LA BIBLIA – Día 053 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura. – Día 053 de 365

Éxodo 39–40
Salmo 55
Mateo 27,27-50

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Breve ordo para la semana
del 23 al 29 de Febrero de 2020

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

Domingo, 23 de Febrero de 2020: Domingo VII del Tiempo Ordinario, ciclo A

Lunes 24:

Martes 25:

Miércoles 26: Miércoles de Ceniza

Jueves 27:

Viernes 28:

Sábado 29:



Cuarentena y Cuaresma

Bajo la sombra del COVID-19, el coronavirus que inició su expansión desde el corazón de China continental, miles y miles de personas ven con preocupación su futuro próximo, y el de sus países. Una palabra se ha repetido con mucha frecuencia en estos días: cuarentena. Ya se trate de ciudades enteras, como Wuhan, o de los pasajeros de un crucero, como el Diamond Princess, el COVID-19 ha levantado muros de protección–y a veces de rotundo miedo, como en Ucrania–entre unos seres humanos y otros.

Al momento de escribir estas líneas es grande la incertidumbre con respecto a numerosos centros de manufactura, dinámicas comerciales, industria del turismo, y muchos más aspectos de la vida cotidiana de millones de personas. Lo único que parece seguro, a falta de un tratamiento probado o una vacuna eficaz, es la palabra cuarentena: separación, precaución, incluso aislamiento.

Este es el contexto global en que los católicos iniciaremos nuestra cuaresma, de aquí a pocos días. Por supuesto, la cuarentena y la cuaresma tienen una misma raíz etimológica, y es inevitable buscar algún punto de contacto entre estas dos realidades sociales.

De algún modo la cuaresma quiere hacernos conscientes de realidades espirituales que repiten, en el plano espiritual, lo que las epidemias hacen en el plano de la salud física. Nuestros vicios son nuestros “virus,” que claramente quieren llevarnos a la muerte eterna. El “contagio” espiritual es constante, en la medida en que nuestros pecados siempre afectan y en ocasiones arrastran a nuestros prójimos. La “pandemia” que la humanidad padece está bien declarada en la herencia universal de las consecuencias del pecado original.

La diferencia está en que la cuaresma nos ofrece mucho más que una cuarentena. Los remedios están a la mano, y ese “hospital de campaña” que es la Iglesia, los ofrece con particular abundancia durante este tiempo santo: oración, ayuno y limosna. El recurso frecuente a la confesión puede sacarnos de “cuidados intensivos” y una dieta saludable de pan eucarístico restablecerá nuestras fuerzas. Así sea.

Y mientras estas reflexiones hacemos, seguimos orando por las víctimas y los afectados del COVID-19, así como por tantos hermanos nuestros que sufren en su cuerpo o en su alma.

ROSARIO de las Semanas 20200222

#RosarioFrayNelson para el Sábado:
Contemplamos los Misterios del Silencio de Dios

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
  2. En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
  3. En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
  4. En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
  5. En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
  6. En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
  7. En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA 20200223 El cristianismo es mucho más que no-violencia

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A

El cristianismo es mucho más que no-violencia, es llegar a amar a tu enemigo buscando con preferencia el bien que se puede construir en esa persona el cual empieza con una oración.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]

Defendamos la vida de la madre y la vida del niño

“A propósito del debate que actualmente tiene lugar en Colombia sobre el aborto, después de la noticia que conmocionó al país con Juan Sebastián Medina, un bebé de 7 meses de gestación que fue abortado, el Arzobispo de Popayán, Mons. Luis José Rueda Aparicio, ha emitido un nuevo mensaje en el que hace un llamado a la defensa de las dos vidas: la de la madre y la del niño por nacer…”

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LA BIBLIA – Día 052 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura. – Día 052 de 365

Éxodo 36–38
Salmo 53–54
Mateo 27,1-26

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

¿Es siempre pecado la riña?

Del mismo modo que la porfía implica contradicción de palabra, implica la riña contradicción con obras. Por eso, en torno al texto de Gálatas 5,20, comenta la Glosa diciendo que hay pendencia cuando por impulso de la ira mutuamente se agreden. De ahí que la riña es como una guerra privada que tiene lugar entre personas particulares, no en virtud de la autoridad pública, sino por voluntad desordenada. Por eso implica siempre pecado. Es pecado mortal en quien ataca a otro injustamente, ya que inferir daño a otro, llegando incluso a las manos, no se da sin pecado mortal. En quien se defiende, en cambio, puede darse sin pecado, pero a veces es pecado venial; otras, incluso, pecado mortal. Esto depende de los sentimientos que le animen y de la manera de defenderse. En efecto, si se defiende únicamente para repeler la injuria inferida y lo hace con moderación, ni es pecado ni se puede llamar propiamente riña por su parte. Pero si se defiende con espíritu de venganza y de odio, rebasando la moderación debida, es siempre pecado. Será pecado venial cuando va mezclada de un ligero movimiento de odio o de venganza, o no excede mucho la debida moderación; será, en cambio, mortal cuando se lanza contra quien le ataca con ánimo decidido a matarle o a perjudicarle gravemente. (S. Th., II-II, q.41, a.1, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]