Padre Nelson: entre mis amigos católicos hay varios de corte “tradicional”: gente seria que también toma en serio su fe. Y varios de ellos, sin conocerse entre sí, me han expresado su preocupación por las orientaciones políticas del actual Papa Francisco. Alguno incluso ni siquiera lo llama “Papa Francisco” sino que, de una manera insultante, en mi opinión, se refiere a él por su apellido: Bergoglio. Yo no comparto esa manera de dirigirse a nuestro Papa pero debo reconocer que me quedo perplejo ante algunas intervenciones de este Papa. ¿Puede darnos su opinión? Gracias. — H.G.H.
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El ministerio del Papa está por encima de las diferencias políticas porque su servicio es para todo el rebaño de Cristo, y aún más allá: para toda la humanidad, bajo la aspiración de que haya “un solo rebaño y un solo pastor.”
Por supuesto, cada Papa tiene sus énfasis. Juan Pablo II que conocía muy bien los niveles de daño del comunismo podía advertir con claridad sobre esa aspecto. Francisco, en cambio, conoció muy bien las aberraciones de la extrema derecha, de corte militar, en su propio país. No es extraño que sostenga un lenguaje permanente que invita a evitar las concentraciones de poder y los populismos, sobre todo los de la derecha política y económica.
Por supuesto, sus posturas son cuestionables desde ese punto de vista. Muchos nos hemos preguntado si no se podría ser mucho más claro frente a lo que ha sucedido y está sucediendo, por ejemplo, en Nicaragua, Cuba o Venezuela. En ese sentido, es explicable tu perplejidad y la de tus amigos. Pero en cualquier caso está fuera de discusión que él es el legítimo y único Papa, sucesor de Pedro. Y yo personalmente no dudo de su buena intención y la sinceridad de su oración.
Sobre este mismo tema hay una interesante recopilación de algunos hechos, realizada por un laico uruguayo, Daniel Iglesias. Puede leerse aquí.
Lo que a todos nos corresponde, y eso está claro, es orar con intensidad y amor por el Papa Francisco.