La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
San Felipe nació en Florencia, Italia, en 1515. Su padre se llamaba Francisco Neri. Desde pequeño demostraba tal alegría y tan grande bondad, que la gente lo llamaba "Felipín, el bueno".
En su juventud dejó fama de amabilidad y alegría entre sus compañeros y amigos. Habiendo quedado huérfano de madre, lo envió su padre a casa de un tío muy rico, el cual planeaba dejarlo heredero de todos sus bienes.
Pero, allá, Felipe se dio cuenta de que las riquezas le podían impedir el dedicarse a Dios. Un día tuvo lo que él llamó su primera "conversión". Consistió en que se alejó de la casa del riquísimo tío y se fue para Roma, llevando únicamente la ropa que traía puesta.
En adelante quería confiar solamente en Dios y no en riquezas, o familiares pudientes. Al llegar a Roma, se hospedó en casa de un paisano suyo de Florencia, el cual le cedió una piecita debajo de una escalera. Y se comprometió a ofrecerle una comida al día, si él le daba clases a sus hijos.
La habitación de Felipe no tenía sino la cama y una sencilla mesa. Su alimentación consistía en una sola comida al día: un pan, un vaso de agua y unas aceitunas.
El propietario de la casa declaraba que desde que Felipe les daba clases a sus hijos, éstos se comportaban como Ángeles.
Los dos primeros años, Felipe se ocupaba casi únicamente en leer, rezar, hacer penitencia y meditar. A lo largo de otros tres años, estuvo haciendo estudios de filosofía y teología.
Luego, por inspiración de Dios, se dedicó solamente a enseñar catecismo a las gentes pobres. Roma estaba en un estado de ignorancia religiosa espantable, y la corrupción de costumbres era impresionante.
Durante cuarenta años Felipe será el mejor catequista de Roma y logrará transformar la ciudad.
El Santo había recibido de Dios el don de la alegría y de amabilidad. Como era tan simpático en su modo de tratar a la gente, fácilmente se hacía amigo de obreros, empleados, vendedores y niños de la calle. Empezaba a hablarles del alma, de Dios y de la salvación.
Una de sus preguntas más frecuentes era ésta: "Amigo, ¿y cuándo vamos a empezar a volvernos mejores?". Si la persona le demostraba buena voluntad, le explicaba los modos más fáciles para llegar a ser piadosos y para comenzar a portarse como Dios quiere.
A aquellas personas que le demostraban mayores deseos de progresar en santidad, las llevaba de vez en cuando a atender enfermos en hospitales de caridad, que en ese tiempo eran pobrísimos, muy abandonados y necesitados de todo.
Otra de sus prácticas, era llevar a las personas que deseaban empezar una vida nueva, a visitar en devota procesión, los siete templos principales de Roma, y en cada uno, dedicarse un buen rato a orar y meditar.
Así, con la caridad para los pobres y con la oración, lograba transformar a muchísima gente. Desde la mañana hasta el anochecer, estaba enseñando catecismo a los niños, visitando y atendiendo enfermos en los hospitales, y llevando grupos de gentes a las iglesias a rezar y meditar.
Pero, al anochecer, se retiraba a algún sitio solitario a orar y a meditar en lo que Dios ha hecho por nosotros. Muchas veces pasó la noche entera rezando.
Le encantaba ir a orar en las puertas de los templos, o en las catacumbas o grandes cuevas subterráneas de Roma, donde están enterrados los antiguos Mártires.
Lo que más pedía Felipe al Cielo, era que se le concediera un gran amor hacia Dios. Y la vigilia de la fiesta de Pentecostés, estando aquella noche rezando con gran fe, pidiendo a Dios el poder amarlo con todo su corazón, éste se creció y se le saltaron dos costillas.
Felipe, entusiasmado y casi muerto de la emoción, exclamaba: "¡Basta Señor, basta! ¡Que me vas a matar de tanta alegría!".
En adelante, nuestro Santo experimentaba tan grandes accesos de amor a Dios, que todo su cuerpo de estremecía. Y en pleno invierno, tenía que abrir su camisa y descubrirse el pecho para mitigar un poco el fuego de amor que sentía hacia Nuestro Señor.
