[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa Francisco – Retiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]
Tema 7 de 12: David, despreciado de los hombres y elegido de Dios
* Uno de los aspectos menos reconocidos de la historia del rey David es la manera traumática como se se dan sus relaciones con su propia familia de origen. Lo que resalta desde el principio es que ha sido descartado por su familia: le han dejado para el servil oficio de cuidar ovejas, de modo que Jesé, el papá, ya de avanzada edad, ni siquiera piensa en David como un hijo más.
* Los hermanos de David, en especial los tres mayores, buscan gloria en la vida militar. Desprecian a David, aun ya ungido por el profeta Samuel, de modo que cuando David, cumpliendo un encargo del papá, va a visitarlos al frente de batalla, es tratado con sorna, como si fuera apenas un espectador incapaz de pelear.
* Pero es David el que vence al gigante filisteo Goliat, para humillación no sólo de sus hermanos de sangre sino para sus hermanos de raza, incluyendo al líder natural, o sea, el mismo rey Saúl.
* La razón de la fortaleza de David no hay que buscarla en un entrenamiento especial o en dones que él hubiera cultivado en secreto. Precisamente por despreciado y asilado, David ha aprendido que en los peligros más duros sólo vale apoyarse en el Señor. Su despojo lo ha hecho fuerte en la fe.
* Y en la soledad ha encontrado su primer amor, que es Dios mismo. Enamorado de Dios, se ve a sí mismo en primer lugar como un amado y protegido del Señor (véase Salmo 18).