La primacia del amor

[Predicación para la Comunidad de SANCTUS – N. S. de Guadalupe, en Miami.]

Encuentro el 17 de Febrero de 2013

* Si es propio del bebé y del niño centrarse en sí mismo, en sus necesidades, incomodidades y gustos únicamente, hemos de reconocer que la capacidad de salir de sí mismo para interesarse por el bien de otros es una señal de crecer en humanidad.

* Según esa dirección, Cristo es el más humano de todos, pues su manera de entregarse por el bien de los demás es señal de una plenitud y madurez máximas.

* Hay varios modos de amar a otros. (1) El amor “cerebral” descubre que otra persona lo está pasando mal o necesita algo. (2) El amor “sentimental” sucede cuando alguien que nos importa es afectado en sus cosas o proyectos. (3) El amor “entrañable” brota irreprimible cuando alguien importante para nosotros es afectado en su integridad o sus capacidades. Los evangelios nos dicen que este es el tipo de amor que Cristo muestra por nosotros.

* El amor entrañable tiene un efecto: “hace espacio” dentro de nosotros para que la otra persona, con su realidad y sus necesidades, nos “habite.” por eso, este es el tipo de amor que de modo natural y necesario crea comunidad.

* Si en la Cruz se revela de modo particular el amor humano y divino, una comunidad que nace en torno a la Cruz, lleva en sí el sello de una espiritualidad completamente eclesial. Ser iglesia es para nosotros nuestra única forma posible de ser.

Una que mendigaba amor

“María tiene unos 40 años, está casada y tiene dos hijas. Llevaba aparentemente una vida normal y sin grandes sobresaltos. Pero un sufrimiento silencioso le acompañaba desde su niñez. ReL transcribe íntegro como el Señor la sanó… y su vida cambió completamente.”

mendigaba amor

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Maestros en la Fe, 3 de 6, San Buenaventura y la razon guiada por el amor

[Curso a las Monjas Dominicas del Monasterio de Santa Ana, en Murcia, España.]

Tema 3 de 6: San Buenaventura y la razón guiada por el amor

* Juan de Fidanza, fue desde niño conocido como “Buena Ventura,” debido a un feliz milagro de curación que su madre obtuvo por intercesión del recién canonizado San Francisco de Asís.

* Nacido en 1221 o tal vez en 1217, fue contemporáneo y amigo de Santo Tomás de Aquino, con quien le unen varios elementos: ambos pertenecen a las entonces jóvenes Órdenes Mendicantes, ambos son profesores de teología en la Universidad de París, el centro intelectual más importante de la cristiandad medieval; ambos deben defender el estatuto de existencia y de docencia de sus Órdenes, frente a los ataques de Guillermo de Santo Amor; mueren además el mismo año 1274.

* Buenaventura sobresale por la riqueza de su personalidad, su penetración intelectual, sencillez de alma, fe pura, obediencia a la Iglesia, espíritu de servicio. Biógrafo destacado de San Francisco Asís; discípulo del gran Alejandro de Hales, que escribió una Suma de Teología. En horas de tensión interna de la Orden de Frailes Menores, los “franciscanos”, Buenaventura brilló con las virtudes de la prudencia y el celo pastoral, como Ministro General. Posteriormente fue nombrado obispo y cardenal de Albano.

* En su orientación teológica, Buenaventura se sitúa conscientemente en la línea agustiniana, y en general patrística, más que en la aristotélica, pero no es ni mucho menos contrario al lugar de la razón en la exposición de la fe.

* El Papa Benedcito XVI, profundo conocedor y gran admirador del santo, describe así una de las claves de su pensamiento: “San Buenaventura, en el prólogo a su Comentario a las Sentencias habla de un doble uso de la razón, de un uso que es inconciliable con la naturaleza de la fe y de otro que, en cambio, pertenece propiamente a la naturaleza de la fe. Existe —así se dice— la violentia rationis, el despotismo de la razón, que se constituye en juez supremo y último de todo. Este tipo de uso de la razón ciertamente es imposible en el ámbito de la fe. ¿Qué entiende con ello san Buenaventura? Una expresión del Salmo 95, 9 puede mostrarnos de qué se trata. Aquí dice Dios a su pueblo: «En el desierto… vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron aunque habían visto mis obras». Aquí se alude a un doble encuentro con Dios: ellos «habían visto». Pero esto a ellos no les basta. Ponen «a prueba» a Dios. Quieren someterlo al experimento.”

* Hay en cambio un uso recto de la razón con respecto a la fe y la teología: “San Buenaventura alude a un segundo uso de la razón, que vale para el ámbito de lo «personal», para las grandes cuestiones del hecho mismo de ser hombres. El amor quiere conocer mejor a aquel a quien ama. El amor, el amor verdadero, no hace ciegos, sino videntes. De él forma parte precisamente la sed de conocimiento, de un verdadero conocimiento del otro.”

Ama Dios a todos por igual?

Respetado Fray Nelson : sobre estos 2 conceptos ” Dios NO nos ama a todos por igual ” y por tanto ” tal santo es menos santo que tal otro santo… quisiéramos su autorizada opinión. M.R.M.

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¿A quién ama más Dios? No lo sabemos. Sabemos que su amor es infinito para cada uno, pero el infinito también tiene grados, como han demostrado los matemáticos ya desde el siglo XIX. Por eso debemos afirmar que sabemos que su amor es mayor por unos que por otros pero que no tenemos cómo hacer esa comparación. Un cierto consenso es que su amor se muestra mayor en las conversiones y en el don de la perseverancia final.

¿Quién es más santo que quién? Eso tampoco lo sabemos. Sabemos que hay unos más santos que otros, y hay consenso en que la Virgen María brilla en santidad por encima, no sólo de los hombres sino incluso de los ángeles. Hay cierta claridad sobre la inmensa santidad de San José y de los Apóstoles. Aparte de eso, no sabemos, y es temerario afirmar que conocemos quién es más santo que otro, porque eso supondría tener acceso a la caridad verdadera de cada uno, pues Santo Tomás de Aquino explica que la única diferencia relevante en cuanto a la santidad es el grado del amor, grado que obviamente sólo Dios conoce.