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La matanza de los Mártires de Lyon, con el Obispo San Potino a la cabeza, sucedió durante la persecución de Marco Aurelio en el año 177.
Por revelación divina, el Padre Marcelo consiguió escapar de la muerte y refugiarse en Chalonsur-Saône. Mas cierto día emprendió un viaje hacia el norte, y en el camino se encontró con la comitiva del gobernador Prisco, quien lo invitó a un banquete en su casa.
El religioso aceptó, pero pronto se dio cuenta de que Prisco y sus invitados se disponían a realizar algunos ritos religiosos paganos, disculpándose de no tomar parte en la celebración, pues él era cristiano.
El gobernador ordenó a Marcelo adorar la estatua de Saturno, y como el sacerdote se negó rotundamente, Prisco ordenó matarlo. El Santo fue llevado a las orillas del río Saòne y enterrado hasta el pecho en la tierra apretada. Siendo abandonado a su suerte, falleció a los tres días de hambre y sed.
San Cristobal Estado Tàchira
, Venezuela (1959) - Doy gracias a Dios y a mis padres por el don de la vida para seguir sirviendo, viviendo para ser alguien mas, que anhela, sueña. A pesar de las circunstancias he logrado levantarme, me ha permitido conocerme, acercame a Ti Señor. También por las personas que han llegado a mi este año y me han dejado el recuerdo y su amistad han marcado mi corazón, tambien por las que me rodean y que día a día están allí apoyandome. Ser yo misma con todos los defectos y pocas virtudes, con tantos errores. Anhelo cultivar mi paz interior y complementarme con lo que Dios me regala al lado de Su Hijo y lo que tu permitas Señor, que lo proyecte y logre. Que el Espíritu Santo me ilumine, sea mejor en mis conocimientos, decisiones, cultivando el amor al prójimo y cumpliendo con la misión que se me ha encomendado. A todos gracias por recordarme y por sus palabras. Mis tesoros en felicitaciones que sean lluvias, gotas de alegría para visuzalizar esa continua sucesión de oportunidades para sobrevivir. Gracias Señor Jesús y la Santísima Virgen. Mi Feliz Cumpleaños. Amén...
Orlando, USA (2003) - Señor la comunidad se une a mis oraciones para que a este niño nunca deje de amarte y seguirte en el peregrinar de su vida que apenas tiene 4 añitos.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos que viven en Colosas, hermanos fieles a Cristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre.
En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, desde que nos enteramos de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza de lo que Dios os tiene reservado en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el Evangelio, la palabra, el mensaje de la verdad. Éste se sigue propagando y dando fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre vosotros desde el día en que lo escuchasteis y comprendisteis de verdad la gracia de Dios. Fue Epafras quien os lo enseñó, nuestro querido compañero de servicio, fiel ministro de Cristo para con vosotros, el cual nos ha informado de vuestro amor en el Espíritu.
El mensaje de la verdad ha llegado a vosotros y al mundo entero (Colosenses 1,1-8)
Salmo
Pero yo, como verde olivo, / en la casa de Dios, / confío en la misericordia de Dios / por siempre jamás. R.
Te daré siempre gracias / porque has actuado; / proclamaré delante de tus fieles: / "Tu nombre es bueno." R.
Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás. (Salmo 51)
Evangelio
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.
Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado." Y predicaba en las sinagogas de Judea.
También a los otros pueblos tengo que anunciarles el Reino de Dios, para eso me han enviado para eso he sido enviado (Lucas 4,38-44)
Jesús no sólo es nuestro amigo sino que lucha contra nuestros enemigos. Y lo hace entrando en nuestra propia historia y con nuestras propias circunstancias, para sentirnos amados por El. 13 min. 36 seg.
Al ir tras de Cristo llegamos al Padre y al encontrarlo no nos podemos detener sino hay que salir a consolar, sanar, liberar y enseñar a tantos corazones necesitados de Dios. 3 min. 38 seg.
