Breve ordo para la semana del 15 al 21 de Abril de 2018

Homilías breves para esta semana:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLRmr1_QLb8pcHTnrIHjSp7G92ojbTpSNZ


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

15 de Abril: Domingo III de Pascua, ciclo B

Lunes 16:

Martes 17:

Miércoles 18:

Jueves 19:

Viernes 20:

Sábado 21:



Una Pascua con meta y propósito

Algo que he observado hace un tiempo es que la mayor parte de nuestra gente católica vive de modos muy distintos la cuaresma y la pascua. La cuaresma, en efecto, tiene desde el comienzo una meta, una especie de objetivo y foco: el Triduo Pascual, el domingo de resurrección. Muchos católicos no tienen suficientemente claro un foco, un punto de llegada en el tiempo pascual. Y por supuesto que sí lo hay: Pentecostés.

Considero que es una hermosa tarea nuestra hacer ver que la Pascua de Cristo conduce, a través de un itinerario de 50 días, a nuestra propia pascua. Quiero decir: sin la acción profunda y renovadora del Espíritu Santo, como se predica y vive en Pentecostés, la Pascua será sólo un recuerdo espectacular de algo que queda AFUERA de nosotros, como AFUERA estaba la Ley de Moisés.

Que Pentecostés se prepare y se viva como se debe, y habrá torrentes de vida nueva en nuestras comunidades.

LA GRACIA del Domingo 15 de Abril de 2018

DOMINGO III DE PASCUA, CICLO B

El Señor ha resucitado y tú participas de su vida nueva, por eso eres victorioso sobre las tinieblas, sobre el demonio, sobre la muerte y sobre el pecado. ¡Bendito sea Jesucristo!.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]

¿Hay esperanza alguna para los que se condenan en el infierno?

Como es de esencia de la bienaventuranza saciar la voluntad, es también de esencia de la pena que contraríe a la voluntad aquello por lo que se inflige el castigo. Ahora bien, nada ignorado puede aquietar o contrariar a la voluntad. Por eso dice San Agustín en Super Gen. ad litt. que los ángeles no pudieron ser perfectamente bienaventurados en el primer instante antes de la confirmación ni miserables antes de su caída, por no saber su porvenir. En verdad, para la verdadera y perfecta bienaventuranza se requiere estar ciertos de la perpetuidad de su felicidad; de lo contrario no se aquietaría la voluntad. De igual modo, formando parte de la pena de los condenados la perpetuidad de la misma, tampoco tendría razón de pena si no contrariara a la voluntad, lo cual sucedería en realidad si ignoraran su perpetuidad. Por eso, a la condición de miseria de los condenados atañe saber ellos mismos que de ningún modo podrán evadir la condenación y alcanzar la bienaventuranza. Por eso se lee en Job (15,22): No confía escapar de las tinieblas a la luz. De todo eso resulta evidente que no pueden aprehender la bienaventuranza como un bien posible, ni tampoco los bienaventurados como un bien futuro. Por eso, ni en los bienaventurados ni en los condenados hay esperanza. Pero los viadores, estén en esta vida o estén en el purgatorio, pueden tener esperanza: unos y otros la conciben como un futuro posible. (S. Th., II-II, q.18, a.2, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

ROSARIO de las Semanas 20180413

#RosarioFrayNelson para el Viernes:
Contemplamos los Misterios de la Dolorosa Pasión

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús, que vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron.
  2. En el segundo misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos la agonía de Jesús en el huerto de Getsemaní intercediendo por nosotros los pecadores.
  3. En el tercer misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús, juzgado por el sanedrín, y luego por la autoridad romana, y así condenado a muerte.
  4. En el cuarto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos la flagelación de Nuestro Señor Jesucristo, porque sus heridas nos han curado.
  5. En el quinto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús coronado de espinas: Rey humilde y Príncipe de Paz.
  6. En el sexto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús que carga con su cruz.
  7. En el séptimo misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús que muere en la Cruz.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

La incontenible infantilización de Occidente

“Desde hace años, sociólogos, antropólogos o psicólogos vienen advirtiendo sobre la infantilización de la sociedad postindustrial. La media de edad aumenta incesantemente, la población envejece, pero los rasgos adolescentes permanecen en una porción significativa de sujetos adultos. La juventud se ha convertido en icono de culto, objeto de incesante alabanza, de veneración. Lo grave no es que la gente intente aparentar juventud física, recurra en exceso a la cirugía estética o a los implantes capilares. Es más preocupante que un creciente porcentaje de adultos se afane en el cultivo consciente de su propia inmadurez…”

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