“Créame mi querida hija, y hablo en nombre de Jesucristo, que el único camino que la lleva a usted a la paz y a la santidad es el del abandono entero en la Sabiduría y en el amor de Jesús…”
Haz click aquí!
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Lecturas que nos hablan de los cambios progresivos que Dios quiere traer a nuestras vidas: del vicio al servicio; de la comodidad al compromiso; y de lo bueno a lo mejor.
Tus parientes, tus colegas, tus amistades, van notando el cambio, y se dan cuenta de que lo tuyo no es una transición momentánea, de que ya no eres el mismo. -No te preocupes, ¡sigue adelante!: se cumple el «vivit vero in me Christus» -ahora es Cristo quien vive en ti.
Estima a quienes sepan decirte que no. Y, además, pídeles que te razonen su negativa, para aprender…, o para corregir.
Triste situación la de una persona con magníficas virtudes humanas, y con carencia absoluta de visión sobrenatural: porque aquellas virtudes fácilmente las aplicará sólo a sus fines particulares. -Medítalo.
Para ti, que deseas formarte una mentalidad católica, universal, transcribo algunas características: -amplitud de horizontes, y una profundización enérgica, en lo permanentemente vivo de la ortodoxia católica; -afán recto y sano -nunca frivolidad- de renovar las doctrinas típicas del pensamiento tradicional, en la filosofía y en la interpretación de la historia…; -una cuidadosa atención a las orientaciones de la ciencia y del pensamiento contemporáneos; -y una actitud positiva y abierta, ante la transformación actual de las estructuras sociales y de las formas de vida.
Homilía para la Vigilia de Pentecostés, sobre la base de estas lecturas: Génesis 11 (la torre de Babel); Éxodo 19 (la promulgación de la Ley); Ezequiel 37 (Dios da vida a huesos secos); Joel 3 (la promesa de la efusión del Espíritu).
Cristo nunca dijo que la vida cristiana era fácil: nos habló de rechazos, camino estrecho y tomar la cruz cada día. Esto indica que ser cristiano es entrar en combate espiritual.
Hay guerras espirituales que han sido conocidas desde los primeros siglos: la agresividad de la persecución, la seducción de la idolatría, el hielo de la indiferencia y la fascinación de lo esotérico.
Otras guerras son menos conocidas quizás porque nos envuelven y estamos inmersos en ellas como en el aire que respiramos. En este segundo grupo están: Guerra semántica: no llamar las cosas por su nombre, o usar los mismos nombres pero cambiando los significados.; Guerra mediática: crear opinión sobre cuáles comportamientos son aceptables y cuáles no.; Guerra “crónica”: ocupar todo nuestro tiempo en esfuerzos y tareas que al final nos vuelven esclavos de lo que hacemos.; Guerra jurídica: impedir el ejercicio de un derecho alegando otro derecho que para el caso se considera más importante.; Guerra sucia: Destruir el respeto y silenciar la voz de quienes se opongan al “pensamiento único.”
Las crisis bien llevadas son procesos de crecimiento, pues nos ayudan a profundizar en nuestras verdaderas raíces y a encontrar la voluntad del Señor.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Uno de los títulos más extraños que alguien ha recibido es este que ha sido aplicado a San juan de la Cruz. Su exquisita poesía, llena de preciosos símbolos no menos que de luminosas ideas, atrajo la mente y el corazón del joven Karol Wojtila, que se sintió fascinado por la lengua castellana simplemente porque era la utilizada por el humilde e ilustre fraile carmelita.
Juan de la Cruz es un testimonio visible, cercano y perdurable de una vida cristiana tomada con particular intensidad y profundo amor. En efecto, ¿para qué nos llamamos cristianos si no es para ser discípulos del Nazareno, y ello hasta sus últimas consecuencias? ¿Y cómo llamarnos seguidores suyos si volteamos la mirada y tapamos nuestros oídos cuando va a ofrecernos sus más sublimes enseñanzas, esto es, a la hora de la Cruz?
Frente a la coherencia de vida, cargada de sencillez, del gran fraile carmelita, uno se siente simplemente mediocre y tibio. Lo cual es un buen comienzo. Las ráfagas de luz que brotan de las páginas inmortales de este santo hieren nuestros ojos perezosos pero no como reproches que fastidian sino como invitaciones que cautivan y que sólo puedo comparar con lo que pudiera decirnos quien ha visitado un mundo nuevo y trata de resumir en concisas palabras lo que allí ha encontrado y vivido.
Pueblo cristiano: hay adónde mirar, bendito Dios. No te contentes con el chisme del día, los megapixeles adicionales del último celular, la enésima película en la saga de los agujeros negros, o el penúltimo escándalo de algún monseñor de tercera categoría. Si quieres saber qué es la fe, cuáles son sus alturas y hasta dónde puede crecer tu esperanza, mira a los santos; y entre ellos, deja que tus ojos se estrellen con los místicos de verdad, los que tomaron en serio su bautismo, los que corrieron bien su carrera. Gente como Juan de la Cruz.
Indicadores de falta de sintonía con la voluntad de Dios son la ausencia de gratitud y de alegría.
La unión más perfecta con Dios esta en la madurez en el amor a Él, que luego nos envía para que seamos servidores de nuestros hermanos.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Cristo, camino
En Juan 14, 6 dice Jesús “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre si no es por mí.”