Cuando lo fueron a enterrar, notaron que tenía dos costillas saltadas y que éstas estaban arqueadas, para darle puesto a su corazón que se había ensanchado notablemente.
En 1458 fundó con los más fervorosos de sus seguidores, una cofradía o hermandad, con el fin de socorrer a los pobres y dedicarse a orar y meditar.
Con ellos, fundó un gran hospital llamado "De la Santísima Trinidad y los peregrinos". Allá, durante el Año del Jubileo en 1757, atendieron a 145 000 peregrinos.
Con las gentes que lo seguían, fue propagando por toda Roma la costumbre de las "40 horas", que consistía en colocar en el altar principal de cada templo la Santa Hostia, bien visible, y dedicarse durante 40 horas a adorar a Cristo Sacramentado, turnándose las personas devotas en esta adoración.
A los 34 años todavía era un simple seglar. Pero, a su confesor le pareció que haría inmenso bien si se ordenaba de sacerdote. Como había hecho ya los estudios necesarios, aunque él se sentía totalmente indigno, fue ordenado en el año 1551.
Apareció entonces en Felipe otro carisma, o regalo generoso de Dios: su gran don de saber confesar muy bien. Ahora, pasaba horas y horas en el confesionario, y sus penitentes de todas las clases sociales, cambiaban como por milagro.
Leía en las conciencias los pecados más ocultos, obteniendo impresionantes conversiones. Con grupos de personas que se habían confesado con él, se iba a las iglesias en procesión a orar como penitencia por los pecados, y a escuchar predicaciones. Así, la conversión era más completa.
San Felipe quería irse de misionero al Asia, mas su director espiritual le dijo que debía dedicarse a misionar en Roma. Entonces, se reunió con un grupo de sacerdotes y formó una asociación llamada el "Oratorio", porque hacían sonar una campana para llamar a las gentes a que llegaran a orar.
El Santo les redactó a sus sacerdotes un sencillo reglamento, naciendo de esta forma la comunidad religiosa llamada de "Padres Oratorianos o Filipenses". Esta Congregación fue aprobada por el Papa en 1575, y ayudada por San Carlos Borromeo.
San Felipe tuvo siempre el don de la alegría. Donde quiera que él llegaba, se formaba un ambiente de fiesta y buen humor. A veces, para ocultar los dones y cualidades sobrenaturales que había recibido del Cielo, se hacía el medio payaso y hasta exageraba un poco sus chistes y chanzas.
Las gentes se reían de buena gana, y aunque a algunos les parecía que él debería ser un poco más serio, el Santo lograba de esta manera que no lo tuvieran en fama de ser gran santo, a pesar de sí serlo de verdad.
En su casa de Roma reunía a centenares de niños desamparados, para educarlos y volverlos buenos cristianos. Estos muchachos hacían un ruido ensordecedor, y algunos educadores los regañaban fuertemente.
No obstante, San Felipe les decía: "Haced todo el ruido que queráis, que a mí lo único que me interesa es que no ofendáis a Nuestro Señor. Lo importante es que no pequéis. Lo demás no me disgusta". Esta frase la repetirá después un gran imitador suyo, San Juan Bosco.
Una vez tuvo un ataque fortísimo de vesícula. El médico vino a hacerle un tratamiento, pero de pronto el Santo exclamó: "Por favor, háganse a un lado que ha venido Nuestra Señora, la Virgen María, a curarme". Y quedó sanado inmediatamente.
A varios enfermos los curó al imponerles las manos. A muchos les anunció lo que les iba a suceder en el futuro. En la oración, le venían los éxtasis y se quedaba sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Muchas personas vieron que su rostro se llenaba de luces y resplandores mientras rezaba, o mientras celebraba la Santa Misa. A pesar de todo esto, se mantenía inmensamente humilde y se consideraba el último de todos y el más indigno pecador.
Los últimos años los dedicó a dar dirección espiritual. El Espíritu Santo le concedió el don de saber aconsejar muy bien. Aunque estaba muy débil de salud y no podía salir de su cuarto, por allí pasaban todos los días numerosas personas.
