ALIMENTO 2020/04/11

Alimento del Alma
Sábado 11 de abril de 2020

Convento de Santo Domingo, Bogotá, COLOMBIA.
Tel. +57 (1) 249-3385

No. 10282
Cada día tiene su gracia…

 

 

Aún más contenido,
en FRAYNELSON.COM y FRAYNELSON.NET:
Inicio
AMIGOS EN LA FE
Calendario
Predicación de viva voz
Homilías
Preguntas y Respuestas
Imprenta (PDF)
Wiki (transcripciones)
Diario (Weblog)
Oración Compartida
Testimonios
Cómo ayudar

 

 

¡ PONTE AL DÍA !
Estas son nuestras series:
Biblioteca Pontificia
Las Palabras del Angel
Conoce a tu Dios (P. Jaime Forero, q.e.p.d)
Ejercicios para el Perdón (P. Jaime Forero, q.e.p.d)
Preguntas & Respuestas
Videos publicados en el Boletín
Cantos publicados en el Boletín
Cómo ayudar

 

Inscribe tu e-mail en:
www.fraynelson.com

 

Una canción gratis
para este día:
Fiel Amigo

 

* Edición Especial *

Este Sábado es único en todo el año

Es el día del gran silencio. No hay ninguna celebración litúrgica que sea propia del sábado como tal pues la Iglesia entera guarda a Cristo dormido, después de envolver a Jesús en las vendas y el sudario según la costumbre de los judíos, para despertar con Él a la gloria de la Pascua. También nosotros espiritualmente en este momento y también cuando llegue el Sábado Santo debemos postrar nuestro corazón ante Jesús reconociendo en la muerte de Cristo, la espantosa consecuencia de nuestros pecados pero reconociendo también que en el Cuerpo de Cristo el pecado agotó sus fuerzas, que todo el odio se descargó sobre sus hombros, sobre su piel, sobre sus sienes.

Y de lo profundo de ese abismo de dolor y de absurdo, brotará la Buena Noticia. Tal es la gran celebración: que Cristo, despertado por la gloria del Padre; Cristo vivificado por la gracia del Espíritu; Cristo Dios, se levanta del sepulcro, se levanta mostrando que el amor vence al odio, que el pequeño vence al soberbio, que la paz vence a la muerte porque hay vida, hay gracia y hay perdón.

Aunque en el Sábado Santo no hay ninguna celebración litúrgica establecida, en muchos lugares se organizan celebraciones piadosas recordando con dolor de amor la dura soledad de la Virgen María. Sabemos que parte del testamento de Cristo fue entregarnos a su Santísima Madre como madre nuestra: especialmente en este sábado somos invitados a acogerla en nuestros corazones y en nuestras casas.

Y entre tanto, nuestra mirada, todavía llorosa, mira ya a la Pascua. Si el Triduo es el centro de nuestra liturgia, la Vigilia Pascual, que se celebra el Sábado Santo en la noche, es el centro de todo el Triduo, y el centro de todo lo que somos como cristianos.

Fr. Nelson M.
[¿Quieres leer la Biblia en 365 días?]

[arriba]

La Foto de Hoy


Usos adicionales de un disco duro ya dañado.

[arriba]

Santo del Día

Santa Gemma Galgani.-

Santa Gemma nació el 12 de marzo de 1878 en el pueblo de Borgonovo de Capannori, Italia. Tuvo como padres a Enrique Galgani y Aurelia Landi, quienes tuvieron 8 hijos: Carlos, Guido, Héctor, Gino, Antonio, Angelina y Julita.

De ellos, Gemma fue la cuarta en nacer y la primera niña de la familia. Al día siguiente, fue bautizada por el Padre Pedro Quilici, Párroco de San Miguel, bajo los nombres de Gemma Hipólita Pía.

Luego de un mes, toda la familia se mudó a Lucca, donde vivió el resto de su vida. Desde muy niña, Gemma mostró signos de santidad.

A la edad de cuatro años, estaba de visita en la casa de su abuelita, cuando ésta, al entrar en su cuarto, la encontró de rodillas frente a una imagen de la Virgen.

La abuela corrió a llamar al tío, quien la contempló por largos minutos. Luego le dijo: “¡Gemmita! ¿Que estás haciendo?” La niña, sin inmutarse, contestó: “Estoy rezando el Ave María. Salid que estoy en oración”.

Desde esta tierna edad, la oración era ya para ella el sostén de su vida y de sus virtudes.

Nos podríamos preguntar: ¿Quién enseñó a Gemma a amar a Jesús y a María? Su primera y gran maestra en la escuela del amor a Jesús fue su madre, Doña Aurelia, quien inculcó en el corazón de la hija lo que sería el distintivo especial de toda su vida:

El amor a Cristo Crucificado, del que llegaría a ser como imagen viva, y un amor a la Santísima Virgen, que hizo su santidad tan dulce y atrayente.

Al hablar sobre su infancia, Santa Gemma señaló: “De lo primero que me acuerdo es que mi mamá, cuando yo era pequeñita, acostumbraba tomarme a menudo en brazos, y llorando, me enseñaba un crucifijo. Me decía que Él había muerto en la Cruz por los hombres.”

