Rostros y rastros de la caridad

De ordinario, la gente es muy poco generosa con su dinero -me escribes-. Conversación, entusiasmos bulliciosos, promesas, planes. -A la hora del sacrificio, son pocos los que “arriman el hombro”. Y, si dan, ha de ser con una diversión interpuesta -baile, tómbola, cine, velada- o anuncio y lista de donativos en la prensa. -Triste es el cuadro, pero tiene excepciones: sé tú también de los que no dejan que su mano izquierda, cuando dan limosna, sepa lo que hace la derecha.

-Sólo se me ocurre esto: vamos tú y yo a dar y a darnos sin tacañería. Y evitaremos que quienes nos traten adquieran tu triste experiencia.

“Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos que viven en Efeso. A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos.” -¿Verdad que es conmovedor ese apelativo -¡santos!- que empleaban los primeros fieles cristianos para denominarse entre sí? -Aprende a tratar a tus hermanos.

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Rostros del amor

“Timor Domini sanctus”. -Santo es el temor de Dios. -Temor que es veneración del hijo para su Padre, nunca temor servil, porque tu Padre-Dios no es un tirano.

Dolor de Amor. -Porque El es bueno. -Porque es tu Amigo, que dio por ti su Vida. -Porque todo lo bueno que tienes es suyo. -Porque le has ofendido tanto… Porque te ha perdonado… ¡El!… ¡¡a ti!! -Llora, hijo mío, de dolor de Amor.

Cuando hayas terminado tu trabajo, haz el de tu hermano, ayudándole, por Cristo, con tal delicadeza y naturalidad que ni el favorecido se dé cuenta de que estás haciendo más de lo que en justicia debes. -¡Esto sí que es fina virtud de hijo de Dios!

Te duelen las faltas de caridad del prójimo para ti. ¿Cuánto dolerán a Dios tus faltas de caridad -de Amor- para El?

Más pensamientos de San Josemaría.

Amor, amor del bueno

El secreto para dar relieve a lo más humilde, y aun a lo más humillante, es amar.

Dios mío, te amo, pero… ¡enséñame a amar!

Castigar por Amor: este es el secreto para elevar a un plano sobrenatural la pena impuesta a quienes la merezcan. Por amor de Dios, a quien se ofende, sirva la pena de expiación: por amor al prójimo por Dios, sirva la pena, jamás de venganza, sino de medicina saludable.

¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y… no me he vuelto loco?

Señor: que tenga peso y medida en todo… menos en el Amor.

Más pensamientos de San Josemaría.

Cuaresma de Conversion, 4 de 4, perdonados e instruidos por Jesus

[Retiro para la comunidad hispana de la Parroquia de St. Patrick, en Miami Beach, febrero de 2013.]

Tema 4: perdonados e instruidos por Jesús

* En todo hay amenazas y oportunidades, y ver ambas es necesario. Así es nuestra fe: nos hace realistas pero a la vez, esperanzados.

* “Vete y no peques más,” dice Jesús a la mujer adúltera en Juan 8. El hecho de no recibir condena sino perdón abre una vida nueva en la que ya no debe reinar el pecado.

* Lo mismo encontramos en la escena del hijo pródigo, en Lucas 15. El pecador arrepentido es restablecido en su dignidad de hijo, como lo indica el anillo de familia que recibe, pero además, se le da un vestido nuevo, señal de una etapa y vida nueva.

* El concepto cristiano de perdón hay que relacionarlo con el concepto judío de la justificación. En el mundo semita ser “justificado” es “ser hecho justo,” es decir, poder ajustarse de nuevo al único que es Justo, Dios mismo.

* Lo más importante no es la supresión del castigo sino el restablecimiento de la relación de cercanía y de una comunicación fluida y sin trabas. Perdonados, tenemos acceso a la riqueza, sabiduría y bondad de aquel que nos ama. ¿Cómo no sentir el fuego nuevo de la esperanza? Por eso el camino hacia Dios pasa por el arrepentimiento y el perdón.

* Una última acción de Cristo que debemos destacar es su manera de enseñar. Destacamos tres puntos:

(1) “Amaos los unos a los otros como yo os he amado.” El amor es la clave de la vida, pero no cualquier amor: “Recibe de mi amor para amar,” dice Jesús.

(2) “Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?” El amor cristiano no es una transacción ni una inversión ni un pago. Todos en algún momento necesitaremos esa clase de amor, según una conocida frase: “Ámame cuando menos la merezca porque es cuando más lo necesito.” La lógica de la transacción está como escrito en nuestro ADN pero el cristianismo está más allá de nuestro ADN: no es naturaleza sino sobre-naturaleza.

(3) “Sin mí nada podéis hacer.” La frase parece exagerada: hay tanto, aparentemente, que parece puede hacerse. Quizás hay que entenderla así: “Sin mí puedes hacer muchas cosas pero todas serán destruidas.”

* Pon tu fundamento en Jesucristo, sin condiciones, y encontrarás una fuente inagotable de esperanza. Déjate marcar por la obediencia a Jesús.

ESCUCHA, construir comunidad, carne y espiritu

[Predicación en la Misión Santa Ana, de la Arquidiócesis de Miami.]

* Los seres humanos nos agrupamos por diversas razones. Las más comunes son: gusto, conveniencia, interés, miedo y deseo. El amor que está detrás de de esas razones es el que la biblia llama “amor carnal.” Obsérvese que “carne” no alude simplemente a sexo.

* El amor carnal tiene un lugar importante en la vida humana, en la medida en que permite formas de asociación y cooperación que van desde la libre empresa hasta la unión procreadora. Pero el amor carnal es insuficiente para fundar sobre él comunidad.