* Si Cristo es el camino quiere decir que tenemos que recorrer con Cristo nuestra vida. Podremos hacer camino con Cristo porque Cristo recorrió nuestros caminos. Recorriendo nuestros caminos, Cristo se hizo camino nuestro.
Primera interpretación: Cristo recorrió nuestros caminos, quiere decir que en la geografía podemos ubicar lugares donde él estuvo: el lago de Galilea, Betania, Nazaret…
Segunda interpretación: Cristo recorrió nuestros caminos, también lo podemos interpretar pensando que Cristo que fue un embrión, que fue un feto, que fue un recién nacido, que fue un niño y un adolescente. Jesús santifico todas las etapas de la vida, podemos decir que Jesús recorrió todos los caminos de la vida humana porque el tuvo todas estas edades hasta llegar a la madurez.
Tercera interpretación: la interpretación emocional, psicológica y existencial: Cristo recorrió los caminos de la soledad, del abandono, de la tristeza, de la alegría, la oración, esperanza y de la amistad. Todas estas realidades, que son etapas que nosotros vamos recorriendo en el camino de la vida, las conoció Cristo.
* Cristo no experimento la vejez en término de años pero lo propio de la vejez, es decir, el despojo, la perdida de fuerzas, ver que se aproxima la muerte, todo este proceso sí lo vivió en su pasión y en su cruz. Cristo en su cruz termino de recorrer todas las edades de la vida humana. Nada hay en el corazón humano que sea ajeno a Jesucristo. Nada que tú vivas, que te oprima, que te perturbe, que te amenace, nada es ajeno a Jesucristo.
Cómo se forma un Cristiano
* Cristo a través de su propia entrega, a través de su propio desgaste, nos muestra cómo se forma un cristiano. El caminar de Cristo lo vamos a dividir en 7 grandes etapas que nos van a ayudar a entender las 7 grandes etapas del cristiano.
* Formar a un hombre o a una mujer para que verdaderamente viva como cristiano no es un asunto instantáneo, llegar a ser verdaderamente cristiano toma tiempo y cubre unas etapas.
Primera etapa: tomar conciencia de que cuando yo me dejo llevar por la soberbia destruyo a otros y destruyo mi vida.
* Marcos 1: El ministerio publico de Jesús empieza junto al rio Jordán con el arrepentimiento de los pecados. Es clave reconocer que nuestra arrogancia, nuestra soberbia nos lleva al desastre. El día en que tu descubres que la soberbia lleva al desastre, ese día empiezas a ser cristiano. El día en el que tu renuncias a la soberbia, ese día reconoces que necesitas de Dios.
Segunda etapa: sanación y liberación.
* Marcos 1: “La gente se agolpaba al frente de la puerta donde estaba Jesús y cura y expulsa a muchos demonios.” La sanación y la liberación para muchas personas es lo que mas le gusta en la vida cristiana pero no lo es todo, es solo la segunda etapa.
Tercera etapa: la enseñanza de Cristo.
* Necesitamos ser sanados de los errores, equivocaciones, engaños, mentiras y traumas que hay en nuestra mente. A través de su palabra poderosa, Jesucristo limpia el corazón humano. Juan 15, 3: “Ustedes están limpios por la palabra que les he anunciado.” En la medida en que descubrimos de los labios de Cristo la grandeza del reino de Dios vamos también descubriendo nuestra dignidad.
Cuarta etapa: asumir un compromiso de cercanía con Cristo y un verdadero compromiso de discípulo.
* Es el momento de dar testimonio y estar visiblemente con Él. Muchas personas van de evento en evento, de congreso en congreso, para que lo sigan sanando y curando, el problema de eso es que cuando nosotros estamos concentrados de que nos curen nuestras dolencias y nos arreglen nuestros problemas, en el fondo no terminamos el timón de nuestras vida a Jesucristo. Si nosotros no damos el paso de que Cristo lleve el control de nuestra vida seremos siempre espectadores.
* Hasta la tercera etapa la persona piensa: “yo quiero que Cristo esté a mi servicio”, después de la cuarta etapa la persona piensa: ” yo quiero estar a su servicio.”
Quinta etapa: descubrir el camino de la humildad y la caridad dentro de la comunidad.
* En Mateo 20, nos damos cuenta de que empieza una discusión de los discípulos: quien es el más importante. No basta con que tu digas que quieres servir o que quieres ser discípulo.
* Si trasladas a la iglesia la lógica del mundo, no has evangelizado al mundo sino que has mundanizado a la iglesia. La señal principal de la mundanización de la iglesia es la búsqueda de los primeros puestos. Empezar a vivir la humildad y la caridad en la comunidad es la escuela del verdadero discipulado. El verdadero servidor tiene siempre dos preocupaciones, que brille la gloria de Cristo, y cómo podrá Cristo hacer mejor uso de los dones y talentos que él mismo me ha dado para bien de mis hermanos.
* La paciencia ante las imperfecciones de mis hermanos me perfecciona.
Sexta etapa: Oración continua y penitencia.
* Mateo 26, 41: “Estén atentos y oren para no caer en tentación, el espíritu esta dispuesto pero la carne es débil.”
Séptima etapa: de pie junto a la cruz.
* Estar dispuestos a padecer lo que haya que padecer y a perder lo que haya que perder con tal de no perder a Cristo.
Quien está centrado en Cristo no se obsesiona por diferenciar sus errores de otro tipo de tropiezos sino que avanza presuroso buscando la gloria de Cristo.
Primero publicado en mi cuenta de Twitter.