Hubo también entre ellas, diálogos como éste: – “Hija mía”, -me decía mamá-, “yo moriré pronto y tendré que dejarte. Si pudiera, te llevaría conmigo. ¿Te gustaría venir?”

-“Y, ¿a dónde vamos?”, le preguntaba yo. -“Al Paraíso con Jesús y con los Ángeles.”

A los siete años de edad, el 26 de Marzo de 1885, Gemma recibió la confirmación por medio de Monseñor Nicolás Ghilardi, Arzobispo de Lucca.

Durante la Ceremonia se desarrolló entre el Espíritu Santo y Gemma este diálogo: “De repente, una voz me dijo al corazón: -¿Quieres darme a tu mamá?”

-“Sí”, respondí, “pero, llévame también a mí”. -“No”, me replicó la voz, “dame generosamente a tu mamá. Tu debes quedar por ahora con papá. Llevaré a tu mamá al Cielo, ¿sabes? ¿Me la entregas de buena gana?”

“Tuve que decir que sí. Acabada la misa fui corriendo a casa. ¡Dios mío! Miraba a mamá y lloraba; no podía contenerme”.

Mi Madre, Santa María.

Al morir su mamá, Gemma indicó: “Al perder a mi madre terrena, me entregué a la Madre del Cielo. Postrada ante su imagen, le dije: ¡María! Ya no tengo madre en la tierra; sé tú desde el Cielo mi Madre”.

Y también expresó: “¡Oh, cuántas veces, depositando en mi Mamá del Cielo las angustias y penalidades de mi corazón afligido, Ella me consolaba! ¡Sí! Yo recuerdo que hallándome en las mayores angustias, huérfana de madre en la tierra, me tendió cariñosamente los brazos la Madre del Cielo”.

Primera Comunión.

Para Santa Gemma, la Eucaristía era el centro de su vida. Este deseo de recibir a Jesús en la Sagrada Hostia, iba en aumento mientras pasaban los años.

Si bien era cierto que ya estaba confirmada, no podía recibir la Primera Comunión. No poseía la edad requerida en ese momento para el Sacramento. Santa Gemma tenía 9 años.

Fue su confesor, el Obispo de Lucca, Monseñor Volpi, quien conociendo el anhelo tan grande del corazón de la Santa, le dijo a su padre que si no le daba el permiso para recibir la Comunión, Gemma moriría de dolor.

Por tanto, Don Enrique dio la autorización para que las religiosas del Colegio de Santa Zita, -donde Gemma asistía-, la preparasen con el fin de merecer este Sacramento.

Inmediatamente, comenzó un retiro de quince días con las demás niñas del colegio. Dice Santa Gemma: “Apenas me vi en el Convento, rebosaba de felicidad. Corrí a la Capilla para dar gracias a Jesús, y le pedí con gran fervor la gracia de instruirme bien para la Primera Comunión”.

Hizo confesión general tres veces sucesivas con Monseñor Volpi, quien sería su confesor ordinario.

Llegó, por fin, el día tan anhelado, 17 de Junio 1887, Fiesta del Sagrado Corazón. Las vivencias de Santa Gemma, sólo ella las puede explicar:

“Me siento incapaz de describir la experiencia de aquel encuentro. En ese momento comprendí que las delicias del Cielo no son como las de la tierra. Hubiera anhelado no interrumpir nunca aquella unión con mi Dios”.

“Me sentía cada vez más desprendida del mundo y más dispuesta para la unión con el Señor. Aquella misma mañana, Jesús despertó en mí un gran deseo de ser religiosa”.

A raíz de la Primera Comunión, se afianza la vocación de Gemma. Ella misma lo afirma: “Sentía desarrollarse en mí un ardiente anhelo de padecer y de ayudar a Jesús a sobrellevar la Cruz”.

Más adelante, fallece su papá, situación dolorosa que produce la separación de los hermanos. Héctor emigra al Brasil, donde muere. Guido abandona la práctica religiosa e interrumpe sus estudios de farmacia en Pisa, que más tarde concluye.

Julia y Angelina se quedan con las tías Elena y Elisa. Gemma y Antonio se refugian en Camaiore con los tíos Carolina Galgani y Domingo Lencioni.

Gemma, poco a poco se fue alejando del Señor, aunque Él nunca la dejó de proteger y librar de pecados graves. Esta crisis se da hasta cuando tenía 20 años.

En este momento, Jesús permite una enfermedad grave para que Gemma retorne a Él con todo su corazón y nunca más se distraiga con las cosas del mundo.

Ella cuenta: “De repente comencé a andar jorobada y a sentir dolores de riñón. Resistí durante algún tiempo, pero como la cosa iba peor, pedí permiso a la tía para regresar a Lucca”.

Al continuar el dolor, el médico la atendió y diagnosticó osteítis en las vértebras lumbares con sucesivo absceso frío en los ingüinales. Se quedó paralítica de ambas piernas.

El 28 de Enero de 1899 le sobreviene un dolor insoportable en la cabeza, fruto de una otitis media purulenta aguda con participación del mastoide.