Los Cardenales de Roma, Obispos, sacerdotes, monjas, obreros, estudiantes, ricos y pobres, jóvenes y viejos, todos querían pedirle un sabio consejo, regresando a sus casas llenos de paz y de deseos de ser mejores. Decían que toda Roma pasaba por su habitación.
Empezó a sentir tales fervores y tan grandes éxtasis en la Santa Misa después de la Consagración, que el que le acolitaba, se iba después de la elevación y volvía dos horas más tarde, alcanzando a llegar para el final de la Misa.
El 25 de mayo de 1595, su médico lo vio tan extraordinariamente contento, que le dijo: "Padre, jamás lo había encontrado tan alegre". Y él le respondió: "Me alegré cuando me dijeron: vayamos a la Casa del Señor".
A la media noche le dio un ataque, y levantando la mano para bendecir a sus sacerdotes que lo rodeaban, expiró dulcemente. Tenía 80 años.
Fue declarado Santo en el año 1622, siendo considerado en Roma como su mejor catequista y director espiritual.
Durango México (1969) - ¡¡¡Felíz cumpleaños!!!! con todo nuestro amor en este día, te deseamos tu esposa e hijos, que Dios nuestro Señor te llene de su gracia y bondad, te bendiga y te acompañe siempre donde quiera que estés, que la alegría que irradias siempre esté en tí.
Cali, Colombia (1984) - Amado Padre Celestial, te damos gracias por estos 25 años de Matrimonio, gracias por nuestros dos hijos, por mantenernos unidos. Gracias porque siempre estás en nuestro corazón
North Hollywood, USA (2012) - Les hacemos cordial invitación a todas las personas de la ciudad y ciudades vecinas a el retiro de pentecostés que vamos a tener en la Iglesia de San Patricio los días 26 y 27 de Mayo del 2012. Para mas información llamar a Julian Velásquez. Teléfono 213-842-8188
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.
Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos preguntaban: "¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua."
Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar (Hechos 2,1-11)
Salmo
Bendice, alma mía, al Señor: / ¡Dios mío, qué grande eres! / Cuántas son tus obras, Señor; / la tierra está llena de tus criaturas. R.
Les retiras el aliento, y expiran / y vuelven a ser polvo; / envías tu aliento, y los creas, / y repueblas la faz de la tierra. R.
Gloria a Dios para siempre, / goce el Señor con sus obras. / Que le sea agradable mi poema, / y yo me alegraré con el Señor. R.
Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. (Salmo 103)
2a.
Hermanos: Nadie puede decir "Jesús es Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todo hemos bebido de un solo Espíritu.
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en su casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envió yo." Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."
Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Recibid el Espíritu Santo (Juan 20,19-23)
Sin pentecostés la Pascua sería sólo el recuerdo de un héroe fantástico. Con pentecostés la verdad del amor divino se hace realidad, vida, fuego. 4 min. 26 seg.
El amor es el que lleva a Cristo hasta el sacrificio de la cruz y el que hace que Él ruegue para que este amor descienda con fuerza sobre nosotros y nos haga criaturas nuevas. 4 min. 38 seg.
Nexo profundo entre la Cruz, la Paz, la Misión y el Perdón: el vínculo que les conecta es el amor de Dios, manifiesto en Cristo y dado a la Iglesia en Pentecostés. 7 min. 19 seg.
La Promesa de Dios es el Espíritu Santo, no hay don mayor por eso hemos de anhelarlo y pedirlo con frecuencia porque todo lo que es bello, bueno y que tiene la Iglesia viene de Él. 6 min. 55 seg.
Solo el Espíritu Santo nos da el auxilio y nos levanta, fortalece nuestra voluntad, nos saca del pecado y nos une a la Iglesia para así avanzar hacia la santidad. 4 min. 43 seg.
1.1 Son innumerables las enseñanzas que nos ofrece la teología del Espíritu Santo. Hoy queremos dar una mirada a las maravillas que obra el Espíritu, de las que poco hablamos en nuestro contexto católico. El resultado es que nuestra fe se vuelve más un asunto de conducta, de liturgia y de obediencia, y puede perder espontaenidad, alegría y fuerza de testimonio.
