Hoy hubo una experiencia nueva. Una emisora de radio, News Talk 106, hizo un programa especial sobre Colombia, y me invitaron. Éramos dos colombianos y dos irlandeses en el estudio: preguntas generales y respuestas más bien generales, sobre el estado del país, la violencia, las decisiones del gobierno, la influencia de los Estados Unidos, qué se le pediría a la Unión Europea… demasiado tema para 55 minutos!
Fair Play (4a. y última parte)
Keeping track of…
Hay una expresión muy inglesa que refleja otra dimensión del fair play. Es la idea de seguirle la pista (keep track) a los demás “jugadores.” Si la vida es como un juego y ganar es lograr que unas reglas sean las reglas del juego, es tu deber conocer al máximo las reglas y estrategias de los demás.
Este aspecto del modo inglés conduce a una paradoja más: la construcción que valora por igual la privacidad y el espionaje. Es la exaltación simultánea de la excentricidad y el voyeurismo. Cada quien es celoso hasta la paranoia de su mundo y a la vez mantiene un ojo en el mundo de los demás. Esto se refleja bien en la prensa británica. Podemos esperar obras magistrales, como algunos documentales de la BBC o pasquines repuganantes como algunos periódicos sensacionalistas. Y las dos cosas se venden en gran volumen y a la vez… probablemente incluso a las mismas personas!
Fair Play (3a. parte)
País de los desconciertos
El modo de ser inglés ha deconcertado a más de uno. Un caso famoso es el de Karl Marx. Este genial pensador, teniendo a la vista la pobreza y las estadísticas de la injusticia social en la Londres del siglo XIX, se atrevió a profetizar que el comunismo despuntaría en Inglaterra. Era una buena apuesta. Basta leer a Charles Dickens o consultar un manual de historia británica para asomarnos a lo que Marx tuvo que ver con espantoso realismo: la revolución industrial se alimentó, casi más que con el carbón para las máquinas, con la sangre y el sudor de los propios ingleses pobres, con sus esposas y sus niños. Algo apocalíptico se cocinaba como en una caldera en las miradas enfermas y resentidas de esos esclavos que laboraban 12 y más horas diarias. Marx vio eso. Luego fue a la Biblioteca Nacional de Londres y analizó juiciosamente datos y más datos. Así se gestó Das Kapital.
Fair Play (2a. parte)
Haciendo del orgullo virtud
El Fair Play tiene un único pero muy poderoso argumento, según es mi opinión: Si disminuyes a tu adversario para vencerlo nunca sabrás qué tan grande eres. Yo no soy sociólogo ni mucho menos pero mi impresión es que el fomento institucional y consuetudinario del orgullo hace parte de las sociedades en las que las reglas son más respetadas. Al parecer, cuando un ser humano construye un concepto muy alto e individualista de sí mismo incluye en ese concepto sus principios, que en buena parte provienen de las reglas de la sociedad en que vive. El efecto final es que la gente se acostumbra a trabajar por sus metas respetando las reglas, aunque con la clara esperanza de que esas mismas reglas le demuestren todo lo grande de su autoimagen. Este sistema resultó extraordinariamente eficaz para el Imperio Británico y de algún modo se ha extendido adonde ese mismo Imperio ha llegado.
Fair Play
Una de las expresiones más tradicionales y más profundamente sembradas en el inconsciente colectivo o el imaginario inglés es Fair Play: Juego Justo, podría traducirse, pero es más que eso.
Entendamos lo grave de lo sucedido en Corea del Sur
“No se puede matar vida humana con la esperanza de encontrar medicinas para salvar otras vidas,” dijo monseñor Elio Sgrecia, vicepresidente de la Academia Pontificia del Vaticano para la Vida. Aludía a la reciente clonación de embriones humanos en laboratorios de Corea del Sur.
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Semana de decisiones académicas
De vuelta de los EEUU, he tenido una semana de decisiones académicas. El Milltown Institute no es una universidad. Sin embargo, tiene plena autorización civil y eclesiástica para conferir grados de “tercer nivel” (doctorado). ¿Cómo?