Los médicos, viendo que los remedios no producían mejoría y que la enfermedad avanzaba, la desahuciaron. Sólo por cumplimiento, acuden de cuando en cuando a verla.

El 8 de Diciembre, Fiesta de la Inmaculada, Santa Gemma indicó: “Le dije a Jesús que no rezaría más si no me curaba. Y le pregunté, qué pretendía teniéndome así. El Ángel de la Guarda me respondió: -Si Jesús te aflige en el cuerpo, es para purificarte cada vez más en el espíritu”.

San Gabriel de la Dolorosa.

Su antigua profesora, Sor Julia Sestini, le contó la biografía de un joven pasionista, llamado Gabriel de la Dolorosa.

Una señora piadosa, Cecilia Giannini, acudió a practicar una obra de misericordia con Gemma. Un día la visitó, y para que se distrajera, le prestó la biografía de Gabriel de la Dolorosa, escrita por un desconocido Padre Germán de San Estanislao, C.P.

¡Cómo son las cosas del Señor! Estas dos personas serían para Santa Gemma en los últimos años de su vida, dos grandes regalos de Dios.

Doña Cecilia sería la que cuidaría de ella y estaría al tanto de sus éxtasis y experiencias místicas. El Padre Germán sería el director espiritual que el mismo Señor le enviaría, para que guiara su alma y confirmara luego la autenticidad de su vida.

Dice Santa Gemma: “Tomé el libro con desprecio y lo puse debajo de la almohada. Un día estaba sola. Serían como las doce. Me sobrevino una fuerte tentación y me decía para mí que estaba aburrida de todo”.

“El demonio se valió de esto para tentarme, diciéndome que si le hacía caso me curaría. Estuve a punto de sucumbir. Pero, de repente me vino una idea. Recurrí al Venerable Gabriel y le dije: Primero el alma, después el cuerpo”.

Superada esta tentación, comenzó a leer el libro de la vida del Venerable Gabriel y quedó maravillada. No se cansaba de admirar sus virtudes.

Cuando doña Cecilia volvió para recoger su libro, le costó mucho a Gemma devolvérselo. Aquella misma noche, “se me apareció Gabriel vestido de blanco. No lo reconocí. Se quitó la túnica blanca y se apareció vestido de pasionista.”

Me dijo: “Ya ves qué agradable ha sido tu sacrificio. He venido yo mismo a verte. Procura ser buena y volveré.”

En otra ocasión se le apareció de nuevo el Venerable Gabriel. Esta vez le dijo que hiciese un voto de convertirse en religiosa, pero que no añadiera nada más.

“-‘¿Y por qué?’ Le pregunté. Me sonrió y me miró. Me puso el escudo pasionista y repitió: ‘Hermana mía…’, y desapareció.”

La curación.

Su salud empeoraba, y le sugirieron que le pidiera a la Beata Margarita María por el milagro de su sanación. Ella inició la novena al Sagrado Corazón varias veces, pero su debilidad no le permitía continuarla.

El día 23 de Febrero 1899, recomenzó en serio la novena. En la noche del día primero al dos de Marzo, ocurrió esto:

Faltando algunos minutos para la media noche, Gemma escuchó el rozar de las cuentas de un rosario y sintió una mano que se le posó en la frente. La voz que escuchaba rezar, le preguntó:

“-‘¿Quieres curarte?’ -‘Todo me da igual’, le respondí. -‘Te curarás. Ruega con fervor al Sagrado Corazón.’ -‘¿Y a la Beata Margarita?’, pregunté. -‘Añade en su honor tres veces el Gloria’.” La Beata Margarita es hoy Santa Margarita María.

“En el penúltimo día de la Novena quería recibir la Comunión, ya que terminaba en Primer Viernes del mes de marzo. Comulgué muy temprano”.

“¡Qué momentos tan deliciosos pasé con Jesús! El me repetía:- ‘¿Quieres curarte?’. No pude contestar por la emoción. ¡Pobre Jesús! La gracia había sido concedida. ¡Estaba curada!”.

Al amanecer del 2 de marzo se levantó con sus propios pies y toda la familia al verla, lloraba de alegría ante aquel milagro de Dios. Este milagro es la antesala de otras grandes gracias que Santa Gemma recibiría durante su vida.

Su amor por Cristo crucificado y el anhelo de ser sólo para Jesús, la llevarían cada vez más a ofrecerse al Señor como víctima de amor.

Los estigmas.

El 8 de Junio 1899, Víspera de la Fiesta del Sagrado Corazón, luego de haber sido rechazada en varias comunidades religiosas a causa de su frágil salud, Jesús la eleva en este día a la categoría de “Víctima”.

Al respecto, Santa Gemma cuenta: “Después de la Comunión, Jesús me avisó de que por la tarde me haría una gracia grandísima. Se lo dije a Monseñor Volpi, y éste me manifestó que estuviese atenta y que se lo contara luego”.

“Llegó la tarde. De repente me asaltó un fuerte dolor de mis pecados. Me sentí recogida. Al recogimiento sucedió la pérdida de los sentidos y me hallé en presencia de mi Madre Celestial y del Ángel de la Guarda, quien me mandó hacer un acto de contrición”.

