
Sacerdote dominico, nacido en Ocaña (N. de Santander, Colombia), Máster en Teología, predicador internacional, con una experiencia viva y contagiosa de oración. Aquí comparte lo que significó para él su conversión.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.

Sacerdote dominico, nacido en Ocaña (N. de Santander, Colombia), Máster en Teología, predicador internacional, con una experiencia viva y contagiosa de oración. Aquí comparte lo que significó para él su conversión.
Promesa Cumplida – Congreso de la Renovación Carismática en Edmonton, Canadá. Tema 3 de 7: Jesús ante la enfermedad
* Por su condición frágil y disminuida, el enfermo puede fácilmente sentirse excluido de la plenitud de vida anunciada por la Palabra.
* Pero Cristo desplegó una amplia labor de misericordia con los enfermos, de modo que importa no sólo el milagro sino su significado en cuanto anuncio del reinado de Dios.
* Tres milagros típicos son estudiados: la curación del leproso, del paralítico y de la hemorroísa.
La colección completa de estas siete predicaciones se encuentra aquí: http://fraynelson.com/edmonton2011
El agudo contraste entre las palabras de Pedro el domingo pasado, y sus palabras en este domingo, muestra que su conversión era aún vacilante, como quizás es la nuestra todavía.
Predicación de Mons. Rómulo Emiliani sobre la palabra de Jesús, aplicada a la realidad de América Latina.
Llama la atención que a la Virgen del Carmen se la reconoce como patrona de procesos que implican movimiento: marineros, transportistas, pecadores necesitados de conversión, almas del purgatorio. A la vez, su corazón es firme como el Carmelo.
Las bienaventuranzas han sido vistas de varios modos: (1) Como expresiones de aquel “imposible” que lleva a que el hombre reconozca el señorío de Dios; (2) Como posibles referencias en el camino, inalcanzables pero útiles, a la manera de las estrellas para el navegante; (3) Como palabras inspiradoras del poeta Jesús de Nazareth. Pero hay una cuarta mirada: son la lectura del drama humano, y de aquellas experiencias límite que nos abren a la sorpresa del amor transformante de Dios.
Primer Congreso Mariano en la Diócesis de Ocaña. Tema 3 de 4: Esclava del Señor, vencedora del pecado.
* Tres rostros del pecado: mentira, desobediencia, impaciencia.
* El demonio, que es “mentiroso desde el principio,” intenta implantar en nosotros varias mentiras claves para su propósito; entre ellas: (1) Dios no quiere mi felicidad; (2) Se puede pecar sin que pase nada; (3) Cada quien decide qué es lo bueno y qué es lo malo; (4) El otro ser humano es mi competencia, mi rival y mi enemigo.
* La desobediencia engendrada por esa mentira se vence con el ejemplo de los santos. San Miguel me enseña a admirar y adorar sólo a Dios, pues ¿quién como Dios? San Pablo me enseña que todos tenemos como amo a aquello que nos gusta y buscamos. Santa María nos enseña a declararnos siervos de Dios, y a tener en él nuestra fortaleza y nuestro gozo.
* La impaciencia es propia de todo pecado en la medida en que pecamos para escoger nuestro camino y nuestro modo de ser felices ya. Por el contrario, según palabras de Santa Teresa de Jesús, “la paciencia todo lo alcanza” : es lo propio de quien sólo quiere querer lo que Dios quiera.
Al principio, la Cruz de Cristo parece ajena; parece la historia del fracaso de un hombre lejano en el tiempo y la distancia.
Luego sorprende el modo peculiar de su muerte: no tanto lo que le hicieron sino cómo reaccionó él.
Pero uno se cree bueno porque no hace cosas malas. La vida de Cristo muestra que sólo se es bueno cuando se hace el bien, y hacer el bien no es simplemente intercambiar unas cosas por otras, como cuando uno ama al que lo ama. Ser bueno es ser como el Padre del Cielo: es no necesitar excusas ni pagos para hacer el bien.
Entonces uno descubre que en realidad no es bueno, y también descubre que la suma del egoísmo y engaño de cada uno engendra una atmósfera de muerte que todos respiramos.
Con un paso más uno llega a sentir verdadero disgusto del propio corazón, y entonces tiene dos alternativas: la desesperación o la conversión. La conversión es un retorno al misterio de la Cruz, desde la contemplación de la verdad del pecado, de la verdad más pura de lo que es ser “humano” y desde la compasión de Dios. Y entonces la vida cambia, porque uno ha nacido de la Cruz.
Algo que cerró y selló los oídos de los fariseos contra Cristo fue que se sintieron firmes en su propio grupo. A veces escuchar al Señor requiere soledad: buscarle y oírle como si nadie más le pudiera oír.
“Justo” indica, en el Antiguo Testamento, lo que nosotros llamaríamos un santo. Pero los enemigos del justo no son los injustos sino los cínicos.
Marx, Nietzsche y Freud, cada uno a su modo, enseñaron al mundo el arte espantoso de no arrepentirse. Urge detenerlos con obras y palabras para que crezca el triunfo del amor.
La vigorosa profecía de Isaías enseña varias cosas: (1) Dios habla a veces en un lenguaje fuerte; hay que devolverle el derecho de sacudirnos. (2) Después de la conversión hay que “aprender” es decir, la inteligencia tiene su papel. (3) La conversión sucede en un horizonte de esperanza.
Retiro de Cuaresma 2011. Predicación en la parroquia de St. Patrick, en Miami. Tema 2 de 6: Juan Pablo II, un hombre de fe. Memoria de dos de los grandes regalos que el papa polaco dejó a nuestra Iglesia: el catecismo, compendio de la fe, y el Código de Derecho Canónico. Además, testimonios de personas que se convirtieron a la fe de manera repentina e inexplicable con la sola presencia del Papa.
¿Sucede la conversión en el ámbito de la vida religiosa y sacerdotal? He aquí un par de testimonios elocuentes.
Revisemos los pretextos, disculpas y autoengaños que nos aprisionan en la mediocridad y no dejan que llegue la hora de Dios a nuestras vidas.