires no cedieron, siendo ejecutados en un granero aledaño a Gorkum.
Bogotá, Colombia - Doy gracias infinitas a la Santísima Trinidad por la vida y la divina misericordia que siempre me ha acompañado, le pido a Dios perdone los errores de esta alma y me ayuda en el peregrinar para alcanzar las gracias prometidas en el cielo. Amén.
San Pedro Sula, Honduras (2011) - En este día sacramentaremos nuestro matrimonio, teniendo la bendición de Dios y de la Virgen María, Gracias Señor por tu infinita misericordia y por que tus ojos siempre han estado mirandonos con amor.
Así dice el Señor: "Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día -oráculo del Señor-, me llamará Esposo mío, no me llamará Ídolo mío. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor."
Día tras día, te bendeciré / y alabaré tu nombre por siempre jamás. / Grande es el Señor, merece toda alabanza, / es incalculable su grandeza. R.
Una generación pondera tus obras a la otra, / y le cuenta tus hazañas. / Alaban ellos la gloria de tu majestad, / y yo repito tus maravillas. R.
Encarecen ellos tus temibles proezas, / y yo narro tus grandes acciones; / difunden la memoria de tu inmensa bondad, / y aclaman tus victorias. R.
El Señor es clemente y misericordioso, / lento a la cólera y rico en piedad; / el Señor es bueno con todos, / es cariñoso con todas sus criaturas. R.
El Señor es clemente y misericordioso. (Salmo 144)
Evangelio
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: "Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá". Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que, con sólo tocarle el manto, se curaría. Jesús se volvió, y al verla le dijo: "¡Animo, hija! Tu fe te ha curado. Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: "¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida". Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por aquella comarca.
Es indispensable llegar a la experiencia viva, mas allá de las palabras, del poder del amor de Dios que derrumba las murallas que nos separan de los demás. 13 min. 11 seg.
La ley cumple una importante función de traer orden y de educar en la dirección del bien pero la plenitud no está en la Ley sino en la gracia y la verdad que nos han llegado por Cristo. 14 min. 21 seg.
Necesitamos que el Señor pose su mano sobre nuestra cabeza para resucitar lo muerto en nosotros; para darle paz, orden, belleza y esperanza a nuestros pensamientos. 5 min. 15 seg.
Tres grandes bienes trajo el desierto al pueblo de Israel y puede traer a nosotros: (1) Separación incluso física de los ídolos; (2) Recuerdo vivo de las promesas y la voluntad de Dios; (3) Necesidad sentida de apegarse y depender de Dios. 25 min. 45 seg.
A pesar de haber sido infieles hay una esperanza real cuyo camino pasa por el desierto para que aprendamos a desechar nuestros ídolos y lleguemos a amar a Dios cada vez más como Él nos ama. 5 min. 55 seg.
Dios nos lleva al desierto cuando aquello en lo que hemos puesto nuestra confianza no funciona. Lee la Palabra de Dios que te habla al corazón y cambia tu vida. 7 min. 10 seg.
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1.1 Oseas tiene, en cuanto profeta, una palabra que decir. Mas no será una palabra externa o simplemente aprendida: su propia vida es la referencia y el lenguaje de su profecía. Su esposa es infiel y ligera; su amor no ha sido entendido; Oseas, por consiguiente, sabe de qué habla cuando compara a Dios con el Esposo y al pueblo con la Esposa: él conoce qué es padecer un amor defraudado.
1.2 En ese contexto escuchamos la primera lectura de hoy. Este Esposo, que es Dios, quiere recuperar a su Amada. Está dispuesto a perdonarla y a despertar en ella un amor renovado que deje atrás los tiempos del amor defraudado. ¿Cómo lograrlo? Hay una evocación que viene del pasado en el desierto, donde el pueblo dependía sólo de Dios y no había espacio para ídolos ni para infidelidades. El desierto será entonces el lugar apropiado para recuperar el amor primero.
1.3 A lo largo de los siglos la Iglesia ha comprobado la gracia particular que tiene el desierto. La vida religiosa floreció por primera vez en la aridez de los desiertos de Egipto y Oriente Medio; la cuaresma, que despierta tantas conversiones, es como un acompañar a Jesús en su desierto y purificar y renovar la fe. En otro sentido, los retiros o ejercicios espirituales, momentos privilegiados de gracia, son como pequeños desiertos en los que Dios sigue cumpliendo lo que anunció por boca de Oseas, el profeta que sabía del dolor de amar a fondo.
2. Doble Milagro
2.1 El evangelio de hoy nos ofrece un doble milagro: una mujer curada y una niña resucitada. La mujer tiene una fe grande pero muy primitiva, casi mágica; la niña, en cambio, depende de la fe que otros tienen y que los ha llevado a rogar por ella.
