Vivir en la verdad en un mundo que ama la mentira

Nunca es fanatismo querer cada día conocer mejor, y amar más, y defender con mayor seguridad, la verdad que has de conocer, amar y defender. En cambio -lo digo sin miedo- caen en el sectarismo los que se oponen a esta lógica conducta, en nombre de una falsa libertad.

Algunos no oyen -no desean oír- más que las palabras que llevan en su cabeza.

Para tantos, la comprensión que exigen a los demás consiste en que todos se pasen a su partido.

No puedo creer en tu veracidad, si no sientes desazón, ¡y desazón molesta!, ante la mentira más pequeña e inocua, que nada tiene de pequeña ni de inocua, porque es ofensa a Dios.

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