Hace algo más de cuarenta años, el Papa Juan XXIII echó a rodar una palabra que cobró inmensa importancia y que se convirtió en punto de referencia para la mayor parte de la vida de la Iglesia durante el Concilio Vaticano II y después de él. Estoy hablando, desde luego, del aggiornamento.
Qué hace la Iglesia Católica en Irlanda
Ayer hablaba de la temible amenaza del secularismo. Quiero comentar, en honor a la verdad, que la Iglesia Católica no se ha dormido en Irlanda.
Reflexiones sobre la Predestinación
Yo quisiera dejar recuento escrito de reflexiones y conclusiones parciales que he ido encontrando con respecto a la predestinación. El tema vino por el camino de la liturgia, porque en estas semanas hemos estado leyendo la Carta a los Romanos en las lecturas de la Misa.
Un Papa en su Ocaso
Juan Pablo II se nos muere. Hay quienes quieren que renuncie, como para evitar que el mundo vea que se está inmolando. Yo no estoy de acuerdo con esa presión a la que se le quiere someter, y puedo decir por qué.
Hijos Predilectos
Desde hace unos años se ha popularizado la expresión “hijos predilectos” para referirse a nosotros los sacerdotes. Es algo que uno agradece, cómo no, pero que también engendra algunos reparos.
A mí personalmente me gusta más encontrar las “preferencias” de Jesús, y por tanto a sus “preferidos”, siguiendo el testimonio de los evangelios.
Es verdad que el Señor dijo a sus apóstoles: “a vosotros no os llamo siervos; os llamo amigos” (Jn 15,15), y es verdad que en ello hay un signo elocuente y bello de predilección, pero notemos que esta elección conlleva una misión. No se trata de ser los consentidos de Cristo, ni de crear unos cristianos “de primera”, ante los ojos de los demás, que serían los “de segunda”.
Polarización
Creo que en la Iglesia Católica nos estamos como “polarizando” : van quedando, por una parte instituciones de absoluta ortodoxia, en las cuales sin embargo el pensamiento como tal está muerto, porque terminan reduciéndose a repetidoras de las posturas oficiales y difusoras más o menos pedagógicas del Magisterio; por la otra, instituciones de corte liberal, en las que, en el mejor de los casos, se le cuenta a la gente cuál es la versión oficial de las cosas pero sin poder real de persuasión y de FORMACION en la fe a partir de experiencias genuinas de conversión y de gracia.