1.2 Nos apoyamos en preciosos textos del P. Jordi Rivero, sobre el Don de Lenguas, y de la Madre Adela Galindo sobre el Don de Milagros, ambos de la página http://www.corazones.org . Conservamos el formato propuesto por los autores.
2. El Don de Lenguas
2.1 Se le llama "don de lenguas" a diferentes dones que se deben distinguir para evitar confusión:
1- El don milagroso de hablar un idioma que no se ha aprendido por la vía natural. Este don se manifestó en Pentecostés.
quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. -Hechos 2:4
Se trata de un don milagroso. San Agustín enseña que en el comienzo de la Iglesia este don era necesario para que el Evangelio se comunicara rápidamente a todas las naciones, así todos podían recibirlo y además se daba testimonio del origen divino de su doctrina. Pero cuando la Iglesia ya hablaba los diferentes lenguajes (por medios naturales) el don se hizo menos necesario. En su tratado 32 sobre el Evangelio de San Juan, San Agustín, Padre del la Iglesia, siglo IV, escribe:
Hoy día, cuando el Espíritu Santo ha sido recibido, nadie habla en las lenguas de todas las naciones pues la Iglesia ya habla las lenguas de todas las naciones y si uno no está en ella, este no recibe el Espíritu Santo.
Santo Tomás, en su Summa Thelogia, confirma que este don milagroso de lenguas no es tan común como lo era antes. El don, sin embargo, no ha desaparecido. Entre los santos que lo ejercieron están: San Pacomio (siglo IV), San Norberto (siglo XII), San Antonio de Padua (siglo XIII), San Vicente Ferrer (Siglo XIV), San Bernardino de Siena (siglo XV) y San Francisco Javier, el gran misionero en el Oriente (siglo XVI). En cada caso el don abrió la puerta para comunicar el mensaje del Señor. En nuestro tiempo también hay numerosos testimonios de este don. Por ejemplo, sacerdotes que, en un momento de necesidad, han confesado o predicado en un idioma que desconocían.
2- Profecía en lenguas. Es el don de pronunciar profecías en un lenguaje ininteligible o desconocido por los que están presente. Estas palabras pueden ser interpretadas por alguien con el don de interpretación (sea porque conoce el lenguaje naturalmente o por un don especial). Entonces el mensaje edifica a la iglesia. Si no se interpreta, este don de lenguas se dirige solo a Dios y no a la comunidad.
Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; ... a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. ( I Corintios 12, 8; 10)
Según San Pablo estos dones (lengua y su interpretación) son parte del don de profecía pero advierte que debe estar sometido al orden de la iglesia. No deben, por ejemplo, varias personas hablar en este tipo de lenguas al mismo tiempo.
3-Orar en lenguas o canto de júbilo. Este don es muy diferente a los de arriba. Por medio de el se expresa, con sonidos ininteligibles, la devoción que no se puede poner en palabras. Se ha comparado con el canto gregoriano, cuando este extiende las sílabas en una hermosa armonía de alabanza.
A diferencia del don antes mencionado, este tipo de lenguas pueden ejercerlo varias personas o muchas, de igual manera que se expresa el canto en la comunidad. Mientras unos alaban en lenguas, otros pueden alabar con palabras del vernáculo o cantar. Es un don muy sencillo por el cual el Espíritu Santo nos asiste en la oración, particularmente en la alabanza. Este don se manifiesta con frecuencia en los grupos de oración carismáticos.
Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios. (Rm 8, 26-27)
Este don de lenguas es a la vez una forma de oración bajo la influencia del Espíritu Santo y bajo el dominio de la voluntad del sujeto. Dios no viola su libertad, por lo que la persona utiliza sus facultades normales. Es por eso que la persona debe rezar en lenguas utilizando su discernimiento en cuanto al momento y la forma apropiada para ejercerlo. Puede, por ejemplo elegir rezar en lenguas en alta voz o en silencio según sea o no una distracción para otros. No se trata por lo tanto de un milagro propiamente hablando sino de un don que se acopla a las capacidades normales de la naturaleza. En la oración en lenguas no se utiliza el intelecto para formular el lenguaje. El intelecto se absorbe en adoración.
