Para aquellos que siguen estas entrada en el diario, convendrá tener unas referencias mínimas sobre cómo es este país. Me apoyo en la excelente reseña que ofrece una página uruguaya.
Arquitectura humana
De acuerdo con el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por su sigla en inglés), más de la mitad de la población mundial actual nace y crece en las ciudades. La ciudad es nuestro ambiente “natural”, podríamos decir con un juego de palabras. Pero ello no siginifica que cualquier modelo de ciudad sea viable ni que toda ciudad resulta vivible.
La Cultura Guinness
Dublín, como comentaba en otra entrada de este diario, tiene en su perímetro una inmensa fábrica de cerveza, que además es exportada a decenas de países. Es la famosa “Guinness”.
Paz y paradoja
Irlanda es un lugar paradójico: sus paisajes son un monumento a la paz del alma, pero su historia habla de sucesivas invasiones. Celtas, vikingos, normandos e ingleses han dejado su huella, pero de algún modo han sido asimilados también por el estilo de esta isla. De ese modo ha resultado que los vencedores (porque han logrado mucho de lo que querían) han sido vencidos (porque finalmente el alma irlandesa los ha asumido).
Cómo es Dublín
Dublín es una ciudad de contrastes y de gran movimiento. Tiene dos grandes zonas históricas, amén de amplios barrios residenciales y zonas verdes. Hacia el sur, hay todo un polo de vida y desarrollo en los alrededores de la calle Grafton; un poco más la norte, el gran eje que forma la calle O’Connell, actualmente en proceso de remodelación y embellecimiento urbano.
Gente Mayor
Vivo en una comunidad en la que priman los frailes de edad avanzada. “Adultos Mayores”, se les suele llamar ahora. Personas con un camino de servicio a la Iglesia y a la Orden Dominicana desde distintos campos: la docencia, las parroquias, los movimientos sociales, las obras de promoción humana. En esa trayectoria, ellos, lo mismo que tantos sacerdotes y tantas otras personas mayores en todo el mundo, han entregado su salud, sus mejores ideas, la energía de sus más queridos sueños.
Uno de los frailes estudiantes de aquí me decía hace unos días: “Para nosotros es muy significativo estar en la misma casa con estos hermanos. Cuando veo que la Comunidad tiene corazón para tender la mano a estos frailes en su fragilidad y enfermedad, sé que estoy en el lugar correcto”.
Ahora bien, cada edad tiene sus propias limitaciones y la madurez avanzada no es excepción. Los órganos de los sentidos se debilitan, la paciencia a veces se vuelve escasa, hay dolores y sentimientos adversos que se vuelven compañía cotidiana de los adultos mayores. Esto puede producir un aspecto general de dureza, ensimismamiento o indiferencia que a su vez causa alguna incomodidad a los demás.
En mi caso, por ejemplo, no ha sido muy fácil la comunicación directa con los hermanos de más avanzada edad. Ni la pronunciación de su inglés ni mi expresión en este idioma facilitan las cosas, ciertamente, y por eso entiendo que hay momentos en que se crea una barrera involuntaria entre nosotros. Dios nos ayude a superarla prontamente, porque sé que pierdo mucho si los pierdo como hermanos!
Situación académica
Bueno, gracias a Dios, se ha clarificado ya bastante cómo será la andadura académica este semestre.
Tengo básicamente cinco actividades: dos clases formales, dos tutorías y un “coloquio”.
Las dos clases formales son: Antropología teológica en diálogo con la Modernidad (Jim Corkery) y Método en Teología (Raymond Moloney).
Las dos tutorías son: Leyendo a Santo Tomás (Kevin O’Reilly) y Preparación para el Examen ante la Comisión de Doctorado (John Finnegan).
El coloquio versa sobre Investigación para Postgraduados (Christopher O’Donnell).
Jim y Raymond son sacerdotes jesuitas. John y Christopher son, el uno salesiano y el otro carmelita. Kevin es el único laico.
Bueno, que Dios nos bendiga. Hasta la próxima!
Evangelizando a través del océano
Ayer lunes sucedieron dos cosas que marcan mi tiempo en Irlanda: he recibido la “Green Card”, que me acredita oficialmente como inmigrante temporal en este país, y he realizado el primer envío de videos y material multimedia a Colombia.
