La Gracia Santificante es un don de valor inapreciable pero es distinta a la Divina Inhabitación trinitaria; ¿podría de manera sencilla hablarme de las diferencias y por qué Se dice que la Divina Inhabitación vale más que la Gracia Santificante? — E.P.
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La palabra “gracia” aplicada a nuestro camino en la fe, significa la obra que Dios, por propia iniciativa, y en razón de los méritos de Cristo, hace en nosotros, transformándonos real y verdaderamente, de modo que pasemos de ser sus enemigos a ser sus amigos y aún más, sus hijos muy amados.
En un sentido general, debemos decir que la gracia santificante hace toda la obra que va desde el perdón hasta la más alta santidad, pasando por la renovación interior, la comprensión de la palabra divina, la fecundidad espiritual en las obras buenas, el ejercicio de los dones del Espíritu Santo, y la estrecha unión con la voluntad divina: todo esto es lo que significa que la gracia es “santificante.” En ese sentido, la gracia llamada santificante es, en sentido amplio, la garantía del obrar del Señor, que así nos conduce hasta la total unión con Él.
Pero la expresión “gracia santificante” se suele utilizar en un sentido más limitado para denotar particularmente el reencuentro con la amistad divina y la recuperación del camino que nos conduce por su voluntad. Es sobre todo lo que sucede en el sacramento de la confesión, que, como se dice, nos comunica la gracia cuando no perdona y renueva. Este sentido más reducido de la gracia santificante se concentra entonces en el perdón y en la obra de la justificación que restaura la amistad con Dios.
Hay entonces dos sentidos comunes de la expresión “gracia santificante”: el sentido GENERAL alude a todo el camino de conversión y santidad, hasta la gloria del Cielo; el sentido PARTICULAR se concentra en la obra del perdón y la recuperación de la amistad con Dios.
Por otro lado, la Inhabitación Divina se refiere a la acción continua del Espíritu Santo en nosotros haciendo que todo nuestro ser, interior y exterior, sea cada vez más acorde con el plan de Dios para nosotros. Es como si Dios nos estuviera esculpiendo y modelando interiormente.
Si uno compara el sentido GENERAL de gracia santificante con la Inhabitación Divina, uno ve que estamos hablando de lo mismo: Dios obrando en nosotros y con nosotros en ruta hacia la plena santidad.
Si uno en cambio compara el sentido PARTICULAR de gracia santificante con la Inhabitación Divina, uno ve que la Inhabitación se refiere a una obra más extensa y profunda, y en ese sentido algunos dirán que es mayor el contenido de la Inhabitación Divina.