El joven rico, y Juan, el apóstol joven

* Es bueno aprender por contrastes. esta vez hacemos un paralelo entre el joven rico (Mateo 19) y Juan, el apóstol más joven de Jesús.

* Tanto el rico como Juan eran jóvenes, de buenas costumbres y con una inquietud o ansia que apuntaba hacia el infinito; pero también hay diferencias.

* La pregunta del joven rico (“¿qué tengo que hacer para tener vida eterna = sin límite, sin término?”) finalmente apunta a la prolongación acelerada de lo que ya tiene: su felicidad, su estabilidad, su abundancia. En cuanto eso queda cuestionado, ya no quiere saber más de Jesús.

* El modo de comportamiento de Juan es el de una persona inquieta, que alterna su trabajo de pescador con el tiempo que gasta formándose en la fe junto a un profeta digno de crédito por su impresionante autenticidad. A Juan no le interesa prolongar lo que tiene sino encontrar lo que de veras es.

* Estas dos historias terminan, como sabemos, de modos opuestos: el que se centra en sí mismo acaba en amargura y frustración; el que se centra en Cristo llega a ser apóstol y evangelista.