San Agustín, Padre de la Iglesia del siglo IV, incluye el don de lenguas en el canto de "júbilo":
Mas he aquí que él Mismo (Dios) te sugiere la manera que has de cantarle: no te preocupes por las palabras, como si éstas fuesen capaces de expresar lo que deleita a Dios. Canta con júbilo. Éste es el canto que agrada a Dios, el que se hace con júbilo. ¿Qué quiere decir cantar con júbilo? Darse cuenta de que no podemos expresar con palabras lo que siente el corazón. En efecto, los que cantan, ya sea en la siega, ya en la vendimia o en algún otro trabajo intensivo, empiezan a cantar con palabras que manifiestan su alegría, pero luego es tan grande la alegría que los invade que, al no poder expresarla con palabras, prescinden de ellas y acaban en un simple sonido de júbilo.
El júbilo es un sonido que indica la incapacidad de expresar lo que siente el corazón. Y este modo de cantar es el más adecuado cuando se trata del Dios inefable. Porque, si es inefable, no puede ser traducido en palabras. Y, si no puedes traducirlo en palabras y, por otra parte, no te es lícito callar, lo único que pueden es cantar con júbilo. De este modo, el corazón se alegra sin palabras y la inmensidad del gozo no se ve limitada por unos vocablos. Cantadle con maestría y con júbilo. (S.Agustín Salmo 32, sermón 1, 7-8: CCL 38, 253-354) Mas sobre este texto">
Como todo don, las lenguas pueden utilizarse bien o mal.
No se debe exagerar ni minimizar la importancia de ningún don. Cada uno tiene su lugar en al plan de Dios y debe utilizarse solo a su servicio. Ningún don es prueba de santidad.
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. I Corintios 13, 1.
Debemos aceptar con gratitud todos los dones de Dios y usarlos bien. San Pablo dice:
Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros - I Corintios 14,18
Habiendo clarificado gratitud por el don de lenguas que el mismo posee, San Pablo escribe en el próximo versículo:
pero en la asamblea, prefiero decir cinco palabras con mi mente, para instruir a los demás, que 10.000 en lengua. -I Corintios 14,19
En las reuniones de cristianos todo don tiene su lugar en el orden que debe existir. (Cf 1 Cor 14, 39-40)
El don de lenguas también es una gran ayuda en la oración privada.
Los sacerdotes y líderes de grupos tienen una responsabilidad de enseñar el uso correcto de los dones. Deben ayudar a vencer las dudas y otros obstáculos como también advertir sobre los excesos. De igual manera, no es justo condenar un don de Dios porque algunos lo hayan mal usado o mal interpretado.
Las lenguas no son una "señal" para los creyentes
San Pablo:
Así pues, las lenguas sirven de señal no para los creyentes, sino para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para los creyentes. I Corintios 14, 22
San Pablo no está sugiriendo que no se use el don entre creyentes. Solamente dice que no se tenga entre ellos como señal. Y es que algunos enseñan falsamente que el don de lenguas es señal de elección o de santidad o asumen que si no hay oración en lenguas no está actuando el Espíritu Santo. Estos errores se deben condenar. San Pablo exhorta a la madurez, a valerse con gratitud de todos los dones pero no fascinarse con los dones mas visibles, sino reconocer el lugar de cada uno. El de lenguas es inferior a los demás dones y virtudes.
El don de lenguas, siendo para el bien de la Iglesia, nos ayuda a abrirnos a otros dones. Pero esto solo ocurre si el corazón está bien ordenado según la sana doctrina.
Testimonio: El don de lenguas ha sido una gran ayuda para abrir mi corazón en oración. Una vez explicado correctamente en el contexto de una comunidad que acepta el don, las lenguas son recibidas por muchos y la comunidad incrementa su alabanza. En nuestra experiencia, el don de lenguas, una vez recibido, permanece como don. Pero muchas veces se abandona como si fuese un don solo para principiantes. Si se desprecia el don, si se puede perder. Tenemos una tendencia a estar en control y convertir los grupos de oración en grupos de discusión o compartir, cosas buenas en sí pero que no deben sustituir la alabanza.
