Amor en acción

No confundas la serenidad con la pereza, con el abandono, con el retraso en las decisiones o en el estudio de los asuntos. La serenidad se complementa siempre con la diligencia, virtud necesaria para considerar y resolver, sin demora, las cuestiones pendientes.

Sobre ti recae -a pesar de tus pasiones- la responsabilidad de la santidad, de la vida cristiana de los demás, de la eficacia de los otros. Tú no eres una pieza aislada. Si te paras, ¡a cuántos puedes detener o perjudicar!

Más pensamientos de San Josemaría.

Transgénero. Un análisis médico. Por el Dr. Horacio Boló.

“El artículo comienza relatando el caso de Keira Bell, una mujer de 24 años, inglesa, que todos los días se lamenta de haberse convertido en un “hombre” transgénero. En su adolescencia recibió bloqueantes de la pubertad y luego testosterona (hormona masculina). A los 20 años le hicieron una mastectomía bilateral. El 1 de diciembre del 2020 ganó un juicio contra un servicio dedicado a la identidad de género del Servicio Nacional de Salud (Gender Identity Development Service) alegando que los clínicos debieron haber estudiado más de cerca su solicitud de cambio de sexo antes de empezar con el tratamiento médico…”

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Breve ordo para la semana
del 13 al 19 de Junio de 2021

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

13 de Junio de 2021: Domingo XI del Tiempo Ordinario, ciclo B

Lunes 14:

Martes 15:

Miércoles 16:

Jueves 17:

Viernes 18:

Sábado 19:



Breve aviso a los colombianos (y amigos de otros países)

Que disminuyan o terminen las protestas en las calles no significa ni que se hayan resuelto las graves cuestiones sociales que sirvieron de motivación para realizarlas, ni que se hayan disuelto los planes socialistas que buscan el poder en este país, con los hechos subsiguientes, que empezarán por hacer una Constitución a su medida, como está sucediendo ahora mismo en Chile.

Por favor, tomar nota de estos hechos: (1) Es de humanidad implementar reformas y medidas que mejoren sustancialmente los padecimientos de millones de colombianos; y (2) Es necesario tener claros los planes de quienes dirigieron y consiguieron financiación para los bloqueos y protestas: para ellos, ese tiempo y dinero fueron una inversión de la que esperan sacar un resultado.

En cuanto creyentes, estos dos llamados son aún más urgentes porque brotan de la justicia, la caridad y la verdad del Evangelio.

Crece la sensibilidad anti-aborto en Estados Unidos

“¿Qué piensa la población estadounidense acerca del aborto? A esto responde el más reciente estudio realizado por el grupo demoscópico Gallup: 46% cree que está mal y 47% es aceptable. O lo que es lo mismo: la población está dividida también en este punto. A lo largo de los años en que Gallup realiza este sondeo con el tema específico del aborto las respuestas han oscilado más hacia la consideración del aborto como algo inaceptable que a valorarlo como aceptable. En 2020, por ejemplo, el 47% decía que el aborto era incorrecto y el 44% dijo que lo aceptaba. En 2013 43% lo veía aceptable y 48% inaceptable…”

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¿Lo justo se define por simple reciprocidad o equivalencia?

Lo recibido en retribución implica igualdad de compensación entre lo que se recibe y la acción precedente; lo cual se dice que tiene lugar con máxima propiedad en las acciones injuriosas con que alguno hiere a la persona del prójimo; como, por ejemplo, si un hombre golpea a otro, que sea golpeado a su vez. En la ley mosaica se determina esta especie de justicia: Pagarás vida por vida, ojo por ojo… (Ex 21,23). Mas, puesto que quitar una cosa del otro es realizar una acción injusta, por ello, secundariamente, también se puede hablar de cumplir la reciprocidad, es decir, en cuanto que cualquiera que haga daño a otro en sus bienes ha de ser, a su vez, perjudicado; y esta justicia también es recogida en la ley antigua: Si alguien hubiere hurtado buey u oveja y los matare o vendiere, restituirá cinco bueyes por un buey y cuatro ovejas por una oveja (Ex 21,37). Se aplica en tercer lugar esta denominación de recibido en reciprocidad a los cambios voluntarios, en los que hay por una y otra parte acción y pasión; pero la voluntariedad disminuye aquí por razón de pasión, como se ha dicho (q.59 a.3).

Pero, en todos estos casos, debe hacerse, según la naturaleza de la justicia conmutativa, la compensación conforme a la igualdad, es decir, de modo que la reacción sea igual a la acción. Pero no tendría lugar siempre esa igualdad si alguien experimentase la misma especie de mal que a su vez hizo, porque, en primer lugar, cuando uno ofende injuriosamente a la persona de otro de más alta categoría, es mayor la acción que la pena de la misma especie que él habría de padecer en retribución; por lo cual, al que hiere al príncipe no sólo debe infligírsele igual daño, sino que, además, debe ser castigado más severamente. Igualmente también, cuando alguien perjudica a otro en sus bienes sin su consentimiento, mayor es la acción que sería la retribución si solamente se le quitase aquella cosa que él arrebató, pues el que dañó a otro en lo suyo en nada propio quedaría perjudicado; y por esto se le castiga a que restituya una mayor cantidad, porque no sólo perjudicó a una persona privada, sino al Estado, violando la seguridad de su tutela. Tampoco, asimismo, en las transacciones voluntarias la retribución sería siempre igual si uno diera cosa suya recibiendo la de otro, porque tal vez ésta sea mucho mayor que la suya. Por eso es preciso en los cambios igualar la contraprestación a la acción, según cierta medida proporcional, por lo cual se inventaron las monedas. De este modo, la reciprocidad en las prestaciones es lo justo conmutativo.

Mas, en la justicia distributiva, esto no tiene lugar, puesto que en ésta no se determina la igualdad según la proporción de cosa a cosa, o de acción a pasión —de ahí que se llame contrapasión—, sino según la proporcionalidad de cosas a personas, como ya se ha dicho (a.2). (S. Th., II-II, q.61, a.4 resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]