“Luego, mi Madre me dijo: -‘Hijita, en Nombre de Jesús te sean perdonados tus pecados. Mi Hijo te ama mucho y quiere hacerte una gracia muy grande. Sabrás hacerte digna de ella. Yo seré tu Madre. Sabrás mostrarte como verdadera hija’.”

“Me cubrió con su manto, y en ese instante, apareció Jesús. De sus llagas no salía sangre sino llamas de fuego, que vinieron a cerbarse en mis manos, pies y costado. Creía morir, y habría caído al suelo si mi Madre no me hubiera sostenido”.

Permanecí así varias horas. Más tarde, mi Madre me besó en la frente, desapareció y me hallé de rodillas. Seguía sintiendo un dolor fuerte en las manos, pies y costado. Me levanté para acostarme, pero noté que de estas partes manaba sangre.”

Santa Gemma, la víctima de Jesús, comenzaba a “suplir en su carne lo que le faltaba a la Pasión de Cristo”.

Este hermoso regalo se repetiría en las tardes del jueves al viernes, todas las semanas. Para disimular las llagas, usaría guantes.

Su Confesor.

Conversando con la señora Cecilia Gianni, Gemma oye hablar del Padre Germán de San Estanislao. Le pide a Jesús que se lo muestre, y el Señor lo hace en un éxtasis.

Le dice que éste es el sacerdote que guiará su alma. Efectivamente, el Padre Germán se convierte en el confesor y director extraordinario de Gemma, quien es testigo de las obras de Dios en su alma.

Muchos fenómenos relacionados con la Pasión se dieron en la vida de Santa Gemma. Además, de los estigmas, tuvo sudor y lágrimas de sangre. Se la vio padeciendo la flagelación.

Recibió un regalo que apreció con todo su corazón. Su Ángel de la Guarda, un día le mostró dos coronas y le pidió que escogiese la que ella quisiera. Escogió “la de Jesús”.

El Ángel de la Guarda.

Santa Gemma tenía una relación muy particular con su Ángel de la Guarda, que siempre le acompañaba y le protegía. Incluso muchas veces le servía de “cartero”, llevando sus cartas al Padre Germán.

Se asegura que también tenía el don de leer los corazones. En varias ocasiones, le dijo a algunos religiosos que abandonarían la religión, cosa que sucedió mas tarde, confirmando este don de su corazón.

Hay una anécdota muy preciosa que le sucedió a Santa Gemma en la casa Giannini. En el comedor de la casa hay un crucifijo grande, al que toda la familia tenía gran devoción. También Gemma, en muchas ocasiones, le hacía pequeñas “visitas”, orando frente a él.

Un día, al tiempo que Gemma preparaba la mesa, alzó los ojos hacia su Jesús y le dijo que tenía hambre y sed de Él. Sentía ansias de dar un beso a la imagen. Pero, no alcanzaba, porque estaba alta.

Jesús le sale al encuentro. Desprendiendo un brazo de la Cruz, la atrae, la abraza muy estrechamente, permitiéndole apagar su sed en la fuente viva del costado abierto.

El combate contra el enemigo.

Jesús dijo cierto día a Gemma: “Prepárate, pues, el demonio será quien dé la última mano a la obra que en ti deseo ejecutar”. Y estas palabras del Señor se cumplieron al pie de la letra.

El demonio detestaba a Gemma. Le daba golpes, la tentaba contra la pureza con pensamientos e imágenes sugestivas y grotescas. Trataba de impedir que comulgase, e incluso llegó a aparecérsele bajo la apariencia del mismo Jesús.

Por todos los medios trataba de privarla de la dirección espiritual, insinuándole cosas malas acerca de sus confesores, o haciéndose pasar por ellos. Se trataba de una guerra constante y continua que duró hasta su misma muerte.

Era de esperar esta guerra de parte del demonio, ya que serían muchas las almas que se beneficiarían de los sufrimientos y oraciones de Santa Gemma, y más aún, ella sólo quería conformarse con la voluntad de Dios para su vida. Esto hacía que el demonio se revolcara de rabia, porque no podía vencerla.

Tanta era la rabia que sentía hacia la pureza de Santa Gemma, que un día la tentó visiblemente, de tal modo que no pudiendo huir de él, hizo la señal de la Cruz y se arrojó en un pozo de agua helada en el jardín. Su Ángel la sacó y la felicitó por su gran amor a la pureza, por su valentía y por su triunfo.

En otra ocasión, cuando la Santa, por orden del Padre Germán, escribía su vida: “Dándose cuenta el demonio del fruto que podía hacer el libro de su vida, se lo robó gritando: ‘¡Guerra, guerra a tu Padre! Tu escrito está en mis manos’. Se relamía y se revolcaba en el suelo de la satisfacción.”

El Padre Germán, enterado por una carta de Gemma, se fue al sepulcro de San Gabriel de la Dolorosa, y allí leyó los exorcismos, ordenando al demonio que volviese el manuscrito a su lugar.

