Sin oración, nada

El sistema, el método, el procedimiento, la única manera de que tengamos vida -abundante y fecunda en frutos sobrenaturales- es seguir el consejo del Espíritu Santo, que nos llega a través de los Hechos de los Apóstoles: «omnes erant perseverantes unanimiter in oratione» -todos perseveraban unánimemente en la oración. -Sin oración, ¡nada!

Más pensamientos de San Josemaría.