La providencia infinita de Dios obra tanto en el momento en el que se hace presente en nuestra vida como en el momento en que parece abandonarnos. 5 min. 45 seg.
El Evangelio nos muestra la fuerza de la voz del Señor al increpar a la enfermedad y al demonio; cómo Él se levanta por encima de las tinieblas y trae libertad; hace diferencia entre la enfermedad y la acción del demonio, sabiendo que en ciertas ocasiones una es consecuencia de la otra. 6 min. 14 seg.
La Carta a los Colosenses, escrita en la madurez del apóstol Pablo, nos muestra la profundidad de su pensamiento y la intensidad de su amor por Cristo, así como la solicitud por sus hermanos en la fe. 7 min. 23 seg.
Salgamos de nuestra zona de confort como lo hizo Jesús y observemos a quién estamos sirviendo, en qué vida estamos marcando una diferencia para bien. 5 min. 5 seg.
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1.1 La Carta a los Colosenses, que empezamos a escuchar el día de hoy, es una gran contemplación del misterio de Cristo ante el mundo y la historia humana. Pablo, llegado a la madurez de su vida, y acrisolado por la persecución y la cárcel, nos regala desde su cautiverio una densa meditación sobre el lugar de Jesucristo en el origen, centro y meta del universo mismo, y de toda creatura visible o invisible.
1.2 Esta carta, por lo tanto, supone una especie de "salto cualitativo" en el modo de hablar sobre Jesús. Después de la Carta a los Colosenses habremos de decir con renovada convicción que El es el Salvador de mi vida y de tu vida, pero también que es el Redentor de la Historia, vista en su conjunto, y el Señor del Universo con todas sus potestades.
1.3 Y por ello Pablo inicia de modo solemne su escrito, proclamando ante todo la fuerza arrolladora de un mensaje que no pude dejar de transformar todo lo que toca. Sorprenden estas palabras en boca de un preso que tenía todas las razones del mundo para sentirse fracasado, deprimido y anulado.
1.4 Al fin y al cabo, ¿no fue el Evangelio lo que condujo a Pablo a la oscuridad y frío del calabozo? ¿Cómo es, entonces, que saca fuerzas para decir que ese Evangelio triunfa en todas partes, cuando precisamente parece estar fracasando en él?
1.5 La razón es que Pablo no se limita a lo inmediato: su mirada trasciende los muros de la cárcel que lo encierra. Su mirada trasciende su presente de tinieblas y le permite ya habitar la mañana gloriosa en que todo el Universo presencie la victoria del "Señor de señores".
2. Predicador incansable
2.1 El evangelio de hoy nos presenta el perfil encantador de Cristo en su misión de anunciar sin descanso la Buena Nueva. San Lucas nos había mostrado a Cristo, cuando la escena de la pérdida en el templo, como aquel muchacho que vive ocupado "en las cosas de su Padre". Hoy esas palabras de Jesús adolescente se vuelven palpables para nosotros, cuando nuestra humanidad, enferma y oscurecida por el pecado y la ignorancia, siente la caricia del "Dios-con-nosotros". ¡Bendito Cristo, que nos deja así sentir su amor y su palabra!
2.2 Acerquémonos, amigos, y miremos de cerca estos días y noches de Nuestro Salvador. Veamos sus ojos, cargados de compasión al encuentro con el dolor humano. Contemplemos sus manos, robustas y puras, dispuestas a sujetar al hombre que desfallece bajo el peso de su enfermedad o su pecado. Oigamos con amorosa reverencia su Palabra, que como diluvio de amores, sabe limpiar toda maldad y sanar las dolencias internas de nuestros corazones frágiles.
2.3 ¡Cuánta dulzura trae esta imagen de Jesús, cuánto nos anima y consuela verle así, tan ocupado en nuestros dolores y tan generoso en su amor y en su tiempo! Reposemos en esta dulce contemplación y dejemos que nuestra alma se acostumbre al paso saludable del hijo del Dios vivo, venido a nuestro valle.