* En efecto, la oferta del amor salvador de Dios es necesaria para todos, sin distinciones, y el amor carnal ciertamente hace distinciones según los gustos y las conveniencias. por eso, el amor propio de la redención ha de ser un amor mayor, uno que pasa por encima de las motivaciones del amor carnal.

* Vemos brillar ese amor mayor en la Santísima Virgen María, quien vio en el calvario a su Hijo completamente abandonado de sus discípulos, pero luego oró por y con esos mismos discípulos, implorando el Don del Espíritu.

* Las notas básicas de ese Amor Mayor se ven bien en el Padrenuestro, de la primera a la última de sus palabras.

La primacia del amor

[Predicación para la Comunidad de SANCTUS – N. S. de Guadalupe, en Miami.]

Encuentro el 17 de Febrero de 2013

* Si es propio del bebé y del niño centrarse en sí mismo, en sus necesidades, incomodidades y gustos únicamente, hemos de reconocer que la capacidad de salir de sí mismo para interesarse por el bien de otros es una señal de crecer en humanidad.

* Según esa dirección, Cristo es el más humano de todos, pues su manera de entregarse por el bien de los demás es señal de una plenitud y madurez máximas.

* Hay varios modos de amar a otros. (1) El amor “cerebral” descubre que otra persona lo está pasando mal o necesita algo. (2) El amor “sentimental” sucede cuando alguien que nos importa es afectado en sus cosas o proyectos. (3) El amor “entrañable” brota irreprimible cuando alguien importante para nosotros es afectado en su integridad o sus capacidades. Los evangelios nos dicen que este es el tipo de amor que Cristo muestra por nosotros.

* El amor entrañable tiene un efecto: “hace espacio” dentro de nosotros para que la otra persona, con su realidad y sus necesidades, nos “habite.” por eso, este es el tipo de amor que de modo natural y necesario crea comunidad.

* Si en la Cruz se revela de modo particular el amor humano y divino, una comunidad que nace en torno a la Cruz, lleva en sí el sello de una espiritualidad completamente eclesial. Ser iglesia es para nosotros nuestra única forma posible de ser.

Una que mendigaba amor

“María tiene unos 40 años, está casada y tiene dos hijas. Llevaba aparentemente una vida normal y sin grandes sobresaltos. Pero un sufrimiento silencioso le acompañaba desde su niñez. ReL transcribe íntegro como el Señor la sanó… y su vida cambió completamente.”

mendigaba amor

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Maestros en la Fe, 3 de 6, San Buenaventura y la razon guiada por el amor

[Curso a las Monjas Dominicas del Monasterio de Santa Ana, en Murcia, España.]

Tema 3 de 6: San Buenaventura y la razón guiada por el amor

* Juan de Fidanza, fue desde niño conocido como “Buena Ventura,” debido a un feliz milagro de curación que su madre obtuvo por intercesión del recién canonizado San Francisco de Asís.

* Nacido en 1221 o tal vez en 1217, fue contemporáneo y amigo de Santo Tomás de Aquino, con quien le unen varios elementos: ambos pertenecen a las entonces jóvenes Órdenes Mendicantes, ambos son profesores de teología en la Universidad de París, el centro intelectual más importante de la cristiandad medieval; ambos deben defender el estatuto de existencia y de docencia de sus Órdenes, frente a los ataques de Guillermo de Santo Amor; mueren además el mismo año 1274.

* Buenaventura sobresale por la riqueza de su personalidad, su penetración intelectual, sencillez de alma, fe pura, obediencia a la Iglesia, espíritu de servicio. Biógrafo destacado de San Francisco Asís; discípulo del gran Alejandro de Hales, que escribió una Suma de Teología. En horas de tensión interna de la Orden de Frailes Menores, los “franciscanos”, Buenaventura brilló con las virtudes de la prudencia y el celo pastoral, como Ministro General. Posteriormente fue nombrado obispo y cardenal de Albano.

* En su orientación teológica, Buenaventura se sitúa conscientemente en la línea agustiniana, y en general patrística, más que en la aristotélica, pero no es ni mucho menos contrario al lugar de la razón en la exposición de la fe.

* El Papa Benedcito XVI, profundo conocedor y gran admirador del santo, describe así una de las claves de su pensamiento: “San Buenaventura, en el prólogo a su Comentario a las Sentencias habla de un doble uso de la razón, de un uso que es inconciliable con la naturaleza de la fe y de otro que, en cambio, pertenece propiamente a la naturaleza de la fe. Existe —así se dice— la violentia rationis, el despotismo de la razón, que se constituye en juez supremo y último de todo. Este tipo de uso de la razón ciertamente es imposible en el ámbito de la fe. ¿Qué entiende con ello san Buenaventura? Una expresión del Salmo 95, 9 puede mostrarnos de qué se trata. Aquí dice Dios a su pueblo: «En el desierto… vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron aunque habían visto mis obras». Aquí se alude a un doble encuentro con Dios: ellos «habían visto». Pero esto a ellos no les basta. Ponen «a prueba» a Dios. Quieren someterlo al experimento.”

* Hay en cambio un uso recto de la razón con respecto a la fe y la teología: “San Buenaventura alude a un segundo uso de la razón, que vale para el ámbito de lo «personal», para las grandes cuestiones del hecho mismo de ser hombres. El amor quiere conocer mejor a aquel a quien ama. El amor, el amor verdadero, no hace ciegos, sino videntes. De él forma parte precisamente la sed de conocimiento, de un verdadero conocimiento del otro.”