El demonio lo devolvió todo chamuscado, aunque perfectamente legible, como se conserva todavía hoy en el Convento de los Pasionistas de Roma, produciendo honda impresión en cuantos lo ven.

Escribe la Santa: “El demonio me hace sufrir mucho, pero siempre terminan por vencerle Jesús y María, o bien el Ángel, o San Pablo de la Cruz, o el hermano Gabriel. Siempre son estos tres.”

“¡Si viera cómo escapa tan luego como se presenta alguno de ellos!”

Más adelante, al despedirse por última vez del Padre Germán, el demonio no reconoció límites a su bestialidad durante siete largos meses. Perturbaba su imaginación con horribles fantasmas, con el fin de producirle estados de ansiedad, tristeza, amargura y temor, que la indujeran a la desesperación.

Le decía muchas veces: “Ahí tienes lo que has conseguido con tus fatigas en el servicio de Dios”. Y le presentaba tales figuras contra la pureza, que escribió al Padre Germán: “Padre mío, pídale a Jesús que me cambie esta cruz por cualquier otra. Haga desde ahí los exorcismos para que este perverso se vaya, o mande a su Ángel para que lo ahuyente”.

Viendo que con tentaciones no podía vencerla, empezó a maltratarla con los golpes más brutales y en forma de bestias feroces, que amenazaban despedazarla.

Dirigiéndose entonces a María Santísima, le decía: “Madre mía. Me encuentro bajo el poder del demonio que quiere arrancarme de las manos de Jesús. Ruéguele por mí. ¡Viva Jesús!”.

Jesús y María, complacidos al ver cómo luchaba, le enviaban a San Pablo de la Cruz o a San Gabriel, para animarla. El mismo Jesús le dijo: “Hija mía, humíllate bajo mi mano poderosa y lucha, que tu lucha te conducirá a la victoria”.

Entrega su vida por un pecador.

Le escribía al Padre Germán: “Usted siempre me recomienda paz. Gracias a Dios la tengo, aunque a veces en lo exterior parezca seria. Y tendré mayor aún, cuando se convierta mi pecador”.

Este pecador al que se refiere la Santa, era un sacerdote que había dejado el sacerdocio hacía ya doce años y daba escándalo con su vida, haciendo que muchos se perdieran.

Santa Gemma, viendo que los sacrificios que ofrecía no eran suficientes, pidió permiso a su director para ofrecerle al Señor la mitad de la vida por su conversión. El padre dijo que sí, y Jesús aceptó el intercambio.

Este sacerdote se convertiría dos días antes de la muerte de Gemma, dándole a ella un gran consuelo, exactamente en el plazo que ella había ofrecido al Señor: pasados los doce años que aquel sacerdote andaba descarriado. Doce años y medio es la mitad de la vida de Santa Gemma, quien morirá a sus 25 años.

El tránsito hacia el Padre Celestial.

Gemma había pedido a Jesús morir crucificada con Él, y crucificada moriría. Como a las diez de la mañana, doña Cecilia pensaba retirarse un poco, y Gemma le dijo: “No me dejes, mamá, mientras no esté clavada en la cruz, pues Jesús me ha dicho que tengo que morir crucificada como Él”.

Momentos después, entró en éxtasis profundo, extendió un poco sus brazos, y en esta posición permaneció hasta mediodía. Su semblante era mezcla de amor y dolor, de calma y desolación. ¡Agonizaba como Jesús en la Cruz! Los presentes la contemplaban atónitos.

Era Viernes Santo, 10 de Abril de 1903.

A las ocho de la mañana del sábado, se le administró la Extremaunción, -hoy día se le llama Unción de los Enfermos-, a cuyo rito sagrado contestó con pleno conocimiento.

A doña Cecilia, que le habló del Padre Germán, le dijo: “Ya he ofrecido a Dios el sacrificio de todo y de todos, para prepararme a morir”.

Tomó entonces el crucifijo en las manos y exclamó: “¡Jesús! En tus manos encomiendo mi pobre alma!” Y volviéndose a la imagen de María, añadió: “¡Mamá mía! Recomienda a Jesús mi pobre alma. Dile que tenga misericordia de mí”.

De repente, toda señal de agonía desapareció, y una sonrisa de Cielo se dibujó en sus labios. Dos lágrimas corrieron de los ojos.

El párroco, que estaba presente, exclamó: “Jamás he presenciado muerte semejante”. Y él mismo puso sobre el pecho de Gemma el escudo pasionista que llevó al sepulcro.

Muere Santa Gemma a la 1:45 p.m. del Sábado Santo, 11 de Abril de 1903.

La profecía de Santa Gemma se cumplió. Los pasionistas la rechazaron en vida, pero después de su muerte la tomaron para sí.

El Señor, que había acrisolado su corazón con el sufrimiento, también había pedido de ella el sacrificio de no entrar en ninguna orden religiosa. Ella lo aceptó y lo ofreció al Señor, como todo lo demás.

Era necesaria una prueba irrefutable que revelara las intimidades del corazón de aquella criatura que había amado ardientemente a Jesús.

