La fe está ligada a la verdad y al amor; el amor está ligado a la verdadera generosidad y al combate espiritual.
Penitencia casi invisible pero perfectamente real
Al pensar en todo lo de tu vida que se quedará sin valor, por no haberlo ofrecido a Dios, deberías sentirte avaro: ansioso de recogerlo todo, también de no desaprovechar ningún dolor. -Porque, si el dolor acompaña a la criatura, ¿qué es sino necedad el desperdiciarlo?
Mientras descansa la Sagrada Familia, se aparece el Angel a José, para que huyan a Egipto. María y José toman al Niño y emprenden el camino sin demora. No se rebelan, no se excusan, no esperan a que termine la noche…: di a Nuestra Madre Santa María y a Nuestro Padre y Señor San José que deseamos amar prontamente toda la penitencia pasiva.
Mapa de un corazón dispuesto a trabajar por Dios
Tres preguntas claves brotan del testimonio del profeta Ezequiel:
(1) ¿Estamos dispuestos a ofrecer hospedaje a Dios en nuestro corazón, ahora que es arrojado de tantas partes?
(2) ¿Vamos a asumir nuestra responsabilidad en cuanto a no dejar el mundo como lo encontramos?
(3) ¿Hemos entendido que el primer espacio de libertad es el dominio del propio corazón y los propios deseos?
10 puntos para una vida eucarística, tras las huellas de Maria Santísima
Una vida eucarística es aquella en que Cristo despliega su amor y poder, es decir, la fuerza de su propia vida en nosotros. por eso la vida eucarística implica: recibir, vivir y entregar a Jesucristo. La Virgen Santa es referencia perfecta de lo que esto significa y cómo se vive a plenitud.
RECIBIR A CRISTO
(1) Para una vida eucarística, la Llena de Gracia nos llama a estar en gracia; no se debe comulgar de cualquier modo sino solo con la apropiada preparación aunque sin caer en escrúpulos.
(2) María es felicitada ante todo por su fe; para acoger el misterio eucarístico nos aferramos a las palabras dle Señor y las acogemos con fe: “Esto es mi Cuerpo… Esta es mi Sangre…”
(3) Humildad. María proclama la misericordia divina que ha mirado la humillación de su sierva. Toda vida en Dios se sustenta en la verdad de lo que somos, y eso es lo propio de la humildad.
(4) Disponbilidad. María dice: “Aquí está la esclava del Señor.” Su ser y su hacer están en las manos sabios y poderosas de Dios.
VIVIR A CRISTO
(5) Atención a las necesidades de los hermanos. En Caná la Virgen nos muestra cómo un corazón renovado es siempre un corazón abierto al prójimo.
(6) Vamos siempre con Cristo. En Caná, María enfrenta una necesidad pero no sola. En nuestra vida el ejercicio de la certeza de que Él está es vital.
(7) Que la gloria sea para Dios: en Caná, María pide lo que debe pedir, hace lo que tiene que hacer, y desaparece de la escena. Quiere y logra que Dios sea el protagonista.
ENTREGAR A CRISTO A LOS HERMANOS
(8) Hay que “primerear”: ser ágiles y llegar pronto. No esperemos a que el peso de los problemas, la soledad u otras “ofertas” conquisten los corazones de las personas que son tan importantes para nosotros.
(9) Servir conlleva donación y la donación implica sufrimiento. El que no está dispuesto a perder algo que no diga que está dispuesto a donar de verdad algo.
(10) Como muestra la Virgen en su canto al llegar a casa de Isabel, todo genuino acto de evangelización, sea con palabras o con obras, va sellado por la alegría y la alabanza a Dios.
Frente a los antitestimonios de los sacerdotes
Fray Nelson, es verdad que en la iglesia existieron y existirán personas que dañen la imagen misionera y evangelizadora a través de su sacerdocio, laicado etc. ¿Cuál debe ser la postura de los católicos ante los sacerdotes o religiosas golpeadores y pedófilos? En las redes sociales se busca desprestigiar a toda la iglesia sólo por el error de unos cuantos, ¿qué debemos hacer cuando veamos ese tipo de publicaciones? ¿Entramos en la confrontación?
