Una pregunta me agobia, fray Nelson, ¿de verdad el Papa Francisco es pro-vida? En más de una ocasión, uno esperaría verlo presente, alzando la voz, y su presencia es demasiado discreta o se echa de menos. ¿Qué puede decirnos al respecto? Gracias. –I.J.
* * *
Por supuesto, no puedo hablar a nombre del Papa. Sin embargo, pienso que como cabeza visible de nuestra Iglesia, y persona por la que millones oramos todos los días, se merece que busquemos la interpretación más plausible y sin forzar los hechos, benévola.
Hay que observar que el Papa Francisco ha buscado, siempre que es posible, un camino de encuentro, diálogo y énfasis en puntos comunes, en contraste con una actitud de pura confrontación, que, según creo que es su opinión, lleva a menudo sólo a que se endurezcan en sus posturas aquellos a los que quisiéramos atraer hacia nuestras convicciones. Si esta apreciación mía es correcta, ello explicaría muchas de su “ausencias.”
Otro hecho que parece demostrado es que el Papa parece preferir un método que podríamos llamar de “negociación” es decir, que el interlocutor se sienta acogido y comprendido en sus reclamos y preferencias para que también esté dispuesto a escuchar las nuestras. Es un modo de obrar que entraña riesgos, como cualquier otro modo de obrar, pero que puede rendir frutos positivos. Lo que él considera es que a través de un discernimiento hay que buscar lo que puede ser mejor a largo plazo, sin obsesionarnos por los logros inmediatos, y sin mucho menos caer en triunfalismos infantiles.
Dicho todo eso, nadie puede dudar de la postura del Papa en cuanto a la dignidad de la vida humana. Sólo mencionaré una de muchas intervenciones suyas, esta vez, ante un grupo de médicos (noticia publica por Actuall el 28 de mayo de 2018):
“Que sea vuestro compromiso en los respectivos países y a nivel internacional, cuidar este aspecto, interviniendo en ambientes especializados, pero también en las discusiones que se refieren a las legislaciones sobre temas éticos sensibles, como por ejemplo la interrupción del embarazo, el final de la vida y la medicina genética“, ha subrayado el Pontífice.”