La prueba se tuvo, cuando al fin, -y Dios sabe con qué sacrificios-, llegó el Padre Germán a Lucca. Ya habían pasado 14 días de la muerte de Santa Gemma. El Padre anhelaba volver a ver aquel rostro lleno de dulzura.

Pero, quería, sobre todo, verificar los misterios de ese corazón virginal, cuyos secretos en vida nadie mejor que él había profundizado.

“El 24 de Abril se procedió a exhumarlo. Se abrió el cuerpo y se extrajo el corazón, que apareció fresco, lozano, flexible, rubicundo, humedecido de sangre, igual que si estuviera vivo”.

“Los especialistas que practicaban la autopsia, quedaron maravillados. Estaba bastante achatado y dilatado por ambos lados, apareciendo como más ancho que alto. Al abrirlo, fluyó enseguida la sangre, bañando el mármol donde se realizaba la intervención”.

Aquella, que en muchas ocasiones le había pedido al Señor que le ensanchara el corazón para poder amarlo más, recibió esta gracia que tanto pedía. Su corazón se conserva en el Convento Pasionista de Madrid.

El proceso para la canonización se abrió el 3 de Octubre de 1907, cuatro años después de su muerte. El Papa Benedicto XV dispensó el proceso de “fama de santidad”, porque era conocida ya en todo el mundo.

Gemma resultó ser beatificada el 14 de Mayo de 1933, Año Santo del XIX Centenario de la Redención. La beatificó el Papa Pío XI.

La Santa fue canonizada el 2 de Mayo de 1940, día de la Ascensión del Señor, por el Papa Pío XII, quien dijo: “Santa Gemma será la piedra preciosa de nuestro Pontificado”.

Los grandes amores de Santa Gemma durante toda su vida, fueron Jesús Crucificado, la Virgen María, la Eucaristía y la sed de conversión de las almas. Para ellos vivió toda la vida, y por ellos murió como víctima de amor.

[arriba]

Cumpleaños

Mariana Vidal.- New York, USA

José Castillo.- Panamá

María del Carmen Castro Lastre.- Cartagena de indias, Colombia (1965) – Muchas felicidades en tu santo día de cumpleaños, que la dicha y la prosperidad sean tus mejores aliados por toda la vida. Luis Eduardo Amado

Julio.- Bogotá, Colombia – A mi padre hijo de Chiquinquirá y de la patrona de Colombia le deseo bendiciones en salud en este su cumpleaños. Luzmar

[Añade otro cumpleaños]

[arriba]

Bautismos
[arriba]

Aniversario de Ordenación Sacerdotal
[arriba]

Aniversario de Matrimonio

José Vargas Narváez y Teresa Carrasco de Vargas.- Lima, Perú (1986)

[Añade otro aniversario de matrimonio]

[arriba]

Grupos, Comunidades, Congregaciones…
[arriba]

Evangelización Viva para hoy y los próximos días

[Añade otro evento de evangelización: Son bienvenidas fechas futuras, por ejemplo si deseas dar a conocer algún congreso, concierto, retiro, o similares]

[arriba]

Otras fechas importantes para ti
[arriba]

Fallecieron en un día como hoy…

Padre Jaime Forero.- Bogotá, Colombia (2007) – Dale Señor el descanso eterno, y que tu luz brille eternamente para él. Gracias Padre por dejarnos conocer cómo actúas en quienes se abandonan a Ti.

Silvina Guadalupe.- San Francisco, Argentina (2009)- Pido oración por el alma de mi hija que en esta fecha ha tomado la desición de quitarse la vida, dejando asi dolor y angustia en toda su familia.

[Añade el nombre de personas fallecidas por las que quieres que oremos]

[arriba]

Enlace recomendado para este día

El Tribunal Supremo italiano frena la ideología de género

“Hace unos días se conoció la noticia de una sentencia del Tribunal Supremo italiano, la nº 7668 (audiencia del 23-9-2019, sentencia del 3-4-2020), por la que los jueces rechazaban la solicitud de una pareja homosexual de rectificar la partida de nacimiento de una niña, nacida de una de las dos mujeres tras una inseminación artificial en el extranjero, para darle la condición de hija también de la pareja, considerada ?progenitora intencional?…” Haz click AQUÍ.

[arriba]

Un poco de Humor…

Préstamo

Un niño va donde su vecina y le dice:
– Buenos días, dice mi mamá que si tiene usted una tijeras que nos facilite.
– Por supuesto dijo la vecina, pero dime, ¿Acaso ustedes no tienen unas?
– Sí, dijo el niño, pero es que las necesitamos para cortar unas latas.

[arriba]


Palabra de Dios
para alimentar tu día


Ciclo A, Vigilia Pascual


Lecturas de la S. Biblia

Temas de las lecturas: Los israelitas en medio del mar a pie enjuto * Cantaré al Señor, sublime es su victoria. * Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más * Ha resucitado y va por delante de vosotros a Galilea

Textos para este día:

Éxodo 14, 15-15, 1:

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: “¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros. Sabrán los egipcios que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de gloria a costa del Faraón, de sus carros y de sus guerreros.”