En ese paquetico, que deberá llegar al final de esta semana, van saludos a todos, pero particularmente a los amigos de la Asociación Kejaritomene y a las Vírgenes Seglares Dominicas.
Y todo esto es sentir a la vez que todo está tan cerca y sin embargo tan lejos. O al revés: tan distante y a la vez tan próximo.
Lo importante es que así como nos baña con su luz un mismo sol, y miramos un mismo cielo, así nos anime una misma esperanza y nos conserve juntos un mismo amor.
Elogio de Europa
Hay lugares donde se siente palpitar el alma de un país. Así, por ejemplo, es imposible no sentir a los Estados Unidos junto a la estatua de la libertad, o no sentir a Francia junto a la torre Eiffel. Llega un punto en que se consuma una especie de “fusión” entre el lugar y su historia, de un lado, y del otro, el fluir de la vida de aquellos que le han llenado con sus voces, sus problemas y sus sueños.
Comidas y cosas
COMIDAS QUE EXTRAÑO DE COLOMBIA:
Humor que recibí en inglés
Viene bien un poco de humor. Preguntas de filosofía crítica…
Reflexión en el camino: La Vida
La vida trae un paquete complejo y a la vez apasionante, según vemos.
Vivir es el regalo de una existencia, de una pregunta… y del huidizo perfume de la esperanza.
Vivir es también la búsqueda, el coraje; es la capacidad de secar las lágrimas con una mano y seguir batallando con la otra.
Es ir más allá de nosotros. Es perder cada vez menos tiempo juzgando, porque invertimos más tiempo bendiciendo.
Es tener el valor de sonreír cuando ya es de noche y de orar cuando nadie nos mira.
Es callarse muchas veces y absolver muchas veces… a otros y a nosotros mismos.
Es un poco soñar mientras estamos despiertos y estar atentos mientras dormimos.
Es escuchar cien voces y cernir miles de discursos.
Es construir paso a paso una opinión y escribir cada noche un renglón, sólo uno, de una plegaria que nunca termina.
Es, en fin, tener siempre algo que agradecer, algo que pedir… para encontrar al final que sólo el amor hará posible que el Milagro antiguo, el Milagro de la Vida misma, siga su paso por este viejo mundo.
Por las calles
¿Dónde empieza la cultura? En la infancia. Junto con la leche materna (o enlatada) bebemos no sólo lo que alimentará nuestro cuerpo sino lo que alimentará nuestros sueños o temores, nuestras ilusiones o complejos.
Dos entrevistas claves
Las últimas 24 horas han estado señaladas por un par de entrevistas “claves”: ayer por la tarde con el Provincial de aquí, Géaroid Manning, y hoy por la mañana con el posible supervisor de mi tesis de doctorado, John Finnegan. Los resultados son muy buenos, gracias a Dios, y al soporte inmenso de tantas oraciones de parientes y amigos.
Quiero dejar público testimonio de gratitud al P. Manning, que me ha acogido con tanta benevolencia y caridad, no menos que si fuera hijo de su propia Provincia. En esto, además, Manning está siguiendo una hermosa tradición de generosidad que ha caracterizado al pueblo católico irlandés, en general, y a esta Provincia, en particular.
Con Finnegan la historia fue distinta. Este es un salesiano, psicólogo, que tiene la misión de ser mi primer supervisor de trabajo, y eventualmente también el supervisor de la tesis misma. Un hombre más bien serio, formal, un poco inquisitivo, que me puso en la tarea de “venderle” mi tema de tesis. Parece que hay humo blanco. Mañana debo registrarme en Milltown como pre-candidate al doctorado.
¡Bendito Dios!
¿Ha jugado “hurling”?
Me imagino que no. Yo tampoco. Pero si Ud. es irlandés, sé que tiene un conocimiento amplio del que es llamado “el juego más rápido del mundo”… y tal vez sí lo es.
Budapest y Dublín
Hace algo más de 21 años estaba yo en Budapest con ocasión de una Olimpiada de Matemáticas. En ese verano caluroso había poco tiempo libre porque las tensiones propias de las competencias y ejercicios de última hora no daba demasiado espacio para el turismo. Sin embargo, uno de aquellos días quedaron unas horas libres, tiempo suficiente para darse una caminata por aquellas calles centenarias, con el desparpajo y la ingenuidad propias de un muchacho de 17 años, que entonces era yo.