[Predicación en la Misión Santa Ana, de la Arquidiócesis de Miami.]
* Los seres humanos nos agrupamos por diversas razones. Las más comunes son: gusto, conveniencia, interés, miedo y deseo. El amor que está detrás de de esas razones es el que la biblia llama “amor carnal.” Obsérvese que “carne” no alude simplemente a sexo.
* El amor carnal tiene un lugar importante en la vida humana, en la medida en que permite formas de asociación y cooperación que van desde la libre empresa hasta la unión procreadora. Pero el amor carnal es insuficiente para fundar sobre él comunidad.
* En efecto, la oferta del amor salvador de Dios es necesaria para todos, sin distinciones, y el amor carnal ciertamente hace distinciones según los gustos y las conveniencias. por eso, el amor propio de la redención ha de ser un amor mayor, uno que pasa por encima de las motivaciones del amor carnal.
* Vemos brillar ese amor mayor en la Santísima Virgen María, quien vio en el calvario a su Hijo completamente abandonado de sus discípulos, pero luego oró por y con esos mismos discípulos, implorando el Don del Espíritu.
* Las notas básicas de ese Amor Mayor se ven bien en el Padrenuestro, de la primera a la última de sus palabras.