3. El Don de Milagros
I. El don de milagros
¿Que es el don de milagros?
Es una manifestación temporal del poder de Dios a través del cual, un obstáculo es removido o una oportunidad se da, de forma especial. Para que sea milagro, este efecto tiene que venir de la intervención directa de Dios en las realidades humanas.
Es un medio de conversión para algunos y aumento de fe para otros.
¿Que eventos son los que se pueden considerar milagros?
a) Una curación inmediata de una enfermedad de gravedad.
b) Un cambio completo de mente o de corazón de una persona.
c) La conversión repentina de un enemigo de la Iglesia.
d) El movimiento de objetos materiales (por ejemplo: que se pueden encontrar.)
e) Tanto la llegada de repente de una persona, como el ser removida de repente, lo cual hace posible la solución de algún problema.
** La Iglesia tiene mucha cautela en decidir definitivamente si ha ocurrido un milagro.
Si es tan difícil decir si ha ocurrido un milagro, ¿que valor tiene el conocimiento de este don?
Es importante saber y creer que Dios interviene a través de milagros porque así, si El inspira a una persona (o a un grupo) a pedir por un milagro, esta persona (o este grupo) podrán estar disponibles a cooperar con Sus inspiraciones.
¿Que propósito tienen los milagros?
Hay tres propósitos:
a)Corregir una situación que no se puede corregir de forma natural;
b)Apoyar y aumentar la fe de los que están envueltos;
c)Demonstrar la aprobación de Dios al ministerio de predicación.
¿Son evidentes los milagros en el movimiento de la Renovación Carismática?
Si. La apertura de estos grupos a la oración y a los dones carismáticos es la condición necesaria para que Dios manifieste su poder. Como el don de milagros es un don poderoso, se puede esperar mayor desarrollos en el ministerio de milagros a la medida en que las personas van creciendo en la vida espiritual.
Si los milagros son extraordinarios, ¿porque San Pablo los incluye en la lista de los dones carismáticos regulares?
Hay momentos en la vida de los grupos de oración o en la vida de un individuo, que hace falta un verdadero milagro para obtener algún designio que Dios quiere. Por tanto, aunque sea un ayuda extraordinaria, la necesidad de ella surge en cada grupo y en la vida cotidiana de los individuos.
II. Don de milagros en las Sagradas Escrituras
¿No seria demasiado extraordinario la presencia del don de milagros como algo regular en la vida cristiana?
Los milagros fueron por seguro, una parte regular de la Iglesia Primitiva y sin embargo la vida de los primeros cristianos era una vida ordinaria. Los milagros eran intervenciones extraordinarias en vista de necesidades extraordinarias. Las personas llevaban una vida normal, pero creían que Dios intervendría en algunas situaciones para salvarlos.
¿Cual es la actitud del Antiguo Testamento en referencia a los milagros?
Es difícil decir cual es la actitud. En el Antiguo Testamento la naturaleza no era considerada como regida por leyes estables y tampoco existía una palabra en Hebreo para milagro. Algunas de las figuras del Antiguo Testamento si tenían poderes milagrosos (como Moisés y Elías) pero es difícil decir que fue lo que ocurrió.
¿Que enseñan los evangelios sobre los Milagros?
Los Evangelios usan la palabra poder para indicar milagros. También consideran que el poder de Dios entró en el mundo de forma especial en la persona de Cristo.
¿Cuales son los textos del Nuevo Testamento que testifican el poder que tenían los apóstoles de hacer milagros?
a) La muerte de Ananías y Safira (Hechos 5 : 1 -1 0)
b) Los milagros de Felipe en Samaria (Hechos 8 : 6)
c) La resurrección de Tabita (Hechos 9 : 36 - 43)
d) La resurrección de Eutico (Hechos 20 : 10)
e) La protección de Pablo después de haber sido mordido por una serpiente (Hechos 28 : 5)
III. EL DON DE MILAGROS Y OTRO DONES CARISMÁTICOS
¿En que manera se distingue el don de milagros del don de sanación?
