Meta: los riesgos del mundo virtual del dueño de Facebook

“Una vida paralela en un universo paralelo. No es una película de ciencia ficción, sino el proyecto de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y ahora de Meta, una empresa que construirá un nuevo “metaverso”. ¿Seremos capaces de vivir en una realidad virtual? Los riesgos (mentales) que corremos hoy con las redes sociales se verían amplificados…”

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Análisis moral de los fraudes al comprar o vender

Utilizar el fraude para vender algo en más del precio justo es absolutamente un pecado, por cuanto se engaña al prójimo en perjuicio suyo; de ahí que también Tulio, en el libro De offic., diga que toda mentira debe excluirse de los contratos; no ha de poner el vendedor un postor que eleve el precio, ni el comprador otra persona que puje en contra de su oferta.

Pero si se excluye el fraude, entonces podemos considerar la compraventa bajo un doble concepto: primero, en sí misma; en este sentido, la compraventa parece haber sido instituida en interés común de ambas partes, es decir, mientras que cada uno de los contratantes tenga necesidad de la cosa del otro, como claramente expone el Filósofo en I Polit. Mas lo que se ha establecido para utilidad común no debe redundar más en perjuicio de uno que del otro otorgante, por lo cual debe constituirse entre ellos un contrato basado en la igualdad de la cosa. Ahora bien: el valor de las cosas que están destinadas al uso del hombre se mide por el precio a ellas asignado, para lo cual se ha inventado la moneda, como se dice en V Ethic. Por consiguiente, si el precio excede al valor de la cosa, o, por lo contrario, la cosa excede en valor al precio, desaparecerá la igualdad de justicia. Por tanto, vender una cosa más cara o comprarla más barata de lo que realmente vale es en sí injusto e ilícito.

En un segundo aspecto, podemos tratar de la compraventa en cuanto accidentalmente redunda en utilidad de una de las partes y en detrimento de la otra; por ejemplo, cuando alguien tiene gran necesidad de poseer una cosa y otro sufre perjuicio si se desprende de ella. En este caso, el precio justo debe determinarse de modo que no sólo atienda a la cosa vendida, sino al quebranto que ocasiona al vendedor por deshacerse de ella. Y así podrá lícitamente venderse una cosa en más de lo que vale en sí, aunque no se venda en más del valor que tiene para el poseedor de la misma.

Pero si el comprador obtiene gran provecho de la cosa que ha recibido de otro, y éste, que vende, no sufre daño al desprenderse de ella, no debe ser vendida en más de lo que vale, porque, en este caso, la utilidad, que crece para el comprador, no proviene del vendedor, sino de la propia condición del comprador, y nadie debe cobrar a otro lo que no le pertenece, aunque sí puede cobrarle el perjuicio que sufre. No obstante, el que obtiene gran provecho de un objeto que ha sido adquirido de otro puede, espontáneamente, dar al vendedor algo más del precio convenido, lo cual es un signo de honradez. (S. Th., II-II, q.76, a.1 resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

No vale cualquier futuro

“En su carta semanal, el Cardenal Cañizares alerta que una sociedad que ataca al derecho a la vida, excluye a Dios o se asienta en relativismo «no puede tener futuro». «Lo único decisivo para el hombre y el mundo es Dios revelado en Jesucristo, su Hijo humanado, hecho hombre, verdad de Dios y verdad del hombre, inseparablemente.»…”

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Breve ordo para la semana
del 14 al 20 de Noviembre de 2021

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

14 de Noviembre de 2021: Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Lunes 15 de Noviembre:

Martes 16:

Miércoles 17: Memoria de Santa Isabel de Hungría

Jueves 18:

Viernes 19:

Sábado 20:



Qué es y qué no es la sinodalidad

¿Qué es realmente la sinodalidad? Ha estado siempre en la esencia de la Iglesia. Sínodo significa “caminar juntos”. El cristianismo fue definido como “Camino” en los Hechos de los Apóstoles; los cristianos eran “seguidores del Camino”. La palabra griega para “camino” es hódos.

La palabra hódos significa camino en sentido literal: el medio por el que se avanza hacia una meta. ¿Cuál es la meta? Cristo. Él es el Camino hacia sí mismo como meta, que es la Verdad y la Vida (s. Agustín). Sínodo es caminar juntos hacia Cristo, que es la Verdad.

Hódos significa también “modo de vivir” en sentido moral. Los cristianos eran seguidores del Camino porque seguían las enseñanzas morales del Evangelio. Iban por el “buen camino”, por la senda estrecha que lleva a la salvación: la Ley de Dios, la ley del amor.

Sínodo entonces significa vivir juntos la moral evangélica, ayudándonos a cumplirla, sin rebajarla o acomodarla. La senda es estrecha, y por ello debemos ayudarnos a ir por ella, y llevar a otros a esa senda, para que no se pierdan.

¿Y a dónde lleva esa senda? A la Verdad y a la Vida. Sínodo es caminar juntos guiados por la verdad, que es Cristo. La verdad no es opinable ni mudable, el Evangelio no cambia, y la ley moral, que se desprende del amor, es inmutable.

Solo caminando juntos conforme a la Verdad, tendremos la Vida, ya que “la verdad os hará libres”. Sínodo es caminar juntos por Cristo, el Camino, viviendo conforme a la Verdad para tener Vida.

Y a ese Camino invitamos a los no creyentes, para que abandonen la senda de la perdición y se conviertan a la verdad. Juntos, como Iglesia, damos testimonio de la verdad a los que andan descarriados para que la reconozcan y cambien de vida y así sean felices. Esto es sinodalidad

Entonces, sinodalidad no es escuchar a los que andan por otros caminos para llegar a un acuerdo; es escucharles para después dialogar y tratar de persuadirles para que abandonen los caminos que no llevan a la vida y abracen la fe en Cristo, único camino al Padre.

Sinodalidad no es aceptar una moral contra la del Evangelio o la enseñanza de la Iglesia por el mero hecho de que la defiendan algunos cristianos. El Camino, la moral cristiana, es la que es. Caminar juntos implica vivir juntos esta moral, no pretender cambiarla.

Sinodalidad no es admitir una pluralidad de verdades, sino aceptar que solo hay una Verdad y solo hay un Camino para llegar a ella, e invitar a los no creyentes a que abracen está verdad única y así tengan Vida eterna.

Sinodalidad no es decirle al mundo que lo que hace está bien y que no pasa nada; es iluminar desde la verdad lo errado de los caminos que llevan lejos de Dios y de la Verdad, para que los extraviados puedan volver al buen Camino.

Sinodalidad no es votar democráticamente lo que la Iglesia debe hacer o enseñar, sino acercarse a cada ser humano en sus circunstancias y su lenguaje para mostrarle la única Verdad, que no está al arbitrio de las modas de los tiempos.

Sinodalidad no es acercarse a la gente sin que nos importe su modo de vida, sino sabiendo que el único modo de vida que lleva a la salvación es la moral evangélica, el seguimiento de Cristo, la aceptación de la Verdad por la fe; y anunciándolo así a todos.

Así pues, aprovechemos el Sínodo sobre la sinodalidad para lo que es: redescubrir a Cristo como único Camino, su palabra como única Verdad, y su moral como única Vida, y ofrecérselo así a los hombres de nuestro tiempo para que caminen junto con nosotros al cielo.

P. Jesús Silva, en su cuenta de Twitter (@elpadrejesus_)