2.2 Jesús toma la fe inicial unida a la humildad de la mujer y la perfecciona, es decir, la lleva del simple milagro al encuentro personal con él. Le otorga en realidad más de lo que ella esperaba: no sólo la salud sino la presencia de aquel que la otorga. Así hace que ella pase de un "algo," como una fuerza anónima, a un "alguien," a saber, Jesús mismo, que la acoge, la bendice y la ama.
2.3 Jesús toma también la fe del papá de aquella niña. La noticia abrumadora de la muerte de la hija podría hacer vacilar esa fe, pero Jesús lo sostiene con una promesa muy bella aunque muy difícil: "la niña no está muerta; está dormida." Jesús, en efecto, reserva la palabra "muerte" para aquello que el pecado hace en y con nuestra vida. Y esa fe robustecida triunfa: la vida se restablece y la alabanza viene a reemplazar a los lamentos.
Quiero darte gracias, Señor y Rey, y alabarte, Dios, mi salvador. Voy a dar a conocer tu nombre, porque has sido mi ayuda y protección y me has salvado de la muerte; me has puesto a salvo de las lenguas insidiosas y de los labios que dicen mentiras contra mí.
Estuviste conmigo frente a mis adversarios; me defendiste con tu gran misericordia de aquellos que estaban listos para devorarme, del poder de los que me perseguían a muerte, de todos los peligros que me rodeaban. Me salvaste de las llamas voraces que me cercaban, de en medio de un fuego que no había yo encendido, me libraste de las profundas entrañas del abismo, de los labios maldicientes y mentirosos, de las flechas de una lengua traidora.
Estuve a punto de morir y casi al borde del abismo; me asediaban por todas partes y no había quien me ayudara, buscaba un protector y no lo había.
Entonces, Señor, me acordé de tu misericordia y de tu bondad, que son eternas; que tú salvas a los que en ti confían y los libras del poder de los malvados.
«No piensen que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará».
1.1 Con San Juan Heer la historia ha sido escasa en datos; pero sí sabemos que nació el Colonia a principios del siglo XVI. Ingresa en plena juventud en el Convento de Santa Cruz de su ciudad natal. Ya sacerdote pide ser destinado a Holanda, pues allí los católicos padecen una dura persecución por parte de los Calvinistas.
1.2 En Holanda trabaja en la Parroquia de Hoornaar a lo largo de 20 años. Es un celoso pastor de la feligresía. Como fiel hijo de Santo Domingo de Guzmán vive el ideal marcado por el Santo Fundador: "Transmitir a los demás el fruto de la contemplación."
1.3 San Juan de Colonia es dominico y, por ello tiene una espiritualidad en la que la devoción a la Santísima virgen es filial; y al mismo tiempo, es un enamorado de la Sagrada Eucaristía. Celebra la Santa Misa con singular fervor y es constante adorador ante el Sagrario. Esto le da fuerza para ser un gran apóstol y vivir la comunión y la fraternidad con otros religiosos y sacerdotes. En Gorcun, donde se encuentran encarcelados varios religiosos y sacerdotes se acerca, camuflado, llevándoles la Sagrada Comunión, apoyo y aliento fraterno. Sus frecuentes visitas no pasan desapercibidas a los calvinistas. En una de ellas, y después de administrar el Bautismo a un niño, es capturado y encerrado en la cárcel con una veintena de religiosos: franciscanos, agustinos y sacerdotes seculares.
2. El Martirio: la Hora de Dios
2.1 La cárcel es un subterráneo destinado a peligrosos criminales. Allí padecen incontables ultrajes, golpes y malos tratos. Sufren de todo: insultos, azotes, bofetadas y simulacro de martirio una y otra noche..
Su martirio es refinado. El Conde de Lummois ordena sean conducidos a su residencia de Brielle. Embarcados en la noche son recluidos; al día siguiente llegan a la ciudad. Aquí sufren un simulacro de procesión: los 20 religiosos y sacerdotes, despojados de sus hábitos y con un mínimo de ropa, caminan entre burlas e insultos. Es un nuevo Vía Crucis. Les obligan a dar vueltas al patíbulo y a cantar a la Virgen María, y así en repetidas ocasiones.
2.2 Dos días más tarde, sin haber probado alimento, les fuerzan a renegar de la Sagrada Eucaristía y del Papa de Roma. Ante su negativa, son de nuevo, conducidos al suplicio. Allí les desnudan y son colgados durante horas. Más tarde les depositan en el suelo donde les amputan los miembros y les abren el vientre.
2.3 Al año siguiente, el 9 de julio de 1573, y a la misma hora, los soldados católicos obtienen una resonante victoria ante el ejército calvinista. El 14 de noviembre de 1675 son beatificados por el Papa Clemente X.
«Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día; ellas también serán mi pueblo y yo habitaré en medio de ti y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. El Señor tomará nuevamente a Judá como su propiedad personal en la tierra santa y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida».
¡Que todos guarden silencio ante el Señor, pues él se levanta ya de su santa morada!
Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti (Zacarías 2, 14-17)
Salmo
Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.
El levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo. R.
