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Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P.Derechos Reservados © 1997-2024
Martes, Febrero 1 de 2000[Lectio Divina] [Laudes] [Vísperas] [Completas] Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí Ten presente en tus intenciones de este día:
Tiempo Ordinario, Año Par,
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Lectura: |
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1a. |
¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti! (2 Samuel 18,9-10.14b.24-25a.30-19,3) |
Salmo |
Inclina tu oído, Señor, escúchame. (Salmo 85) |
Evangelio |
Contigo hablo, niña, levántate (Marcos 5,21-43) |
Núm. |
Datos |
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Más... |
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1996/01/30 |
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2012/01/31 |
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2012/01/31 |
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2014/02/04 |
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2014/02/04 |
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2018/01/30 |
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2020/02/04 |
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2020/02/04 |
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2022/02/01 |
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2024/01/30 |
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Versión |
Homilía para leer: |
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1 |
1. El impredecible corazón del Rey David1.1 Si uno recorre la historia de David encuentra que muchas veces sus decisiones o reacciones causan absoluta sorpresa a los demás. Su corazón es como una caja de sorpresas. 1.2 Por ejemplo, cuando Saúl perseguía a muerte a David, y se dieron las circunstancias para que éste se deshiciera de su gratuito perseguidor, lo que David decidió fue no atacar al rey, así ese rey fuera su peor e injusto enemigo, que trataba por todos los medios de matarlo. De esto puede leerse en el capítulo 24 del primer libro de Samuel. 1.3 Aún más extrañamente: cuando Saúl mismo murió, junto con su hijo Jonatán, que era muy amigo de David, éste lamentó de corazón la muerte no sólo de su amigo sino la del rey. El dolor de David tiene un motivo preciso: ha sido asesinado el ungido del Señor. De esto se puede saber más en el capítulo primero del segundo libro de Samuel. 1.4 En la lectura de hoy encontramos un caso semejante. Esta vez, el enemigo de turno es uno de la propia casa: es Absalón, hijo de David, que codicia el trono y quiere pronto tener todo el poder. Las cosas han llegado a un punto en que es guerra abierta. Tal es el contexto en que llega la noticia de que Absalón ha sido abatido, y todo esperan que el rey se alegre, pero muy al contrario, estalla en llanto y duelo. 1.5 Lo que uno puede aprender de estos hechos es que David es un hombre que, a pesar de sus fallas, patentes en la Biblia misma, se mueve en un plano distinto. Su alma no se sacia fácilmente con las cosas de esta tierra, y aunque puede desearlas, en realidad su corazón no está apegado al poder, ni al dinero, y ni siquiera al placer. Lo que le hace feliz es la obra de Dios, su unción, su reinado, la hermosura de su casa, el esplendor de sus victorias. Y por eos el corazón de David parece tan extraño, porque realmente ama a Dios. 2. ¡Levántate!2.1 En el evangelio vemos el poder de la palabra de Jesús: "¡levántate!". Yo necesito esa palabra. Necesito escuchar que Jesús me dice esa palabra porque él, que es capaz de vencer a la muerte, puede superar lo que ha muerto en mí. Si mis proyectos, si la gracia preciosa, si mis esperanzas, si mi confianza en un mañana han muerto, hay uno que tiene una voz poderosa, una voz que, adentrándose en la caverna de la noche, arranca su presa a la muerte. 2.2 La palabra de Jesús causa un hecho extraordinario: ¡ha resucitado a una muerta! Y sin embargo lo que sigue es de lo más común y natural: hay que dar de comer a la niña. En esto hay una enseñanza que debemos recoger. Cristo no viene a introducirnos en la Isla de la Fantasía, como si por el solo hecho de creer en él tuviéramos que vivir como en circo, espectáculo tras espectáculo. Muchas veces el propósito de una sanación es restaurar el orden primero, el orden del Creador, y esto implica una existencia que puede ser de lo más normal y común. Tal vez sea ese un motivo para aquella advertencia de no contar a otros lo sucedido. 2.3 Cristo hizo el milagro de esta resurrección en una casa de familia. Y Cristo sigue visitando casas. La niña no estaba en la sala de recibo ni en la puerta de afuera; estaba adentro, muy adentro en el amor y en el dolor de esa familia. Cristo quiere llegar así a las casas: hasta dentro de su amor y su dolor, para también allí pronunciar su palabra hermosa y potente: "¡levántate!". |
-Fr. Nelson Medina, OP
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