Hazlo todo con desinterés, por puro Amor, como si no hubiera premio ni castigo. -Pero fomenta en tu corazón la gloriosa esperanza del cielo.
Dice Jesús: “y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o madre o esposa o hijos o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna”. -¡A ver si encuentras, en la tierra, quien pague con tanta generosidad!
Está seguro de que eres hombre de Dios si llevas con alegría y silencio la injusticia.
Es verdad que fue pecador. -Pero no formes sobre él ese juicio inconmovible. -Ten entrañas de piedad, y no olvides que aún puede ser un Agustín, mientras tú no pasas de mediocre.
Todas las cosas de este mundo no son más que tierra. -Ponlas en un montón bajo tus pies, y estarás más cerca del cielo.
No pongas tus amores aquí abajo. -Son amores egoístas… Los que amas se apartarán de ti, con miedo y asco, a las pocas horas de llamarte Dios a su presencia. -Otros son los amores que perduran.