¿Te riñen? -No te enfades, como te aconseja tu soberbia. -Piensa: ¡qué caridad tienen conmigo! ¡Lo que se habrán callado!
Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás mientras vivas. -Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo más que el Maestro.
Una mala noche, en una mala posada. -Así dicen que definió esta vida terrena la Madre Teresa de Jesús. -¿No es verdad que es comparación certera?
Te apuras y entristeces porque tus Comuniones son frías, llenas de aridez. -Cuando vas al Sacramento, dime: ¿te buscas a ti o buscas a Jesús? -Si te buscas a ti, motivo tienes para entristecerte… Pero si -como debes- buscas a Cristo, ¿quieres señal más segura que la Cruz para saber que le has encontrado?
Un querer sin querer es el tuyo, mientras no quites decididamente la ocasión. -No te quieras engañar diciéndome que eres débil. Eres… cobarde, que no es lo mismo.