Dios no “es” masculino ni femenino; ni es neutro ni tampoco andrógino. Sin embargo, y según ya hemos visto, esto no quiere decir que podamos hablar de Dios con cualesquiera términos, por ejemplo: según la moda o lo que resulte políticamente correcto para cada generación sobre esta tierra.
¿Él o Ella? (3a. parte)
Se ha vuelto común en algunos predicadores o teólogos el usar la expresión “Dios Padre-Madre” como tratando de evitar que asociamos demasiado estrechamente a Dios con el género masculino. Aquí hay dos temas distintos. Uno es el de los adjetivos: “paternal,” “maternal;” el otro es el tema de los pronombres o sustantivos.
¿Él o Ella? (2a. parte)
Una vez que está claro que no hay una solución perfecta para nombrar a Dios y menos para darle un género gramatical, vamos al testimonio de la Escritura en búsqueda de una solución parcial. Obviamente lo que encontramos es una aplastante mayoría de textos en los que se menciono a Dios gramaticalmente en masculino. Esa evidencia, sin embargo, no la consideramos en este momento como definitiva porque es fácil argüir de este modo: “Una Biblia escrita por hombres sólo podía hablar de manera masculina sobre Dios.” Mientras no respondamos a esa objeción, el sólo peso estadístico es insuficiente.
¿Él o Ella? (1a. parte)
Entre los descubrimientos interesantes de hallarse en una nueva cultura y una nueva lengua está el encontrar también un nuevo elenco de autores y obras. Entre estos cuento a un teólogo dominico inglés, Herbert McCabe, a quien admiro por su manera de plantear las cosas con un máximo de claridad y un mínimo de jerga y tecnicismo. Por cierto, falleció no hace mucho, el año 2001.
Hacia la Amistad con Jesucristo
Hemos comentado ya anteriormente que no deben tomarse de manera trivial expresiones como “ser amigo de Cristo,” y que la prueba es que, en la práctica y en la realidad, no nos resulta tan sencillo ser amigos de los grandes amigos de Cristo, que son los santos. Ello hace suponer que no es tan elemental lo de la amistad con Cristo.
Amigos Celestiales
¿Hay alguien más que quiera ser mi amigo, aparte de la gente que veo en este planeta? ¿Existen amigos invisibles, como ha pretendido la literatura infantil al hablarnos de hadas y duendes, o como enseña la Iglesia de nuestros Ángeles de la Guarda? ¿Se puede creer en seres así, o ya la ciencia demostró que todo eran mitos y fábulas?
Una Carta Llena de Preguntas
“¿Dios es amor? Yo soy padre de cuatro muchachos y todo el mal que pudiera evitarle a mis hijos se lo evitaría, si pudiera; sin embargo, Dios no me trata a mí de la misma manera. He sufrido injusticias por amar a Dios y Dios no ha hecho nada para librarme de ellas.”
No es fácil responder a tus preguntas, sobre todo porque desconozco los detalles de aquello que quizá te esté doliendo o atormentando más. Y lo cierto es que detrás de cada palabra hay una historia, pequeña o grande, y es esa historia la que le da sentido a la palabra.
Reflexiones sobre la Predestinación
Yo quisiera dejar recuento escrito de reflexiones y conclusiones parciales que he ido encontrando con respecto a la predestinación. El tema vino por el camino de la liturgia, porque en estas semanas hemos estado leyendo la Carta a los Romanos en las lecturas de la Misa.