Cristo, embajador del dolor de los pobres y desposeídos, ante el Padre Celestial.
ESCUCHA, Tercera Palabra
Cristo da un hijo a María; y una madre a Juan; para sí mismo, nada se reserva.
ESCUCHA, Segunda Palabra
Pasamos la vida construyendo paraísos que luego nos aprisionan.
ESCUCHA, Primera Palabra
Más allá de lo técnico y funcional, somos llamados a saber qué es lo que hacemos, en el pleno sentido humano y divino que tiene.
ESCUCHA, Los interrogantes de la Cruz
Tres preguntas fundamentales sobre la Dolorosa Muerte de nuestro señor Jesucristo.
El Papa Francisco nos invita a examinarnos
Hemos oído muchos nombres, tantos nombres. El grupo de dirigentes religiosos, algunos sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley, que habían decidido matarlo. Estaban esperando la oportunidad de apresarlo. ¿Soy yo como uno de ellos?
También hemos oído otro nombre: Judas. Treinta monedas. ¿Yo soy como Judas? Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se durmieron mientras el Señor sufría. Mi vida, ¿está adormecida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que significaba traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería resolverlo todo con la espada? ¿Soy yo como ellos? ¿Soy yo como Judas, que finge amar y besa al Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos dirigentes que organizan a toda prisa un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy como ellos? Y cuando hago esto, si lo hago, ¿creo que de este modo salvo al pueblo?
¿Soy yo como Pilato? Cuando veo que la situación se pone difícil, ¿me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad, dejando que condenen – o condenando yo mismo – a las personas?
¿Soy yo como aquel gentío que no sabía bien si se trataba de una reunión religiosa, de un juicio o de un circo, y que elige a Barrabás? Para ellos da igual: era más divertido, para humillar a Jesús.
¿Soy como los soldados que golpean al Señor, le escupen, lo insultan, se divierten humillando al Señor?
¿Soy como el Cireneo, que volvía del trabajo, cansado, pero que tuvo la buena voluntad de ayudar al Señor a llevar la cruz?
¿Soy como aquellos que pasaban ante la cruz y se burlaban de Jesús : «¡Él era tan valiente!… Que baje de la cruz y creeremos en él»? Mofarse de Jesús…
¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la Madre de Jesús, que estaban allí y sufrían en silencio?
¿Soy como José, el discípulo escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor para enterrarlo?
¿Soy como las dos Marías que permanecen ante el sepulcro llorando y rezando?
¿Soy como aquellos jefes que al día siguiente fueron a Pilato para decirle: «Mira que éste ha dicho que resucitaría. Que no haya otro engaño», y bloquean la vida, bloquean el sepulcro para defender la doctrina, para que no salte fuera la vida?
¿Dónde está mi corazón? ¿A cuál de estas personas me parezco? Que esta pregunta nos acompañe.
LA GRACIA del Viernes 18 de Abril de 2014
VIERNES SANTO
Veneramos la Cruz no por el dolor sino por el amor que en ella llegó al extremo.
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La importancia de los detalles
Las almas grandes tienen muy en cuenta las cosas pequeñas.
Porque fuiste “in pauca fidelis” -fiel en lo poco-, entra en el gozo de tu Señor. -Son palabras de Cristo. -“In pauca fidelis!…” -¿Desdeñarás ahora las cosas pequeñas si se promete la gloria a quienes las guardan?
No juzgues por la pequeñez de los comienzos: una vez me hicieron notar que no se distinguen por el tamaño las simientes que darán hierbas anuales de las que van a producir árboles centenarios.
¿Has visto cómo levantaron aquel edificio de grandeza imponente? -Un ladrillo, y otro. Miles. Pero, uno a uno. -Y sacos de cemento, uno a uno. Y sillares, que suponen poco, ante la mole del conjunto. -Y trozos de hierro. -Y obreros que trabajan, día a día, las mismas horas… ¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente?… -¡A fuerza de cosas pequeñas!
LA GRACIA del Sábado 12 de Abril de 2014
Es importante saber por qué llega Cristo a la Cruz; pero no es menos importante saber para qué, es decir, qué fruto trae.
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El valor inmenso de las pequeñas cosas
Hacedlo todo por Amor. -Así no hay cosas pequeñas: todo es grande. -La perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo.