* * *
Ante todo, tu pregunta ayuda a que todos tomemos conciencia de las repercusiones de nuestros actos. El famoso video del cura que le da una cachetada a un bebé llorón dura unos pocos segundos. Un momento de impaciencia, sin duda. Pero ¡cuánto daño ha hecho esa cachetada! En la época digital, quienes amamos a la Iglesia y la servimos debemos partir de la base de que TODO está siendo filmado y será potencialmente publicado.
Otra advertencia: el apóstol San Pedro nos dice que el diablo ronda como león rugiente (1 Pedro 5,8). eso vale para cada persona considerada individualmente pero también para todas las formas de presencia y vida de la Iglesia. Una emisora católica, una comunidad religiosa, un colegio de religiosos… será siempre objeto de odio por el demonio y cualquier falla nos la van a cobrar muy caro.
Por supuesto es injusto esa manera de juzgar a la Iglesia. ¿Qué tal juzgar a todos los médicos o a la medicina como práctica de la sociedad solo porque uno encontró un médico vanidoso, mentiroso o agresivo? Obviamente la gente usa medidas muy distintas y cuando se trata de la Iglesia se considera autorizada para juzgar y condenar con fuerza y con odio.
¿Por qué tanta gente obra de ese modo injusto? Porque aprovechan el momento de atacar a la Iglesia para considerarse eximidos de cualquier cosa que diga la misma Iglesia. Es algo así como una oportunidad de emancipación. Hablar mal de la Iglesia y desacreditarla es una forma de silenciar su voz. Y silenciarla es deseable para muchas personas e ideologías porque quieren declararse “libres” para hacer lo que les venga en gana, o para cambiar de religión o para imponer sus propios “dioses.”
Conclusión: necesitamos conversión, sabiduría y vigilancia. Pero también hay que ayudar a quienes critican fácilmente a que se den cuenta de su coherencia para que así se pregunten qué es lo que en realidad les mueve a querer separarse de la voz de Cristo y de su Iglesia.
Responsables con las almas
Razonan que, en nombre de la caridad, proceden con delicadeza y comprensión, ante los que atropellan. -Ruego a Dios que esa delicadeza y esa comprensión no sean el camuflaje de… sus respetos humanos, ¡de su comodidad!, para permitir que cometan el mal. Porque entonces… su delicadeza y su comprensión sólo serían complicidad en la ofensa a Dios.
No cabe facilitar la conversión de un alma, a costa de hacer posible la perversión de otras muchas.
Si alguno aceptara que, entre los corderos, se criasen lobos…, puede imaginarse con facilidad la suerte que correrían sus corderos.
Asumir tu responsabilidad ¡ya!
Si tú amas de verdad a tu Patria -y estoy seguro de que la amas-, ante un alistamiento voluntario para defenderla de un peligro inminente, no dudarías en inscribir tu nombre. En momentos de emergencia, ya te lo he escrito, todos son útiles: hombres y mujeres; viejos, maduros, jóvenes y hasta adolescentes. Sólo quedan al margen los incapaces y los niños. Cada día se convoca, no ya un alistamiento voluntario -eso es poco-, sino una movilización general de almas, para defender el Reino de Cristo. Y el mismo Rey, Jesús, te ha llamado expresamente por tu nombre. Te pide que luches las batallas de Dios, poniendo a su servicio lo más elevado de tu alma: tu corazón, tu voluntad, tu entendimiento, todo tu ser. -Escúchame: la carne, con tu pureza de vida y especialmente con la protección de la Virgen, no es problema. -¿Serás tan cobarde, que intentarás librarte del llamamiento, excusándote con que tienes enfermo el corazón, la voluntad o el entendimiento?… ¿Pretendes justificarte y quedarte en servicios auxiliares? -El Señor quiere hacer de ti un instrumento de vanguardia -ya lo eres- y, si vuelves la espalda, no mereces más que lástima, ¡por traidor!
