Contempla y vive la Pasión de Cristo, con El: pon -con frecuencia cotidiana- tus espaldas, cuando le azotan; ofrece tu cabeza a la corona de espinas. -En mi tierra dicen: “amor con amor se paga”.
El que ama no pierde un detalle. Lo he visto en tantas almas: esas pequeñeces son una cosa muy grande: ¡Amor!
Ama a Dios por los que no le aman: debes hacer carne de tu carne este espíritu de desagravio y de reparación.
Si en algún momento se hace más difícil la lucha interior, será la ocasión buena de mostrar que nuestro Amor es de verdad.