En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo entonces a Jesús:
«Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo».
Pero él respondió al que se lo decía:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos (Mateo 12, 46-50)
Recuento de la historia del cuadro renovado de la Virgen de Chiquinquirá, y de las circunstancias de su coronación, el 9 de Julio de 1919. 4 min. 38 seg.
Homilía con motivo de la Fiesta de la Virgen de Chiquinquirá, reina y Patrona de Colombia, en el día en que mi padre cumple 80 años de vida. 25 min. 34 seg.
Tendemos a apoderarnos de los regalos pequeños mientras que los realmente grandes los compartimos. Ningún regalo mayor que el amor de Dios. 17 min. 33 seg.
En la fiesta de Nuestra Señora de Chiquinquirá, pidámosle al Señor que ni siquiera los fracasos nos frenen en nuestro camino de amor y servicio a Él. 6 min. 20 seg.
Predicación especial en la Catedral Primada de Colombia, con motivo de la vista del Papa Francisco: (1) La Virgen se manifestó en primer lugar a una española, María Ramos, y un niño indígena, Miguel: los llamados "conquistadores" y los "conquistados" caben bien en el Corazón de la Madre de Cristo, en quien se restablece el orden de Dios. (2) María Ramos era una mujer separada; su amistad con la Virgen Santísima le ayuda a superar la frustración y toda tentación de venganza. (3) Las oraciones de esta piadosa española se derramaron durante mucho tiempo ante un lienzo que parecía vacío. Su devoción parece un acto tonto y loco; pero luego uno ve que vivir el Evangelio siempre parece loco y tonto, y sin embargo en él está nuestra verdadera victoria. 17 min. 5 seg.
Celebramos el centenario de la coronación de la imagen del Rosario de Nuestra Señora de Chiquinquirá tiempo justo cuando libramos fuertes batallas en nuestros corazones. 4 min. 35 seg.
Démosle gracias a la Santísima Virgen María porque ha peregrinado en la historia de Colombia junto a los Dominicos y pídanosle que nos lleve a la verdadera libertad. 6 min. 7 seg.
Pasos para descubrir la presencia y auxilio de la Virgen María en la vida del pueblo cristiano: (1) el Cielo no está lejos de la Tierra; (2) Lo propio de la vida cristiana es el amor de caridad; (3) Cuando los santos acceden a la bienaventuranza no se extingue el amor que los hizo cristianos; (4) No hay criatura que tenga amor tan grande como la Virgen María; (5) No es extraño entonces que de distintas maneras se haga presente en auxilio del pueblo de Dios que peregrina. 15 min. 57 seg.
Allí donde María Santísima reina ella se anticipa a las necesidades, intercede eficazmente, acelera la obra de Cristo y discretamente se hace a un lado para dejarle toda la gloria a su Señor. 4 min. 45 seg.
Seamos personas de oración, reconociendo nuestras necesidades y teniendo la certeza de que Dios sobrepasa lo que le pedimos porque Nuestro Señor es abundante, es generoso. 4 min. 27 seg.
Acostúmbrate a tratar a la Virgen María como Reina, a descubrir en ella aquella persona que unida a Dios no puede hacer otra cosa que conducirte por las sendas del Señor. 6 min. 53 seg.
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1.1 La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (hacia 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla. La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.
1.2 El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa. Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.
2. La Renovación
2.1 Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
2.2 El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta." Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti.
Hijas de reyes salen a tu encuentro, / de pie a tu derecha está la reina, / enjoyada con oro de Ofir. R.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, / olvida tu pueblo y la casa paterna; / prendado está el rey de tu belleza: / póstrate ante él, que él es tu Señor. R.
Las traen entre alegría y algazara, / van entrando en el palacio real. R.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. (Salmo 44 )
Evangelio
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre."
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? (Lucas 1,39-56)
En el contexto de la preparación para la fiesta del 9 de Julio, un evangelio de la infancia, la visita de los Reyes Magos, nos obliga a descubrir lo propio de la verdadera obediencia y de cuándo hay que desobedecer. 37 min. 25 seg.
La invitación es agradecer a Dios por nuestra Madre María, y a Ella, por su presencia bendita, acogiendo su llamado a volvernos a Jesús haciendo lo que Él nos diga. 6 min. 47 seg.
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1.1 La Virgen del Rosario que ocupa el centro del cuadro mide aproximadamente un metro de alto; su mirada se vuelve hacia la izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus brazos. Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran dulzura. El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño. Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda deja colgar un pequeño rosario.
1.2 Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna, en una posición que sugiere que va de camino. Cubre su cabeza una toca blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de color rosado. Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y profundidad cuando se observan a cierta distancia.
2. Protección del Cuadro
2.1 Al lienzo se le han superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de plata, porta las insignias de la condecoración presidencial.
2.2 Durante trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón. Los devotos usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos objetos de devoción. Es algo realmente admirable que la tela se conserve intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido totalmente el frágil tejido de algodón. Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.