PERDONAR PARA SER LIBRE: Haz unas cuantas respiraciones profundas. Que la inspiración sea más larga y lenta de lo habitual. Mientras dejas salir el aire, siente cómo se afloja la tensión y te relajas. Relaja los hombros…relaja los músculos del cuello.
Ahora, en tu imaginación, lleva las manos a la cabeza, introdúcelas con suavidad, con mucha suavidad dentro de tu mente. Quita de ahí todas las ideas que tienes actualmente sobre lo que significa el perdón. Coloca estas ideas en un lugar seguro, de donde puedas cogerlas de nuevo después nuestros ejercicios espirituales, o antes, si deseas recuperarlas.
Te invito a abrirte a un modo enteramente nuevo de definir el perdón y a trabajar con él en tu vida diaria. Al retirar las ideas que te resultan familiares, creas una apertura que te permitirá más de lleno y con mayor energía a lograr magníficas oportunidades de otorgar el perdón.

Supongo que alguien tiene que decir alguna vez algunas disculpas en público. Sí: voy a hablar de Obama. Y sí: sé que su carrera política es desastrosa para la lucha Pro-Vida. Y sí: espero que los ánimos tiene que haberse calmado algo después de dos semanas de su elección. Es decir, espero que ganadores y perdedores puedan reflexionar sobre los hechos acaecidos.