Si el tiempo fuera solamente oro…, podrías perderlo quizá. -Pero el tiempo es vida, y tú no sabes cuánta te queda.
Esto se llama verdadera responsabilidad
Me parecen muy lógicas tus ansias de que la humanidad entera conozca a Cristo. Pero comienza con la responsabilidad de salvar las almas de los que contigo conviven, de santificar a cada uno de tus compañeros de trabajo o de estudio… -Esta es la principal misión que el Señor te ha encomendado.
Compórtate como si de ti, exclusivamente de ti, dependiera el ambiente del lugar donde trabajas: ambiente de laboriosidad, de alegría, de presencia de Dios y de visión sobrenatural. -No entiendo tu abulia. Si tropiezas con un grupo de compañeros un poco difícil -que quizá ha llegado a ser difícil por tu abandono-, te desentiendes de ellos, escurres el bulto, y piensas que son un peso muerto, un lastre que se opone a tus ilusiones apostólicas, que no te entenderán… -¿Cómo quieres que te oigan si, aparte de quererles y servirles con tu oración y mortificación, no les hablas?… -¡Cuántas sorpresas te llevarás el día en que te decidas a tratar a uno, a otro, y a otro! Además, si no cambias, con razón podrán exclamar, señalándote con el dedo: «hominem non habeo!» -¡no tengo quien me ayude!
Hacer bien el bien
Efectivamente, lo viejo merece respeto y agradecimiento. Aprender, sí. Tener en cuenta esas experiencias, también. Pero no exageremos: cada cosa a su tiempo.
No te enfades: muchas veces un comportamiento irresponsable denota falta de cabeza o de formación, más que carencia de buen espíritu.
Corres el gran peligro de conformarte con vivir -o de pensar en que debes vivir- como un “niño bueno”, que se aloja en una casa ordenada, sin problemas, y que no conoce más que la felicidad. Eso es una caricatura del hogar de Nazaret: Cristo, porque traía la felicidad y el orden, salió a propagar esos tesoros entre los hombres y mujeres de todos los tiempos.
LA GRACIA del Viernes 4 de Mayo de 2018
FIESTA SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, APÓSTOLES
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[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]Fundamentos bíblicos de la vida cristiana en sociedad
Capaces de mostrar un camino y de lograr un cambio. Mateo 5,13-16
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles, 21 ni dirán: “¡Mirad, aquí está!” o: “¡Allí está!” Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.
16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. 17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Hay unos siete ejes dialécticos:
Fracaso – Victoria
Nos persiguen con la muerte – Los perseguimos con la vida
Discreción – Visibilidad
Énfasis en la intención – Énfasis en el resultado
Carácter de misterio – Carácter de universalidad
El mundo que detesta a Cristo – El mundo que necesita de Cristo
Realidad incipiente – Realidad anhelada
A tiempo y a destiempo
Algunos no saben nada de Dios…, porque no les han hablado en términos comprensibles.
Donde no te llegue la inteligencia, pide que te alcance la santa astucia [pillería], para servir más y mejor a todos.
Créeme, el apostolado, la catequesis, de ordinario, ha de ser capilar: uno a uno. Cada creyente con su compañero inmediato. A los hijos de Dios nos importan todas las almas, porque nos importa cada alma.
Claves de evangelización cotidiana
¿Que es vieja esa idea del catolicismo, y por tanto inaceptable?… -Más antiguo es el sol, y no ha perdido su luz; más arcaica el agua, y aún quita la sed y refresca.
La propaganda cristiana no necesita provocar antagonismos, ni maltratar a los que no conocen nuestra doctrina. Si se procede con caridad -«caritas omnia suffert!» -el amor lo soporta todo-, quien era contrario, defraudado de su error, sincera y delicadamente puede acabar comprometiéndose. -Sin embargo, no caben cesiones en el dogma, en nombre de una ingenua “amplitud de criterio”, porque, quien así actuara, se expondría a quedarse fuera de la Iglesia: y, en lugar de lograr el bien para otros, se haría daño a sí mismo.
