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San Lázaro tuvo la dicha de ser el protagonista de uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo, ya que fue resucitado por el Señor después de cuatro días de haber fallecido.
Según las Sagradas Escrituras, Lázaro enfermó gravemente y dos de sus hermanas, Marta y María, enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde se encontraba Jesús, con el siguiente mensaje: "Aquel a quien Tú amas, está enfermo" (véase San Juan 11,3).
¡Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas! "Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte".
El Santo falleció, y apenas al cuarto día llegó el Señor. Las dos hermanas salieron al encuentro de Jesús en medio de lágrimas y sollozos, diciéndole:
"¡Oh, Señor! ¡Si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: 'Jesús'. No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! ¡Oh,Señor! Si hubieras estado aquí, no se habría muerto nuestro hermano"(véase San Juan 11,21; 11,32).
Cristo respondió: - "Yo soy la Resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre" ( véase San Juan 11,25-26). Jesús, al verlas llorar, se conmovió y también lloró.
Nuestro Redentor, verdadero Dios y verdadero Hombre, sintió también el dolor ante la muerte de un ser querido. Los judíos que estaban allí en gran número, exclamaron: "¡Miren cuánto lo amaba!" (véase San Juan 11,35).
Jesucristo dijo: "¡Lázaro, yo te mando, sal fuera!" (véase San Juan 11,43). Y Lázaro se levantó. Después de cuatro días de muerto, fue resucitado milagrosamente y visto por la multitud que contempló el hecho.
Zarzal, Colombia - Hoy mi familia recuerda la fecha del nacimiento de mi papá, y ruega por el eterno descanso de su alma. Doy eternas gracias a mi Padre Celestial por habernos prodigado un excelente Padre en la tierra, con su ejemplo de vida cristiana y oraciones nos ha bendecido. Hector
San José, Costa Rica (1973) - Por las necesidades tanto espírituales y materiales de mi hijo y por su esposa e hijos. Que le den su lugar a nuestra Madre Santísima y a Jesús Eucaristía.
Bogotá, Colombia (2005) - Les pido siempre oración por mi matrimonio y los matrimonios de todo el mundo especialmente de mi comunidad Genesis, la koinonia de matrimonios.
Bendiciones
Cartagena, Colombia (1961) - Para poder mantener un matriminio durante muchos años, es necesario mucho amor y dedicacion de las parejas. Encontrarse a diario con espiritu Cristiano y de perdon. La convivencia es siempre dificil pero se pueden superar todas las etapas si queremos mantenernos unidos, el matrimonio no es un acto desechable, es un acto donde siempre se
debe tener presente el Sacramento y vivirlo como tal.
Toluca, México (1994) - Hoy la tierra y los cielos me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado....
¡hoy creo en Dios! - Becquer - Como aquel día que por vez primera me miraste desde tu ventana a mi ventana - Te amo, Samuel
Bogotá, Colombia (2006) - Gracias mi amada esposa por estar todo este tiempo a mi lado, que sea nuestro Padre Dios Todo Poderoso el que siga guiando con la misericordia de su hijo nuestro Señor Jesucristo y mamita María este sacramento del matrimonio para vivir en su amor, verdad y justicia. Te amo.
Ordenación Sacerdotal. Montevideo, Uruguay (1985) - Cura Párroco de la Parroquia de la Inmaculada Concepción del Paso Molino. En nombre de esta \"Comunidad de las Esclavas\" que agradecida le recuerda y le quiere, llegue a él nuestros más afectuosos saludos.\"
Bogotá Colombia (1960) - En esta fecha se casaron mis padres, es el aniversario de mi hogar. Mi Padre ya falleció, pero dejo fuertes cimientos junto con mi mamá que continuo sola luchando, manteniendo el calor de hogar con valores que nos ayudaron a crecer.
Gracias a Dios por todas sus bendiciones para esta familia.
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, / se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; / porque ha mirado la humillación de su esclava. / Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: / su nombre es santo, / y su misericordia llega a sus fieles / de generación en generación. R.
A los hambrientos los colma de bienes / y a los ricos los despide vacíos. / Auxilia a Israel, su siervo, / acordándose de la misericordia. R.
Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Que vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado hasta la venida del Señor (1Tesalonicenses 5,16-24)
Evangelio
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" El dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy al voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías." Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia."
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Ser testigo es recibir y poder contar. Ser testigo de la luz es identificar lo que uno no es para encontrar en Cristo lo que uno sí es. 43 min. 11 seg.
Para la misión la Iglesia necesita personas que sean voz que anuncien la Palabra, prediquen el arrepentimiento y luego anuncien la gracia de la conversión y la vida nueva. 7 min. 31 seg.
Estamos viviendo el Adviento con fuerza, esperanza y alegría porque nos damos cuenta que nuestro recorrido tiene sentido, que Nuestro Señor viene en camino. 4 min. 43 seg.
¿Cómo puede uno alegrarse en medio de las dificultades? Frente a las CONTRADICCIONES, descubrir que Dios está marcando una ruta; frente a los SUFRIMIENTOS, asociarnos al amor y sacrificio de Cristo; frente a la INCERTIDUMBRE, recordar que lo que Dios disponga será siempre para nuestro mayor bien. 29 min. 34 seg.
¿Qué está frenando la obra de Dios en tu vida? ¿Qué está frenando el plan de Dios en tu camino? Limpiemos el camino porque nuestro Mesías está cerca. 3 min. 48 seg.
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1.1 La vida y la palabra de Juan tenían que despertar esta pregunta: ¿quién eres? Marcos, por ejemplo, nos ha contado cómo vivía Juan: "llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre" (Mc 1,6). Su manifiesta ruptura con la sociedad era un inmenso interrogante que un día tenia que dispararse: ¿quién eres?, es decir: ¿por qué vives como vives y hablas lo que hablas?
1.2 Hay que destacar quiénes hacen la pregunta: son enviados de las autoridades. Su pregunta no es simple curiosidad ni, lamentablemente, parece ser el espontáneo deseo de conversión que las multitudes sintieron al oírle. Interrogan porque quieren saber qué autoridad está detrás de Juan, o con otros términos, quén y por qué podría hacer competenciao sombra a la autoridad de ellos. Esto explica la razón de la interpelación que le hacen en Jn 1,25, del evangelio de hoy: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?".
2. Soy una voz
2.1 La respuesta del Bautista es extraña, sin duda, para aquellos fariseos. Soy una voz, les dice. Un modo terriblemente abstracto de referirse a sí mismo. Mas no cualquier voz; es la voz que anunció Isaías, aquella que proclama la redención después del destierro.
2.2 Isaías hablaba de rectificar los caminos para que brillara la gloria de Dios (Is 40,3ss). El espectáculo maravilloso que debía darse en esa clazada recta o rectificada era el paso de victoria del pueblo que vuelve del destierro. La realidad fue bastante distinta. Los judíos volvieron de su destierro a Babilonia, pero en condiciones humildes y precarias, y con el corazón abatido, como lo describen bien los libros de Esdras y Nehemías.
2.3 Este contexto nos permite entrever la fuerza de la palabra del Bautista: él dice que es esa voz que en aquel retorno no se dejó oír. Dice entonces que la gloria que no brilló en el retorno de Babilonia ahora se apresta a lucir ante todos los pueblos. De modo que si las autoridades están inquietas y quieren saber a qué se están enfrentando, que entiendan que es Dios mismo quien está detrás de todo esto. Esas autoridades no son lo que anunció Isaías; su poder es provisorio y quedará empañado. El mensaje es claro.
3. Dios se sale con la suya
3.1 Las palabras de Juan al final del evangelio de hoy son un acto de humildad pero también, si lo pensamos bien, una advertencia. Si Juan, el rebelde, el indómito del desierto, es tan pequeño ante aquel que viene, ¿quién viene, por Dios?
3.2 Isaías dijo: "el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones" (Is 61,11). Entonces Dios toma nuestra historia en serio. La vida no es un botín para provecho de los más fuertes. Ningún hombre puede creerse indefinidamente señor y dueño de otros hombres. La vanidad cede y retrocede; la justicia de Dios brilla. ¡Qué hermosa visión de Adviento!