El don de milagros abarca muchas situaciones y su naturaleza sobrenatural es mas patente. Una curación grande e inmediata sería considerada un milagro, mientras que en otras curaciones Dios actúa sobre un periodo de tiempo.
¿Como se relacionan el don de milagros y el don carismático de la fe?
Son muy unidos en que, a través de ambos, Dios eleva el poder de la intercesión a un nuevo nivel. También, porque el don carismático de la fe esta operante en el don de milagros.
Son distintos en que el don de milagros tiene un efecto externo, verificable y por tanto, es un signo extraordinario del poder y la protección de Dios. El don de la fe por lo general, no necesita este signo externo. Muchas veces la misma persona no esta consciente del poder que hay en su oración de fe.
¿Como están relacionados el don de milagros y la palabra de sabiduría?
Se puede decir que ambos operan en situaciones importantes o peligrosas. La palabra de sabiduría es Dios actuando mas en sentido espiritual o intelectual de forma que las personas son movidas a través del poder de la palabra que se dice. Los milagros intervienen en las situaciones por el poder de Dios y muchas veces sin que se digan muchas palabras.
¿Cuando ocurren los milagros?
a) Hay veces en que Dios esta dispuesto a obrar un milagro aun para las persona que Le huye. Este milagro se le atribuye a las oraciones de los demás.
b) A veces, cuando una persona esta recién convertida, Dios obra un milagro como un signo inolvidable para esa persona de su poder y de su fidelidad. Pero la presencia regular de milagros no es normal en los comienzos de la vida espiritual.
¿Que debe hacer una persona para predisponerse a este don?
Los milagros requieren una fe activa y un amor para los demás que mueve al individuo a rogarle a Dios continuamente, sin dejar de interceder. Además se requiere una sensibilidad extrema a las mociones del Espíritu Santo y al poder divino.
IV. CRECIMIENTO EN EL DON DE MILAGROS
¿Existen condiciones que alimentan el crecimiento del don de milagros?
Son los siguiente:
a) Como muchas veces son la confirmación de Dios a la palabra que se predica, los milagros se hacen mas presente cuando la palabra de Dios es predicada y vivida.
b) Como están supuestos a remover los obstáculos a la voluntad de Dios, los milagros se hacen mas presentes cuando la persona esta totalmente comprometida a Su Voluntad y a la promoción del Reino.
c) Los milagros se encuentran mas entre las personas que han madurado mas en la vida Espiritual.
¿No es una forma de presunción hablar de crecimiento en el don de milagros?
Aunque pueda parecer así, esta presunción se basa en:
a) El hecho que San Pablo considera los milagros como un ministerio que se da de forma regular a las comunidades cristianas.
b) Estos dones carismáticos extraordinarios se hacen cada vez mas abundantes en vista del bien que redunda a la Iglesia. En estos tiempos actuales, parece ser que estos son mas abundantes en las comunidades carismáticas.
V. APLICACIÓN PRACTICA DEL DON DE MILAGROS
¿No podríamos decir que la Era de milagros ya paso, ahora que el hombre ha descubierto las medicinas milagrosas y otras formas de cambiar la vida humana?
No porque:
a) Con la complejidad de la vida contemporánea, el hombre se enfrenta a problemas mayores hoy que en siglos pasados.
b) Aun con todos sus poderes humanos, el hombre se encuentra indefenso ante sus dificultades.
c) Son los mismos poderes humanos (poder nuclear, etc.) lo que son la causa de mucho de las problemas del hombre.
¿Cual es la actitud correcta ante el don de milagros?
a) Los milagros ocurren solamente cuando los medios humanos han fracasado o no están presentes.
b) El hombre no debe ver el milagro como algo normal, sino que lo debe ver como una intervención extraordinaria del amor de Dios.
c) El hombre no debe limitar las acciones de Dios con ideas preconcebidas de lo que Dios no puede o no va hacer.
d) El individuo deber entregarse totalmente a Dios y Su Reino utilizando todos los dones con discernimiento, sabiendo que, cuando se presenten obstáculos, el puede mirar con fe a Dios para conseguir los milagros necesarios en su favor.