Se puso en marcha el ángel del Señor, que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa, y transcurrió toda la noche sin que los ejércitos pudieran trabar contacto. Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos del Faraón y los carros con sus guerreros.

Mientras velaban al amanecer, miró el Señor al campamento egipcio, desde la columna de fuego y nube, y sembró el pánico en el campamento egipcio. Trabó las ruedas de sus carros y las hizo avanzar pesadamente.

Y dijo Egipto: “Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto.”

Dijo el Señor a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar, y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes.”

Y extendió Moisés su mano sobre el mar; y al amanecer volvía el mar a su curso de siempre. Los egipcios, huyendo, iban a su encuentro, y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar.

Y volvieron las aguas y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército del Faraón, que lo había seguido por el mar. Ni uno solo se salvó.

Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar; las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.

Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios muertos, en la orilla del mar. Israel vio la mano grande del Señor obrando contra los egipcios, y el pueblo temió al Señor, y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo.

Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este canto al Señor:

Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Él es mi Dios: yo lo alabaré; el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré. R.

El Señor es un guerrero, su nombre es “Yahvé”.

Los carros del Faraón los lanzó al mar, ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. R.

Las olas los cubrieron, bajaron hasta el fondo como piedras. Tu diestra, Señor, es fuerte y terrible, tu diestra, Señor, tritura al enemigo. R.

Los introduces y los plantas en el monte de tu heredad, lugar del que hiciste tu trono, Señor; santuario, Señor, que fundaron tus manos. El Señor reina por siempre jamás. R.

Ex 15, 1-2. 3-4. 5-6. 17-18:

Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Él es mi Dios: yo lo alabaré; el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré. R.

El Señor es un guerrero, su nombre es “Yahvé”.

Los carros del Faraón los lanzó al mar, ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. R.

Las olas los cubrieron, bajaron hasta el fondo como piedras. Tu diestra, Señor, es fuerte y terrible, tu diestra, Señor, tritura al enemigo. R.

Los introduces y los plantas en el monte de tu heredad, lugar del que hiciste tu trono, Señor; santuario, Señor, que fundaron tus manos. El Señor reina por siempre jamás. R.

Romanos 6, 3-11:

Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.

Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.

Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.

Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios.

Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Mateo 28, 1-10:

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: “Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”. Mirad, os lo he anunciado. Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro: impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a sus discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: “Alegraos”. Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: “No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”.

[arriba]

Homilías para escuchar

Versión

Fecha

Escuchar

Más…

1

1996/04/07 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
La noche que ratifica al Enviado de Dios.

Click normal para ir a la transcripción

2

1999/04/04 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
El amor es más fuerte que la muerte, porque Jesucristo resucitó.

Click normal para ir a la transcripción

3

2002/03/30 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Somos la gloria de Jesucristo, si lo reconocemos vivo en medio de nosotros.

Click normal para ir a la transcripción

4

2011/04/23 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
El silencio del Sábado Santo nos invita a recoger en lo más profundo de nuestro ser la verdad de la entrega que Cristo ha hecho de su vida. Nos llama también a mirar desde la compasión y la admiración el corazón de la Madre Dolorosa. Y nos prepara para la Vigilia Pascual, con sus cuatro momentos: la luz, la palabra, el agua y la eucaristía.

Click normal para ir a la transcripción

5

2011/04/23 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Un recorrido exegético por las lecturas del Antiguo Testamento en la vigilia pascual, como itinerario y diccionario de Cristo resucitado.

Click normal para ir a la transcripción

6

2014/04/19 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Nada más bello ni más lleno de sentido tiene nuestra fe católica.

Click normal para ir a la transcripción

7

2014/04/19 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Secretos de una vida en Pascua: la fe, el Espíritu, la humildad, la obediencia y el bautismo.

Click normal para ir a la transcripción

8

2017/04/15 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
Renovemos hoy la gracia de nuestro bautismo y supliquemos al Señor que nos haga conscientes de que somos su cuerpo, su pueblo y ovejas de su rebaño.

Click normal para ir a la transcripción

9

2017/04/15 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
En la vigilia pascual, la Iglesia hace memoria agradecida de su propio ser, fruto del amor perseverante y compasivo de Dios, que atraviesa los siglos, y tiene su plenitud en Jesucristo.

Click normal para ir a la transcripción

10

2020/04/11 Haz click para escuchar o grabar una versión en MP3
El bautismo es la entrada de la Pascua en nuestra vida, por eso nos unimos a la Vigilia Pascual como el que vuelve a su lugar de nacimiento no para la Tierra sino para la eternidad.

Click normal para ir a la transcripción

Más información sobre este día aquí

[arriba]
Homilía para leer

Temas de las lecturas: Los israelitas en medio del mar a pie enjuto * Cantaré al Señor, sublime es su victoria. * Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más * Ha resucitado y va por delante de vosotros a Galilea

1. La fiesta por excelencia

1.1 No hay noche como esta noche, en que cielo y tierra prorrumpen en cantos de júbilo para proclamar la victoria de Jesucristo sobre los poderes del pecado, del demonio y de la muerte. No hay noche como esta noche en que la Casa del Padre se llena de luz y un gozo inefable sirve de música para los ángeles y los hombres redimidos a precio del sacrificio de Cristo en la Cruz.