La disyuntiva
Todavía recuerdo mi extrañeza la primera vez que oí hablar de sectas dentro de la Iglesia Católica. Semejante calificativo se justificaría, opinan muchos, por el comportamiento de corte absoluto, fundamentalista y proselitista. Los merecedores del epíteto serían grupos y movimientos del estilo del Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación, Legionarios de Cristo, e incluso la Renovación Carismático.
Cómo nos cambian la mente
Una de las cosas que uno como predicador, y quizá más como sacerdote, se pregunta es: ¿cómo se logra cambiar las ideas o concepciones morales de tantas personas? Es decir: ¿cómo se logra que tanta gente piense distinto en un tiempo relativamente corto?
Voluntad o pastillas
Una tendencia muy fuerte que he encontrado, tanto en EEUU como en Europa, es la de solucionar las limitaciones de la voluntad con pastillas. Un tratamiento para dejar de fumar se anuncia con estas palabras: “Ud. no necesitará hacer ningún esfuerzo consciente y no sentirá que le hace falta.“
Cómo mantener una convicción
Cerca de nuestra parroquia queda un hospital de construcción antigua. Como es natural, su entrada para vehículos es amplia, como para dar paso a una o incluso dos ambulancias a la vez. En esa entrada amplia hay una voz grabada que se repite todo el día y toda la noche, a volumen suficiente como para ser oída por todo el que llegue, aunque sin importunar a los vecinos.
Momento feliz
Creo que de lo más feliz que me ha pasado en cuanto al idioma inglés fue lo que sucedió hoy después de la Misa de 5.15 pm, que me correspondía en la capilla de San Martín.
Las ipod y la fe cristiana
Nota: ipod es el nombre comercial de un dispositivo diseñado y vendido por la empresa Apple. Sirve para almacenar canciones o en general archivos en formato mp3. Tiene el tamaño de un radio portátil o de un walkman y se utiliza comúnmente con audífonos.
Una parábola mil veces repetida
Los norteamericanos, cultores de la eficiencia en tantas cosas, han resultado especialmente eficientes en transmitir un ideal de vida, una especie de “parábola” de lo que significa triunfar y ser feliz. Es mi opinión que esta parábola, mil veces repetida, constituye el corazón mismo del sueño americano.
Los elementos típicos de la parábola son:
1. Un problema, negocio, desafío o aventura (estos cuatro son casi sinónimos en el subconsciente de los EEUU).
Los Estados Unidos de América
Ya de vuelta en Dublín, miro con gratitud el tiempo que Dios me concedió en los Estados Unidos, por todo lo vivido y aprendido.
Es un país gigante, atractivo, amigo de la apariencia tanto como de la eficiencia; pragmático, crispado, adolescente perpetuo, orgulloso de sus logros, cínico y noble, comerciante descarado; tierra en continua ebullición, país guerrero por vocación, amplio y anónimo, amigo del ahorro y del desperdicio, capaz de cualquier culto y de cualquier anonimato; país esquivo y cortés, procaz con un dejo de inocencia, sorpresivo, ágil, respetuoso y entrometido a la vez, sencillo en sus bases y sobrabundante en sus logros, idólatra del número uno y del puesto primero; y por encima de todo: rescoldo, el más vigoroso, de ese proyecto que un día pudo enamorar a toda Europa: el sueño del progreso continuo.
Viaje
Hoy, después de tantas horas de vuelo (en la práctica vienen siendo dos días), me ponía a pensar cuánto avanza uno cuando se siente un poco presionado por las circunstancias.
Con motivo del viaje tenía que empacar y arreglar muchas cosas, y una vez más compruebo que el tener que moverse, el ponerse em movimiento, libera. De vuelva a Irlanda, con el favor de Dios, encontré una habitación bastante más organizada y lista para el trabajo, el estudio, la oración y el descanso.
Decididamente, la vida nos va cargando con más de lo que realmente necesitamos, y por eso ser más libre a menudo implica despojarse de cosas (y recuerdos, palabras…) Lo que realmente es necesario siempre es mucho menos de lo que cargamos.