Un pequeño acto, hecho por Amor, ¡cuánto vale!
¿Quieres de verdad ser santo? -Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces.
Has errado el camino si desprecias las cosas pequeñas.
Incomprensible e insignificante la Resurrección sin la Cruz
Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog De profesión, cura del P. Jorge González, en Infocatólica..
Escribe el P. González:
Mi parroquia actual, el edificio, tiene poco más de cuatro años. Me tocó impulsar su construcción y sacar adelante todo el proyecto. Mil detalles, entre los que había que contar de manera muy especial con las imágenes del templo.
Bueno, en verdad, solo había que pensar en una. Para la capilla de diario disponemos de una fantástica imagen regalo de una familia y para el templo principal de otra preciosa imagen de María sedente jugando con Jesús. El problema estaba en elegir un buen Cristo que aglutinara las miradas, la fe y la devoción de los fieles.
Hubo gente que rápido me propuso colocar un resucitado. Me negué en redondo, y mira que sus intenciones eran buenas: no quedarnos con la cruz, sino con el final de la historia: la resurrección y la gloria. Ya digo que la idea tenía su lógica, pero respondí justo con el evangelio de este domingo: la transfiguración. La pasión es el camino de la resurrección.
Hay un argumento bíblico importante que va a favor de lo decidido por el párroco: ¿Hemos tomado nota de que en los Evangelios Cristo Resucitado solamente se aparece a quienes sabían bien de su pasión y cruz, así fuera para huir de ellas? El Resucitado únicamente se aparece a sus apóstoles y a los discípulos, incluyendo en primer lugar a las mujeres, es decir, se aparece vivo a los que sabían de la cruz.
Cuando a una persona que no quiere saber de la cruz se le presenta una imagen del Resucitado, el sufrimiento de la cruz se trivializa o se vuelve del todo incomprensible: a lo sumo un hecho accidental, que poco o nada sumaría a los ejemplos de una vida coherente y heroica–con lo cual entramos en plena tierra pelagiana.
Además, la concepción “accidental” de la cruz contradice numerosos pasajes de la Biblia, y muy especialmente Lucas 24, donde Cristo explica a los discípulos que iban camino de Emaús que él DEBÍA padecer. El verbo “dei” del griego es muy fuerte.
LA GRACIA del Miércoles 2 de Abril de 2014
Aunque dolorosa, es necesaria la meditación sobre las raíces de la tenaz oposición que Cristo enfrentó: así limpiamos nuestras propias raíces.
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LA GRACIA del Martes 1 de Abril de 2014
Responder a esta pregunta: ¿Por qué Cristo fue condenado a muerte?, no es tan sencillo, y las explicaciones sociológicas elementales no bastan.
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Cien voces
¿Te acuerdas? -Hacíamos tú y yo nuestra oración, cuando caía la tarde. Cerca se escuchaba el rumor del agua. -Y, en la quietud de la ciudad castellana, oíamos también voces distintas que hablaban en cien lenguas, gritándonos angustiosamente que aún no conocen a Cristo. Besaste el Crucifijo, sin recatarte, y le pediste ser apóstol de apóstoles.
Propagar la Buena Nueva
Sabes que tu camino no es claro. -Y que no lo es porque al no seguir de cerca a Jesús te quedas en tinieblas. -¿A qué esperas para decidirte?
Aún resuena en el mundo aquel grito divino: “Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?” -Y ya ves: casi todo está apagado… ¿No te animas a propagar el incendio?
¿Crees que no había contemporáneos de Pedro, sabios, y poderosos, y prudentes, y virtuosos, fuera del apostolado de los primeros doce?
Atraer hacia Cristo
Te falta “vibración”. -Esa es la causa de que arrastres a tan pocos. -Parece como si no estuvieras muy persuadido de lo que ganas al dejar por Cristo esas cosas de la tierra. Compara: ¡el ciento por uno y la vida eterna! -¿Te parece pequeño el “negocio”?
Sembrar. -Salió el sembrador… Siembra a voleo, alma de apóstol. -El viento de la gracia arrastrará tu semilla si el surco donde cayó no es digno… Siembra, y está cierto de que la simiente arraigará y dará su fruto.
Pequeño amor es el tuyo si no sientes el celo por la salvación de todas las almas. -Pobre amor es el tuyo si no tienes ansias de pegar tu locura a otros apóstoles.
