[Predicación en el V Congreso de la Renovación Carismática Católica en La Paz, Bolivia, en Septiembre de 2012.]
* Nuestra juventud está creciendo en un ambiente progresivamente más hostil en el que la única manera de hacerse oír es lastimando a la sociedad como tal, por ejemplo, mediante bloqueos u otras acciones agresivas de muy amplio impacto.
* A la vez, es un hecho que existe la tentación para los jóvenes, y para todos en realidad, de escondernos detrás de máscaras, o de buscar refugios engañosos: la pandilla, el noviazgo absorbente, la idealización de la amistad. Al final, esos trucos fallan y la soledad y la depresión pueden instalarse en el alma.
* Cuando el Espíritu de Dios nos revela la verdad de cristo, y cuando somos así sanados profundamente recuperamos el valor de nuestros anhelos más profundos, y entendemos que en ellos hay una verdad que nos conecta con un futuro posible y vitalmente necesario.
* Jóvenes así sanados y amados serán quienes puedan ofrecer a la sociedad modelos nuevos de trato justo y de convivencia pacífica, sin descuidar a los más pequeños o necesitados.