1.2 Por eso canta el pregón de la Pascua: “Alégrense por fin los coros de los ángeles, alégrense las jerarquías del cielo, y, por la victoria de Rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe eterno. Alégrese también nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.”

2. “¡Esta es la noche!”

2.1 La Vigilia Pascual recuerda en la serie sustanciosa de sus lecturas el camino que Dios ha hecho con su pueblo. Dos palabras pueden resumir bien esa historia de amor y salvación que hace posible nuestro cántico hoy: providencia y compasión. Y por eso en esta vigilia santa recordamos todo cuanto el señor ha hecho y lo agradecemos a nombre de todos los hombres, como canta el pregón de la Pascua.

2.2 “Estas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Esta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo. Esta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado. Esta es la noche en la que, los que creen en Cristo por toda la tierra, son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la gracia y son agregados a los santos”.

3. Noche de misericordia

3.1 Todo brilla en esta noche, hecha de pura luz. Pero sobre todo brilla esa palabra que es como el centro del mensaje del Nuevo Testamento: GRACIA. Es regalo, es don, es indecible misericordia que Aquel a quien arrojamos con odio de nuestra tierra ahora se levante, todo amor, para brindar la paz, para traer el perdón, para anunciar la redención. Así lo recuerda el pregón de la Pascua.

3.2 “¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? ¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal redentor!”

4. No Temas

4.1 El evangelio que en esta vigilia escuchamos pertenece a san Mateo, que nos ha acompañado y nos seguirá acompañando durante este año.

4.2 La expresión que se repite es una invitación a dejar atrás el miedo. ¿Qué miedos? Hay una primera respuesta: “No temas al enemigo ya vencido. No temas a los que Cristo ya derrotó.” Esos que ya han sido vencidos son el demonio, la mentira del mundo, la fuerza del pecado, el imperio de la muerte: ya no los temas más.

4.3 Otra respuesta. Ahora bien, las mujeres sintieron temor al encuentro con la gloria divina reflejada en el personaje celestial. Ese temor es como un reconocimiento de la distancia que nos separa del infinitamente puro, el infinitamente bueno, el infinitamente veraz y santo. La invitación del ángel sería entonces la declaración de que esa distancia ha quedado vencida por la Pascua.

[arriba]

Video recomendado para este dia!

Un párroco en el techo de su iglesia.
–>
Suscríbete YA al canal de FRAYNELSON en Youtube!

[arriba]

Información legal y de suscripción

Para saber más…

  • Este boletín es el vehículo de comunicación diario de la página FRAYNELSON.COM, Casa para tu Fe Católica. Servimos con gozo a la evangelización dentro de nuestra Iglesia, en comunión con el Santo Padre.
  • Todos nuestros servicios y todo lo que encuentres en FRAYNELSON.COM es gratuito y solamente recibimos donaciones. Es decir: nunca cobramos ni aceptamos dinero por publicidad ni tampoco pagamos servicios. Todos nuestros donantes y colaboradores permanentes son voluntarios que viven y trabajan en distintas partes del mundo.
  • Es posible que hayas recibido este mensaje sin haberlo solicitado. Nuestra intención no es fastidiar a nadie, y por eso es sencillo el proceso de darse de baja. Si nunca pediste recibir este boletín, es posible que algún pariente o amigo tuyo haya incluido tu nombre y dirección. Con respeto te invito a que consideres lo que ofrecemos antes de dejarnos, pero en cualquier caso eres libre de darte de baja cuando quieras.
  • Si deseas incluir en este boletín tu cumpleaños, o una fecha que es importante para ti o tu familia o tu grupo, entra a nuestro calendario. Las entradas a este calendario tiene que ser aprobadas antes de ser publicadas. El propósito es favorecer la oración y amistad entre todos. 🙂
  • ¡Por supuesto tú también puedes invitar a otras personas! Estamos convencidos que un poco de nuestro Alimento del Alma puede hacer una GRAN DIFERENCIA en muchas vidas. Puedes responder a este correo indicándonos a quién quieres que regalemos nuestro Alimento. Por supuesto, si sospechas que a alguien no le va a interesar, no le hagas ni nos hagas perder tiempo. Sin embargo, es un hecho que más y más gente está siendo bendecida con nuestros servicios.
  • Los textos del SANTO DEL DÍA son responsabilidad y cortesía de Aciprensa o de la Archidiócesis de Madrid. Ten en cuenta, sin embargo, que la celebración litúrgica de un santo o santa en particular depende de factores locales, del tiempo litúrgico, de si cae en domingo, y algunos otros. Los breves esquemas que ofrecemos son sólo para edificación espiritual. Los demás textos no bíblicos son responsabilidad de sus autores o si no se indica, de Fray Nelson Medina, O.P. Estos pueden ser divulgados declarando la fuente. Tus aportes en oración, tiempo, servicios, ideas o dinero son siempre bienvenidos. Puedes visitar nuestra página de ayuda.
[arriba]