El cristianismo es “insólito”, no se acomoda a las cosas de este mundo. Y ése es quizá su “mayor inconveniente”, y la bandera de los mundanos.
Parte del crecimiento en la fe es superar dificultades y crisis
Las dificultades internas se empiezan a superar cuando la comunicación se hace posible; las dificultades externas se empiezan a superar cuando uno levanta los ojos y ve que así como crecen los problemas van asomando las soluciones.
Claves de maduración en la fe
La vida cristiana está llamada a crecer y madurar. Estamos llamados a ser como los soldados, que defienden los tesoros de la gracia, y también como enamorados, que agradecen y disfrutan la dulzura que han recibido de su Señor.
El amor y el combate son entonces dos dimensiones inseparables de nuestro ser de cristianos.
Ese combate podemos decir que se realiza en tres grandes frentes: espiritual, externo y comunitario.
El frente espiritual es la base de todo. Es allí donde tenemos que enfrentar las tentaciones que quieren llevarnos a la confusión, al desánimo o a la incoherencia. Esos son los tres principales desafíos y por eso son también tres las defensas que tenemos que utilizar en este frente.
Primero está la oración, que debe ser perseverante, humilde, confiada y alimentada en las fuentes de la Iglesia. Luego está la formación, que preferiblemente debe ser realizada en comunidad aunque también es bueno que se complemente con lo que cada uno puede hacer a partir de la Biblia, el catecismo y tantos otros caminos de formación que por ejemplo nos ofrece internet. En tercer lugar, hemos de cultivar las virtudes, centrándonos principalmente en las tres teologales y las cuatro cardinales.
Un buen método para evaluarnos con frecuencia en estas virtudes es dedicar un día de la semana a cada una de ellas. Por ejemplo: el domingo, al amor; el lunes, a la fortaleza; el martes, a la prudencia; el miércoles, a la justicia; el jueves, a la fe; el viernes, al dominio de nosotros mismos; y el sábado, a la esperanza. Si se quiere seguir este método, la pregunta que debe hacerse uno, con respecto a cada virtud, es muy sencilla: ¿Qué he hecho esta semana para crecer en esta virtud?
En el frente externo debemos considerar cuál es nuestro papel en el servicio ante la sociedad, ante la Iglesia y particularmente ante las personas necesitadas.
Con respecto a la sociedad, se espera que seamos buenos ciudadanos y además personas que buscan la excelencia; personas que respetan a otros y que también saben hacer valer sus propias convicciones. Con respecto a la Iglesia lo más importante es fortalecer nuestro sentido de pertenencia con la oración constante por nuestros legítimos pastores y también con un lenguaje que invite siempre a la unidad y que no estimule la división. En cuanto a los necesitados, debemos recordar con frecuencia que el egoísmo es como el monóxido de carbono: uno no se da cuenta de que lo está envenenando y se está adueñando de uno. Por eso debemos luchar activamente para vencer el egoísmo preguntándonos con frecuencia cuáles son aquellas personas a las que hemos servido sin otro interés que hacerles el bien que más necesitaban.
En el frente comunitario hay tres cosas que debemos tener en cuenta: el dinero, los afectos y el poder.
Con respecto al dinero, debemos recordar que todos somos responsables de la solidez económica de las obras de la iglesia y no debemos delegar esta responsabilidad sólo en unas pocas personas. En cuanto a los afectos, hay dos casos que hay que considerar. Con respecto a las relaciones de pareja debe haber claridad, pureza, sentido de la presencia de Dios y gran respeto hacia todos, especialmente hacia la sagrada institución del matrimonio. Pero el mundo de los afectos tiene que ver también con las simpatías y las antipatías. Para no dejarnos llevar simplemente por nuestros gustos es necesario que aprendamos a tratar siempre de la mejor manera a todos y también es necesario que estemos dispuestos a trabajar con todos. En cuanto al poder, hay que evitar varios peligros: el autoritarismo, la anarquía, la manipulación de la autoridad y la murmuración. Si estamos atentos a evitar estos males podremos cultivar grandes bienes que Dios promete para su pueblo, y la bendición del Señor será abundante entre nosotros.
