El que es verdaderamente generoso no solo da bienes materiales, sino que sirve a Dios; al desprenderse del mundo, también renuncia a los aplausos y reconocimientos.
En el primer misterio de la creación contemplamos la sabiduría y la hermosura con que Dios ha dispuesto todas las cosas, en su tiempo y en su lugar.
En el segundo misterio de la creación contemplamos el poder de la Palabra creadora de Dios, pues todo ha venido a ser porque él lo dijo y existió.
En el tercer misterio de la creación contemplamos que Dios hizo los cielos y los Santos Ejércitos celestiales.
En el cuarto misterio de la creación contemplamos que Dios hizo el universo visible, y suyo es cuanto hay en esta tierra.
En el quinto misterio de la creación contemplamos que Dios formó al hombre y a la mujer.
En el sexto misterio de la creación contemplamos la vocación del hombre para que se multiplique y domine la tierra en nombre de Dios y obediencia a él.
En el séptimo misterio de la creación contemplamos el paraíso, primera imagen de la felicidad que Dios quiso para sus hijos.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]
La luz de Dios nos guía, nos ayuda a evitar obstáculos y a comprender la vida con claridad y sentido. Como discípulos, estamos llamados a ser luz para los demás, transmitiendo alegría, esperanza y dirección en su camino.
En el primer misterio glorioso contemplamos la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
En el segundo misterio glorioso contemplamos la Ascensión de Cristo a los Cielos.
En el tercer misterio glorioso contemplamos el día de Pentecostés: la efusión del Espíritu Santo da nacimiento a la Iglesia.
En el cuarto misterio glorioso contemplamos la santidad de la Iglesia, especialmente visible en sus mártires, ya desde los primeros tiempos.
En el quinto misterio glorioso contemplamos la Asunción de la Virgen María y el poder singular de su intercesión por la Iglesia que peregrina.
En el sexto misterio glorioso contemplamos la segunda venida de Cristo, y que de su Reinado han de participar para siempre la Virgen María y todos los santos.
En el séptimo misterio glorioso contemplamos que la muerte misma morirá, y que Dios será todo en todos.
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MEMORIA DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA
María es madre de la Iglesia porque cuida la vida de Dios en cada bautizado y guía hacia la santidad. Ella protege a la Iglesia y nos conduce a la conversión y al respeto por la vida.