Qué debe hacer una comunidad cristiana para crecer en Cristo
La vida cristiana está llamada a crecer y madurar. Estamos llamados a ser como los soldados, que defienden los tesoros de la gracia, y también como enamorados, que agradecen y disfrutan la dulzura que han recibido de su Señor.
El amor y el combate son entonces dos dimensiones inseparables de nuestro ser de cristianos.
Ese combate podemos decir que se realiza en tres grandes frentes: espiritual, externo y comunitario.
El frente espiritual es la base de todo. Es allí donde tenemos que enfrentar las tentaciones que quieren llevarnos a la confusión, al desánimo o a la incoherencia. Esos son los tres principales desafíos y por eso son también tres las defensas que tenemos que utilizar en este frente.
Primero está la oración, que debe ser perseverante, humilde, confiada y alimentada en las fuentes de la Iglesia. Luego está la formación, que preferiblemente debe ser realizada en comunidad aunque también es bueno que se complemente con lo que cada uno puede hacer a partir de la Biblia, el catecismo y tantos otros caminos de formación que por ejemplo nos ofrece internet. En tercer lugar, hemos de cultivar las virtudes, centrándonos principalmente en las tres teologales y las cuatro cardinales.
Un buen método para evaluarnos con frecuencia en estas virtudes es dedicar un día de la semana a cada una de ellas. Por ejemplo: el domingo, al amor; el lunes, a la fortaleza; el martes, a la prudencia; el miércoles, a la justicia; el jueves, a la fe; el viernes, al dominio de nosotros mismos; y el sábado, a la esperanza. Si se quiere seguir este método, la pregunta que debe hacerse uno, con respecto a cada virtud, es muy sencilla: ¿Qué he hecho esta semana para crecer en esta virtud?
En el frente externo debemos considerar cuál es nuestro papel en el servicio ante la sociedad, ante la Iglesia y particularmente ante las personas necesitadas.
Con respecto a la sociedad, se espera que seamos buenos ciudadanos y además personas que buscan la excelencia; personas que respetan a otros y que también saben hacer valer sus propias convicciones. Con respecto a la Iglesia lo más importante es fortalecer nuestro sentido de pertenencia con la oración constante por nuestros legítimos pastores y también con un lenguaje que invite siempre a la unidad y que no estimule la división. En cuanto a los necesitados, debemos recordar con frecuencia que el egoísmo es como el monóxido de carbono: uno no se da cuenta de que lo está envenenando y se está adueñando de uno. Por eso debemos luchar activamente para vencer el egoísmo preguntándonos con frecuencia cuáles son aquellas personas a las que hemos servido sin otro interés que hacerles el bien que más necesitaban.
En el frente comunitario hay tres cosas que debemos tener en cuenta: el dinero, los afectos y el poder.
Con respecto al dinero, debemos recordar que todos somos responsables de la solidez económica de las obras de la iglesia y no debemos delegar esta responsabilidad sólo en unas pocas personas. En cuanto a los afectos, hay dos casos que hay que considerar. Con respecto a las relaciones de pareja debe haber claridad, pureza, sentido de la presencia de Dios y gran respeto hacia todos, especialmente hacia la sagrada institución del matrimonio. Pero el mundo de los afectos tiene que ver también con las simpatías y las antipatías. Para no dejarnos llevar simplemente por nuestros gustos es necesario que aprendamos a tratar siempre de la mejor manera a todos y también es necesario que estemos dispuestos a trabajar con todos. En cuanto al poder, hay que evitar varios peligros: el autoritarismo, la anarquía, la manipulación de la autoridad y la murmuración. Si estamos atentos a evitar estos males podremos cultivar grandes bienes que Dios promete para su pueblo, y la bendición del Señor será abundante entre nosotros.